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Entrevistas

17 de Mayo de 2020

Dr. Juan Carlos Said: “No hay un trabajo consistente, sistemático y masivo, y eso puede hacer toda la diferencia en el número de contagios”

Si bien el debate ha sido capturado por el eventual colapso de los centros asistenciales, la falta de camas y la urgencia de los ventiladores mecánicos, para el médico internista Juan Carlos Said las respuestas a la crisis están en la estrategia misma del Gobierno. En conversación con The Clinic, el especialista plantea cómo en Chile no se ha cumplido con el ABC base para el control de epidemias, apunta a las deficiencias en la trazabilidad de los casos y la falta de transparencia en las cifras sobre aislamiento de enfermos. “Sin eso, vas a tener continuamente brotes que se van a salir de control”, subraya.

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En su cuenta de Twitter, el dr. Juan Carlos Said pareciera que libra una batalla personal para frenar el avance del coronavirus en el país. Para el médico internista y magíster en salud pública del Imperial College de Londres, no basta con tener las cifras más altas de testeos del continente, si el aislamiento de los enfermos es sin supervisión y si tampoco hay un seguimiento efectivo de los contactos que tuvo cada caso confirmado.

Según la Organización Mundial de la Salud, este monitoreo se conoce como trazabilidad y en la Fase 4 de la epidemia consiste en estudios epidemiológicos sobre la base de las personas contactadas por cada enfermo. Hasta ahora, el Ministerio de Salud los identifica como “casos secundarios”, aunque durante esta jornada el ministro Jaime Mañalich dio luces de una nueva definición de “caso confirmado”, incluyendo a aquellos contactos que presentan síntomas respiratorios sin necesidad de hacer PCR.

¿Por qué es tan importante la trazabilidad a la hora de elaborar una estrategia para enfrentar el Covid-19 y por qué cree que Chile está fallando?

-El ABC para controlar la epidemia es diagnosticar, trazar y aislar. Pero Chile sólo se ha enfocado en diagnosticar. Efectivamente hemos aumentado los exámenes de PCR, hay un esfuerzo del Gobierno, eso está bien. Pero estamos fallando en la demora en la entrega de los resultados. Cada contacto hay que ubicarlo rápido, porque cada hora o cada día que se pierde son minutos preciosos, donde ese contacto puede contagiar a más personas. No da lo mismo entregar resultados en cuatro o cinco días. Todos esos días que se pierden son contactos que todavía no se han aislado. Todavía hay enfermos que no saben que están contagiados y su vida la siguen haciendo sin estar tan preocupados. 

¿Cómo ha funcionado la trazabilidad en otros países?

-En Wuhan, para siete millones de habitantes, habían nueve mil personas trazando, haciendo llamadas telefónicas para seguir el contacto de los contagiados. En Chile, ese trabajo lo hacen fundamentalmente 50 personas en la Subsecretaría de Salud Pública*. Inglaterra tiene una población de 60 millones de habitantes y van a contratar a 18 mil personas para hacer seguimiento, para que te des cuenta de las proporciones que estamos hablando. En Boston, en el estado de Massachusetts, contrataron mil personas. Esas cifras demuestran la importancia que le dan en otros países del mundo a este tema y eso se traduce que no estamos aislando pronto a los contactos. En los últimos cuatro informes epidemiológicos no se ha reportado cuántos contactos han sido localizados o qué porcentaje de los contactos fue ubicado dentro de las primeras 24 horas. Esos datos no se publican. Hay una opacidad de la información y hay poco personal trabajando en esto. 

¿En qué sentido cree que estamos fallando en el aislamiento?

-Solo en uno de los primeros reportes del comité asesor se publicó que el 90% de los pacientes enfermos no estaba haciendo un aislamiento supervisado. Esa cifra no se ha seguido reportando y hoy día no sabemos cuántos enfermos están efectivamente aislados. Esto es clave, sobre todo ahora que la epidemia se ha propagado en sectores muy pobres. A una persona que vive en condiciones de hacinamiento o en una mediagua, decirle que vaya a aislarse a su casa, es un sinsentido sanitario. En todos los países donde se ha logrado un control adecuado se han establecido hoteles sanitarios, como gimnasios, colegios o efectivamente un hotel. Un lugar donde un paciente enfermo puede permanecer 14 días, aislado, en una cama y con un baño, sin contagiar a otras personas. Eso hace toda la diferencia en el control de una epidemia. Después viene tratar, hospitalizar, ventilar.

