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Actualidad

14 de Octubre de 2020

¿Qué riesgos tiene marcar AC en la papeleta del plebiscito?: Cientista político responde

Agencia Uno

La campaña impulsada por el Partido Humanista de marcar AC (Asamblea Constituyente) en el voto no ha dejado indiferente a los electores que adhieren a la opción "Apruebo", muchos de los cuales han hecho una "contra campaña" para no marcar dicha sigla, argumentando que el voto puede ser objetado e invalidado por apoderados de mesa de la opción "Rechazo". A 11 días de que se celebre el plebiscito, The Clinic conversó con el profesor de la Escuela de Política y Relaciones Públicas de la Queen Mary University en Londres, Javier Sajuria, para entender el rol fundamental que tienen los apoderados de mesa, y la gran diferencia entre esta campaña para marcar AC y la de 2013.

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En el marco del plebiscito del 25 de octubre, en el que la ciudadanía decidirá si opta por una nueva constitución y bajo qué mecanismo (Convención Constitucional o Convención Mixta), el Partido Humanista ha liderado una campaña para marcar “AC” (Asamblea Constituyente) en el voto.

Este llamado no ha pasado desapercibido a los adherentes de la opción “Apruebo”, quienes han instado a no marcar esta sigla, apelando al riesgo de que el voto pudiera objetarse y considerarse inválido, en el conteo de votos.

En medio de este debate y a 11 días del plebiscito, The Clinic conversó con el Profesor de la Escuela de Política y Relaciones Públicas de la Queen Mary University en Londres, Javier Sajuria, para reconocer las implicancias de la campaña impulsada por el partido de Pamela Jiles y Florcita Motuda.

“Hay que recordar que la ley es súper clara respecto a lo que se considera un voto válido, un voto objetado, un voto nulo y un voto blanco” — aclara Sajuria, quien agrega que un voto objetado puede ser contado para la preferencia, siempre que la preferencia esté bien marcada.

Sin embargo, el académico repara en que para tener claro estas variables, “los vocales de mesa tienen que saber perfectamente lo que están haciendo, y tienen que saber que una palabra o una frase escrita en el voto, que no interfiera con la preferencia, incluso (…) una cruz o una raya, se tiene que contar para la preferencia correspondiente, y no marcarlo como nulo o blanco“.

Es allí donde el profesor y conductor del Podcast “Bicameral” reconoce una dificultad: “ahí es donde quizás el eslabón de la cadena falla, porque los vocales tienen que ir a capacitación el día antes, algunos no llegan, o llegan el mismo día y no lo tienen muy claro. O en el calor del conteo, muchas veces tienes apoderados que son un poquito más pesados o más firmes que pueden inducir a error a los vocales”.

Este llamado a marcar AC rememora la campaña “Marca tu Voto” de 2013, que también levantó una discusión similar, en la que incluso comandos como el de Evelyn Matthei llamaron a impugnar los votos marcados con la sigla.

Sajuria contrasta ambos eventos, pues asegura que tienen importantes diferencias de contexto, partiendo con que en 2013 hubo una gran cantidad de apoderados de mesa, quienes lograron contabilizar los votos marcados con la sigla. Sin embargo, el académico asegura esto es un trabajo extra que deberían hacer los apoderados, algo que en esta ocasión no cuenta con un apoyo tan masivo como el de hace siete años.

“Entonces en el fondo la campaña de ponerle AC ahora es, para mí, un capricho”, dice Sajuria, “porque la Convención Constitucional es una Asamblea Constituyente”. El académico agrega que “no hay ninguna campaña organizada, como en 2013, para contabilizar“. Por tanto, asegura, aunque las personas marquen AC “nadie va a tener cómo saber cuántos fueron, ni qué importancia tiene”.

En tercer lugar, argumenta Sajuria, “pone en riesgo la integridad del proceso“, pues podría generar peleas entre personas que quieran lo mismo, pero que interpreten de manera diferente los votos.

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