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23 de Noviembre de 2020

¿Y si me tomo un año?: La decisión de estudiantes de cuarto medio de postergar su ingreso a la educación superior

Agencia Uno - Imagen Referencial

La generación de cuarto medio de este año enfrenta no sólo la incertidumbre de terminar su enseñanza media a distancia, sino que también la posibilidad de vivir su primer año universitario de forma online. A menos de dos meses de que se rinda la Prueba de Transición Universitaria (PTU), algunos alumnos ven con dudas su incorporación a la educación superior.

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“Definimos que el primer semestre de 2021, en cuanto a clases teóricas, será a distancia”. Esa fue la frase con la que el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, despejó una duda que estaba instalada hace meses en los departamentos de admisión de distintos recintos universitarios del país. Incertidumbre que comparten los alumnos de cuarto medio este año, cuando se preparan para dar este 4 y 5 de enero la Prueba de Transición Universitaria, PTU. 

Vanessa Ayala tiene 18 años y es una de las mejores alumnas de su generación en el colegio Cristóbal Colón de Conchalí. Sueña con estudiar medicina en la Universidad de Santiago y una vez egresada, hacer voluntariado en lugares desfavorecidos. Vive sola con su madre y, como miles de alumnos a lo largo de Chile, asistió poco más de una semana al colegio de manera presencial hasta que todo se vio truncado por la pandemia. “Al principio no sabíamos cuánto iba a durar ni cómo se iban a adaptar las notas en modalidad online. Yo estructuré todo el estudio por mi cuenta y desde abril hasta agosto estuve full”, cuenta.

Vanessa Ayala, 18 años. Este año se prepara para dar la PTU.

Hizo un cronograma, se inscribió a un preuniversitario, trabajó en todas las guías que le mandaron, estudió después de horario y asistió de forma online a todos los módulos de clase definidos por el colegio. “A veces era la única que iba, estaba toda la mañana sola con los profesores en la pantalla. Sentía que no aprendía nada, pero iba igual, estaba mentalizada en dar una buena prueba”, dice. 

Todo cambió cuando le dijeron que las guías en las que había trabajado no serían evaluadas y que sólo tendría una gran evaluación final. “Ahí fue cuando perdí el interés, sentí que todo mi estudio no había importado. Me dio pena, mucha frustración. De septiembre en adelante cumplí con todo igual, pero me preguntaba para qué hacía las cosas si no sabía qué iba a pasar conmigo. Ahí decayó mi ánimo y perdí la motivación”.

Uno de los elementos que le complica a Vanessa de tomar una decisión durante las próximas semanas sobre su futuro es que no se siente preparada. “Imagínate, tomo una decisión ahora y entro a la universidad en modo teleclases y no me gusta, me desmotivo con la carrera o congelo. Tal vez no sea porque la carrera es mala, sino porque simplemente no me adapto a estudiarla de esa forma”, reflexiona.

Cómo será la nueva PTU es algo que le preocupa a los estudiantes consultados para esta nota. “Lo he conversado con mis compañeros y nos sentimos un poco como conejillos de indias este año con la prueba y las teleclases”, comenta Isidora Ramenzoni. Ella también tiene 18 años y es compañera de curso de Vanessa. Vive con su madre, su pequeña hermana y su abuela en Quilicura. Hasta antes de la pandemia, soñaba con estudiar obstetricia. Dependiendo del acceso a la gratuidad y resultados de la PTU barajará la opción de estudiar en un preuniversitario o trabajar durante todo el próximo año para irse a vivir a Francia junto a su hermano en 2022 y estudiar gastronomía.

“Imagínate, tomo una decisión ahora y entro a la universidad en modo teleclases y no me gusta, me desmotivo con la carrera o congelo. Tal vez no sea porque la carrera es mala, sino porque simplemente no me adapto a estudiarla de esa forma”, reflexiona Vanessa.

“Al principio era súper claro lo que quería hacer, ahora tengo dudas sobre qué va a pasar durante los próximos meses. He ido cambiando y evaluando otras opciones. Igual es complejo, porque por ejemplo, este año yo pensaba entrar a una pega part time, pero si asumo un contrato afecta a nuestro registro social de hogares con que se evalúa la gratuidad”, comenta Ramenzoni.