Patio de urgencias del Hospital San José. Foto: Agencia UNO

¿Cómo calificaría la estrategia del Ministerio de Salud?

-Yo te diría que estamos teniendo una estrategia río abajo. En salud pública, hablamos de río arriba y río abajo. Imagínate que hay un puente, la gente se está cayendo y en el río se están ahogando personas. Alguien puede decir, vamos y rescatemos a los ahogados. Pero el problema es que el puente está roto y se siguen cayendo personas. ¿Por qué no vamos y reparamos el puente? Nosotros nos hemos enfocado en el río abajo, hemos dicho: ‘ya, salvemos a los ahogados, compremos más ventiladores’, pero esa batalla nunca la vamos a ganar. En el fondo, si no atacamos el problema en su origen, si no reparamos el puente donde se está cayendo gente al río, esto no va a mejorar. ¿Y cómo reparamos ese puente? Ubicando a las personas y aislándolas. Esas dos partes de la estrategia hoy día están fallando.

¿A qué le atribuye que la autoridad no esté considerando esa parte de la estrategia sanitaria? ¿Tiene que ver con el costo? ¿La especialización?

-Yo creo que no es un tema de costo. Para que te hagas una idea, en un call center grande trabajan como 400 personas. Eso es casi 10 veces más las que están trabajando ahora en el Ministerio. No estamos hablando de cosas que son inalcanzables para el país, no es una locura, no es una cosa que no se esté haciendo en el resto del mundo. Esto tiene que hacerse en un rango de miles, no de decenas de personas. Se puede hacer trabajando desde la casa, se puede aumentar el número de personal. Sin embargo, se ha dejado de lado la trazabilidad y la preocupación ha estado todo el tiempo en comprar más ventiladores y camas, lo que está bien, nadie dice que no hay que preocuparse de eso, pero la única forma de volver a la normalidad es que puedas verificar rápido y aislar rápido. Sin eso, vas a tener continuamente brotes que se van a salir de control.

¿Pero por qué cree que no se está considerando esta arista?

No es que el Gobierno no esté haciendo nada, pero creo que la escala del esfuerzo no ha sido la suficiente. Creo que hay una diferencia de la magnitud del esfuerzo. Es cierto que Inglaterra tiene cuatro veces más población que Chile, pero si fuera así, habría contratado sólo a 200 personas. Pero contrataron a 18 mil. No se está desarrollando a la magnitud que se debiera desarrollar.

Ministro Mañalich recibiendo ventiladores mecánicos. Foto: Agencia UNO

¿Está de acuerdo con la dra. Siches, quien ayer planteó que hay un problema en “la forma de gobernar” esta pandemia?

-Mira, yo creo que acá lo que ha faltado es potenciar las estrategias básicas. Desde el primer día se dijo que había que aumentar el testeo. Se hizo, pero faltaron las etapas dos y tres: trazar los contactos y aislar. Si uno pregunta cuántos enfermos están efectivamente aislados, no está fácil la respuesta. Eso habla de que no hay un trabajo consistente, sistemático y masivo, y eso puede hacer toda la diferencia en el número de contagios. Los países más exitosos en esto son draconianos. En Corea del Sur no solamente te llaman, revisan dónde compraste con tu tarjeta de crédito, dónde fuiste de acuerdo a las cámaras de seguridad. No estoy diciendo que eso va a ser posible en Chile, pero sí es posible potenciar la trazabilidad con un call center.

Se ha criticado mucho al Gobierno sobre la transparencia de datos. ¿Cuál es su opinión sobre este tema?

-Yo creo que la transparencia no ha sido la adecuada. Basta con decirte que el mejor reporte de la ocupación de camas UCI y de ventiladores en Chile la hace la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, una asociación gremial de médicos que es privada, y eso es preocupante. Uno debería esperar que las mejores cifras las entregara un reporte del Minsal, pero no es así. Eso habla de poca transparencia, porque el que más maneja información es el ministro, sin embargo, no recibimos una información clara y precisa de él, sino de una asociación gremial de médicos. Eso es bastante decidor. 

[*] The Clinic se puso en contacto con la Subsecretaría de Salud Pública y el Seremi de Salud de la Región Metropolitana para conocer la cifra oficial de personas que trabajan en la trazabilidad de casos, sin embargo, no recibió respuesta.

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