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Selección Nacional

2 de Septiembre de 2020

Alejandra Pérez, la funcionaria de la salud que se transformó en repostera durante la pandemia

Foto: Archivo personal

Hace cinco años aprendió a hacer postres para regalonear a su marido y a sus hijas, pero su pasión siempre fue la enfermería. La pandemia le dio un giro a su vida y ahora lo que era su pasatiempo se convirtió en su principal actividad: vende cupcakes y alfajores a pedido por redes sociales.

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Alejandra Pérez (44) aprendió a hacer cupcakes gracias a los tutoriales de internet y libros de cocina. Partió haciéndolo como una distracción de fin de semana, luego de sus jornadas de trabajo, y así fue hasta julio. Llevaba cuatro años como técnica en enfermería en una clínica del sector oriente cuando perdió su empleo. 

El año pasado le hicieron una cirugía de cadera y estuvo mucho tiempo con licencia médica. Por eso, dice que su despido era algo inminente. “Esperaba quedarme sin trabajo en algún momento, pero igual quedé en shock, porque fue justo ahora en medio de la pandemia”, dice. 

Una semana después, decidió dedicarse de lleno a la venta de cupcakes, alfajores y cakepops. Compró los implementos que le faltaban y comenzó a promocionar su negocio por instagram para ir ganando nuevos clientes tanto en su propia comuna, La Florida, como en otras dentro de Santiago. Bautizó a este emprendimiento como Sweetcakes & Choc.

Foto: Sweetcakes & Choc

Alejandra ya había vendido dulces antes, pero lo hacía sólo esporádicamente. Los ofrecía a sus compañeros de la clínica, a las amigas de su hermana y también les pasaba otros a su marido para que los vendiera en su trabajo, pero las circunstancias hicieron que este pasatiempo se transformara en su principal actividad para seguir sustentando a su familia. 

¿Por qué decidió emprender en la repostería y no otra cosa?

-Porque me gusta harto, lo disfruto. Cuando me quedé sin pega y empecé el negocio, mi cuñado me decía que, si me iba bien, en el futuro me podía quedar con esto y no volver a trabajar en enfermería. Pero esa es mi profesión, lo que amo y me gustaría perfeccionarme más en eso. Aunque también la repostería me gusta mucho, es algo que me apasiona y preparo todo con harto cariño. 

“Con los tutoriales conocí algunas técnicas que se usan y pude perfeccionarme. También le pongo un poco de mi ingenio personal en cuanto a decoraciones y sabores nuevos”.

¿Le costó aprender?

-Lo más difícil fue aprender el tema del mangueo, que es cuando haces la decoración con la cremita. Es complicado porque tienes que afinar la mano para que te salga bonito y parejo. Con los tutoriales conocí algunas técnicas que se usan y pude perfeccionarme. También le pongo un poco de mi ingenio personal en cuanto a decoraciones y sabores nuevos. Aprendí jugando y ahora tengo un mayor conocimiento en el tema de repostería. 

¿Cómo siente que le ha ido?

-Súper bien. He tenido días full, donde he trabajado todos los días y otros más tranquilos, pero ya voy manejando los tiempos: cuánto me demoro en preparar, decorar, rellenar, etc. Ya aprendí cuántos pedidos puedo recibir por día para entregarlos todos a tiempo, en el horario indicado y así no atrasarme o quedar debiendo alguno. De acuerdo a eso voy agendando los encargos.

https://www.instagram.com/p/CEJCJNKnvLR/?utm_source=ig_web_copy_link

TRABAJO EN EQUIPO

Alejandra cocina sola, pero su familia la ha acompañado. Con la ayuda de su hermana y su hija mayor, ha podido difundir su negocio por redes sociales. Su esposo, que también había perdido su trabajo cuando empezó el emprendimiento, la ha apoyado con el reparto de los pedidos.

En cuanto a la degustación, todos en su casa le ayudan con gusto. “Mi marido y mis niñitos en mi casa ellos me degustan todo lo que preparo, ellos son mis críticos: me dicen si está rico o si le falta algo”, cuenta.

¿Cómo la ha ayudado su familia?

-Mi hermana me ayuda mucho a vender porque me publica en el grupo del condominio donde ella vive, entonces sus vecinas me encargan. Hoy eso es lo que se mueve: entre emprendedores, todos nos ayudamos. También ella me hace la publicidad en el Instagram, porque yo no tengo mucho manejo en el tema de editar las fotos, diseñar y todas esas cosas y mi hija me ayudó a difundir por Twitter. Así he podido tener más seguidores. 

“Mi hermana me ayuda mucho a vender porque me publica en el grupo del condominio donde ella vive, entonces sus vecinas me encargan. Hoy eso es lo que se mueve: entre emprendedores, todos nos ayudamos”.

¿Prefiere cocinar sola?

-De repente siento que me faltan manos, pero como soy tan perfeccionista, no podría que alguien más meta mano en lo que yo estoy cocinando. A mí me gusta preparar, decorar, todo. Mis hijas me dan ideas, me dicen “mamá, pero le falta esto o decóralo aquí o acá”, pero lo que es producción prefiero hacerlo yo sola. Si tengo varios pedidos, no importa si me dedico todo un día a hacerlo porque a mí me gusta preparar y entregar todo fresco y recién hecho.

“Mis hijas me dan ideas, me dicen ‘mamá, pero le falta esto o decóralo aquí o acá’, pero lo que es producción prefiero hacerlo yo sola”.

Foto: Sweetcakes & Choc

EL PRIMER PASO

¿Cómo fue el comienzo de su negocio? 

-Al principio fue raro, porque pensé que a lo mejor no me iba a ir muy bien, pero luego me empezaron a llamar y a pedir y eso fue una grata sorpresa para mí. Por la pandemia, la gente prefiere no salir a la calle a comprar nada y lo bueno es que las personas que me han comprado se han sentido muy conformes con el producto, entonces me vuelven a llamar y me recomiendan con otras personas. El boca a boca mueve mucho, porque motivas a otras personas a comprar. 

¿Qué fue lo más complejo?

-Fue difícil haberme quedado sin pega. A pesar de todo, no estuvimos tan mal económicamente, no llegamos a ese extremo al que han llegado otras familias. No tuve ningún beneficio de gobierno, pero con mi finiquito nos empezamos a dar vuelta y pudimos estar bien. Pero tampoco me gustaba la idea de quedarme sin hacer nada, por eso decidí tirarme con esto y empezar a hacer cupcakes. Lo bueno es que todo fluyó bien.

“Pretendo dedicarme solo a esto por lo menos hasta fin de año y luego ir viendo en el camino. Hay que ver si se me presenta otra oportunidad para volver a lo mío: trabajar en el área de enfermería”.

¿Qué planes tiene para el futuro?

-Por ahora solo me dedicaré a esto, porque no me quiero arriesgar a contagiarme si vuelvo a trabajar en salud. A mi familia y a mí nos da miedo el tema del rebrote. Pretendo dedicarme solo a esto por lo menos hasta fin de año y luego ir viendo en el camino. Hay que ver si se me presenta otra oportunidad para volver a lo mío: trabajar en el área de enfermería. Cuando trabajo, baja mi intensidad de los cupcakes por falta de tiempo, pero me gustaría seguir.

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