A diferencia de Ayala, Isidora siente que el hecho de haber tenido una sola gran evaluación la libró a ella y sus compañeros de la presión de las notas, aunque no de la incertidumbre del próximo año. “No sé, yo antes pensaba entrar a la universidad, conocer gente nueva, profesores nuevos y participar, pero ahora con este tema de la pandemia no creo que sea así”.

Isidora Ramenzoni, 18 años. Este 18 de diciembre se graduará de 4to medio y aún no define qué hará durante 2020.

Carmen Luz Monsalve León es profesora de historia y orientadora en el colegio de Isidora y Vanessa. Ha trabajado con cuarto medio durante todo el año mostrándole opciones y alternativas pensando en el 2021. “Ha sido un año súper complicado para los chiquillos. Sus ánimos cambian semana a semana. Al principio asistían 15 alumnos de 40, a veces llegaba uno o dos. Como no saben qué es lo que se viene el próximo año, han perdido las ganas de estudiar, muchos están pensado trabajar o tomar un preuniversitario”, cuenta.

Hay otros que incluso consideran ambas cosas para el próximo año: trabajar y prepararse para la PTU. Ese es el caso de Felipe Piña, un joven de 17 años que vive en Molina, región del Maule. Está terminando su enseñanza media en un colegio de Curicó y desea estudiar Ingeniería Comercial. Sin embargo, determinó postergar su ingreso a la universidad para el 2022, porque no le gustaría empezar su primer año con clases online. “He conversado con varios amigos y compañeros de curso y la mayoría prefiere tomarse el año. Llegamos a la misma conclusión de que es complicado tener clases online, pues aunque esta modalidad sea muy cómoda, eso no significa que se esté aprendiendo bien con ella”.

“Ha sido un año súper complicado para los chiquillos. Sus ánimos cambian semana a semana. Al principio asistían 15 alumnos de 40, a veces llegaba uno o dos. Como no saben qué es lo que se viene el próximo año, han perdido las ganas de estudiar, muchos están pensado trabajar o tomar un preuniversitario”, cuenta la orientadora del colegio en Conchalí.

Para Felipe es complicado entender correctamente algunas de sus clases online. Dice que le cuesta concentrarse frente a una pantalla y le preocupaba que eso se replicara en su ingreso a la educación superior. “A veces, he recurrido a mis propios medios para aprender lo que no entendí. Antes, en las clases presenciales, la comunicación era rápida y era cosa de levantar la mano y preguntar, pero ahora si uno tiene dudas hay que enviarle un correo al profesor y esperar a que responda, considerando que tiene muchos otros pendientes”.

Felipe Piña, 17 años. Se graduará el próximo 15 de diciembre y decidió preparar la PTU el próximo año.

Las distracciones que enfrentan en su casa durante las clases online son una dificultad importante para algunos estudiantes. Fernando Chaparro tiene 18 años, estudia en el Colegio Santiago Emprendedores de San Bernardo y aspira a estudiar Ingeniería Civil o Ingeniería en Construcción Civil. Según cuenta, ha sido mucho más agotadora esta modalidad que la presencial. “Cuesta estudiar estando en la casa, ya que siempre hay cosas para distraerse. Por ejemplo, a veces mi mamá me asignaba quehaceres mientras escuchaba la clase y en otra situación tuve que ayudar a mis papás a trabajar para poder sobrellevar la situación de que quedaron paralizados sin trabajo”, señala. 

Por lo anterior, Fernando decidió esperar y prepararse el próximo año con un preuniversitario intensivo que le permita sacar un buen puntaje e ingresar a alguna universidad prestigiosa. Antes, ya estaba preocupado de su posible rendimiento en la PTU porque consideraba que su formación de enseñanza básica era débil, pero las circunstancias ocurridas durante los últimos meses lo terminaron de convencer.

Fernando Chaparro, 18 años. Se graduará el próximo 14 de diciembre y también decidió preparar la PTU el próximo año.

