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Selección Nacional

26 de Agosto de 2020

De cámaras y eventos a panadería en casa: El dulce desenlace de Sabrina Otamendi

Foto: Archivo personal

Durante más de 14 años trabajó como productora audiovisual en programas de televisión y hace dos que creó su propia empresa de eventos corporativos y comunicaciones. Todo iba bien hasta el estallido social. Sus ventas bajaron hasta desaparecer por completo y decidió darle fin a ese proyecto para iniciar un emprendimiento de panadería y repostería.

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El 18 de octubre Sabrina Otamendi (39) tenía agendado un evento en Valparaíso. Ya había terminado con todos los preparativos cuando el organizador le pidió cancelarlo a raíz de las protestas que ocurrieron ese día. Ella, resignada, le entregó la nota de crédito de anulación y de alguna forma, ese fue el inicio del fin de su sueño de tener su propia productora.

Los problemas siguieron durante los meses siguientes, cuando el resto de sus clientes cancelaron los eventos que habían agendado con anterioridad. “Entregué fácil unos 20 presupuestos de diferentes fiestas con catering y todo, pero finalmente todo quedó en la nada. Al final, lo que comenzó como aventura terminó siendo una gran deuda”, dice.

En marzo, con el inicio de la pandemia, todo fue aún más dramático. Como ya nadie solicitaba sus servicios, se vio obligada a concluirlo. Su plan B fue conseguir otro trabajo y a mitad de mes logró uno como ejecutiva de ventas, pero por la fragilidad del contexto lo perdió en abril y no pudo recibir ningún beneficio al no tener contrato.

Foto: Archivo personal

Los meses avanzaban y había cuentas que pagar y dos hijos que mantener, así que pensó que debía hacer algo pronto. En sus ratos libres y gracias al internet, había aprendido a cocinar pan de distintos sabores, kuchen y berlines. Le gustaba preparar esas cosas para su familia y ellos también lo disfrutaban. En eso estaba cuando en mayo se le prendió la ampolleta y decidió emprender con su propia panadería delivery en Ñuñoa, La Vasca Panadería.

Ahora se levanta temprano todos los días, alrededor de las 5 de la mañana, para alcanzar a tener listo el pan del desayuno. Primero comenzó vendiéndolo a los vecinos de su edificio y alrededores, más tarde difundió su negocio por redes sociales, lo que le ha permitido ampliar su variedad de productos y expandir su área de reparto llegando a Peñalolén, La Reina, Macul y Santiago Centro.

¿Qué productos vende?

-Trabajo mucho con tartas como kuchen de manzana, pie de limón y tarta de chocolate. También hago pan saborizado como el pan de ajo con queso, cebolla, tomate y orégano. Lo último que hice fue la Torta Piñata para el Día del Niño, que la inventé basándome en mis niños. Quería sorprenderlos con algo que fuera mío. Tuvo gran aceptación y vendí varias. Ese fin de semana quedé con las piernas hechas una miseria tanto tiempo parada cocinando, pero también muy agradecida.

https://www.instagram.com/p/CDwIf2Sp5vS/?utm_source=ig_web_copy_link
Torta Piñata que Sabrina hizo para el Día del Niño. Créditos: Instagram @lavascanunoa

¿Cómo fue el comienzo de su negocio?

-Al principio solo compraba una bolsa de harina de 25 kilos y ahora ya puedo comprar 3 o 4. De a poquito voy sumando, pero todo a punta de esfuerzo. Hago todo yo sola, no tengo absolutamente nadie que me ayude. He puesto el pecho a las balas y la he peleado porque el mundo audiovisual no está en su mejor momento.

¿Ha seguido trabajando como audiovisual en paralelo?

-Por el momento he mantenido el foco solo en la panadería. Como se dice, el que mucho abarca, poco aprieta. Me concentré en sacar adelante el proyecto todos los días, tratando de sacar todas las semanas algo nuevo para tentar a la gente y me compren. La idea era poder pagar las cuentas, porque si no lo haces sigues sumando deuda tras deuda y te siguen cobrando todo. 

Foto: Archivo personal

¿Cómo ha sido el cambio a otro rubro muy distinto al que tenía?

-Se sintió bastante, porque uno se levanta muy temprano para hacer el pan y que esté a una buena hora. Hubo que adaptar los horarios. Lo que tiene un emprendimiento es que estás 24/7 pensando en el proceso: ¿De qué manera puedo lograr cautivar de nuevo a la gente? ¿Qué cosa más le sumo? Como uno no puede contratar a nadie, se las trata de ingeniar sola. 

“El que mucho abarca, poco aprieta. Me concentré en sacar adelante el proyecto todos los días, tratando de sacar todas las semanas algo nuevo para tentar a la gente y me compren. La idea era poder pagar las cuentas, porque si no lo haces sigues sumando deuda tras deuda y te siguen cobrando todo”.

¿Siempre le interesó la amasandería?

-Siempre quise tener una casa de té. De repente fui aprendiendo y la verdad me gustó mucho y empecé a sacar cosas nuevas. Lo que hago es que después de que vendo a algún vecino o alguien del barrio, siempre les pregunto: ¿Te gustó? ¿Hay algo que deba mejorar?

Sabrina Otamendi. Foto: Archivo personal

¿Cambia mucho la venta por delivery?

-Por mi trabajo anterior, yo siempre he tenido contacto con clientes, pero ahora es distinto. Hacer que la gente conozca tu negocio es algo que se va desarrollando con el tiempo. De repente me compran algo y yo siempre les llevo una muestra gratis de otra cosa que no hayan pedido para que me prueben, porque para mí es importante que prueben mi mano. 

¿Qué ha sido lo más complejo en todo este tiempo?

-Empezar de cero. Convencerme de que no podía bajar los brazos y reinventarme por mí misma. Lo más complejo fue tomar la decisión de buscar otro horizonte. Uno siempre tiene que hacer aquello que lo apasione, sino haces las cosas a medias. Ahora yo encontré esta otra pasión. Además, entregar un producto es desafiante por sí mismo, porque es tu nombre el que va asociado a ese producto que llevan las familias a sus mesas. 

“Empezar de cero. Convencerme de que no podía bajar los brazos y reinventarme por mí misma. Lo más complejo fue tomar la decisión de buscar otro horizonte. Uno siempre tiene que hacer aquello que lo apasione, sino haces las cosas a medias. Ahora yo encontré esta otra pasión”.

Foto: Archivo personal

Pensando en el futuro, ¿te gustaría seguir con la panadería o preferirías volver al área audiovisual?

-Quiero enfocarme en la panadería y mi objetivo a futuro es instalar una pequeñita por aquí en Ñuñoa. Sería muy bonito. La producción la dejaré en stand by, porque llega un momento en que te preguntas: ¿Cómo quieres vivir tu vida? Creo que siempre hay que considerar eso y por ahora espero que este proyecto tenga un futuro prometedor y que la gente me siga recomendando como lo ha hecho hasta ahora.

La producción la dejaré en stand by, porque llega un momento en que te preguntas: ¿Cómo quieres vivir tu vida? Creo que siempre hay que considerar eso y por ahora espero que este proyecto tenga un futuro prometedor y que la gente me siga recomendando como lo ha hecho hasta ahora”.

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