A pesar de que aún no se ha rendido la PTU, ya hay algunos estudiantes de cuarto medio inscribiéndose en preuniversitarios para el 2021. Así lo confirma Alexis Barra, director de la sede de Peñalolén del Preuniversitario Tesla, quien asegura que, a pesar de que la cantidad de alumnos matriculados este año no aumentó lo que se esperaba, cree que el próximo sí ocurrirá. “Hay estudiantes de cuarto que van a dar la prueba ahora, pero que no se sienten preparados, así que se están matriculando desde ya para el año siguiente. La mayoría argumenta que este fue un año perdido para ellos, porque sienten que aprendieron muy poco en las clases online de sus colegios”, explica.

“Cuesta estudiar estando en la casa, ya que siempre hay cosas para distraerse. Por ejemplo, a veces mi mamá me asignaba quehaceres mientras escuchaba la clase y en otra situación tuve que ayudar a mis papás a trabajar para poder sobrellevar la situación de que quedaron paralizados sin trabajo”, señala Fernando Chaparro.

La jefa del Departamento de Docencia del Preuniversitario de la Universidad Católica, Johanna Del Pino, afirma que durante el confinamiento hubo algunos estudiantes que se retiraron del preuniversitario por distintos motivos. “Algunas de las razones mencionadas por los alumnos era que querían tener sólo un programa presencial y no por streaming. Otros, considerando que las clases en el colegio estaban siendo irregulares y todo el panorama era tan incierto, decidieron que este año no se iban preparar para dar la prueba, sino que sólo iban a terminar su cuarto. A esos casos, se les dio la opción de postergar su matrícula y dejarla guardada para el próximo año”.

EL DESAFÍO DE LAS UNIVERSIDADES

Lo más complejo, según Carmen Luz, es ponderar las expectativas de los jóvenes y manejar la ansiedad. “Hay una presión que es constante y tiene que ver con cómo les irá en la prueba o si les alcanzará para estudiar lo que quieren. También está, en algunos casos, la presión de los papás. Eso se suma a que tal vez, la experiencia universitaria no va a ser cómo se la habían imaginado: amigos nuevos, independencia, clases distintas, fiestas, mayor autonomía”. 

Y es cierto. Al menos durante el primer semestre de 2021 varias universidades del Consejo de Rectores se preparan para dar inicio a un semestre que dé continuidad a la metodología online desarrollada durante 2020. La Universidad de Chile, Universidad Alberto Hurtado, Universidad de Valparaíso y Universidad Austral, consultadas para esta nota, señalaron a The Clinic que desarrollarán tres modalidades de docencia, en base a la necesidad de desarrollo de habilidades y competencias requeridas: cursos remotos a distancia 100%, cursos híbridos o mixtos donde se combina la presencialidad y la virtualidad, y cursos donde se requiera la presencia de el o la estudiante como laboratorios o prácticas.  

En el caso de la Universidad de Chile, por ejemplo, evaluarán comenzar a realizar actividades docentes presenciales – bajo las normas y orientaciones provistas por el Minsal y Mineduc- para cursos mixtos y aquellos que requieran presencialidad en los diferentes campus. En la programación 2020 – 2021, se dará prioridad al desarrollo de clases y actividades presenciales para estudiantes de primer año, que sean de tipo relacional y que fomenten la interacción entre pares y profesores/as. Ignacio Sanchez, rector de la UC, también anunció que sus planteles desarrollarán actividades de convivencia en grupos pequeños para alumnos de primer año “para que se conozcan entre ellos”. 

Casa central Universidad de Chile – A1

Sobre eso, Christian Corvalán, rector (s) de la Universidad de Valparaíso señala que “respecto a los estudiantes de primer año, queremos desarrollar algunos puntos de encuentro, pues creemos que es muy relevante para que ellos enfrenten la vida universitaria, sobretodo considerando que ellos también vienen de un año muy complejo”.

Desde la vicerrectoría académica de la UAH, apuntan que durante el 2020 hubo muchos estudiantes que tuvieron que suspender sus estudios por diversas necesidades. Es por eso que “desde la universidad estamos realizando un seguimiento cercano para apoyar a quienes suspendieron y que puedan retomar cuanto antes sus estudios. Así mismo nos estamos preparando para apoyar a los futuros estudiantes con toda la orientación e información que requiere un proceso de admisión a distancia”.

En tanto, Oscar Galindo, rector de la Universidad Austral (UACH), plantea que este 2020 ha supuesto una dificultad al sistema universitario sobretodo en lo que respecta a una baja en la matrícula y suspensión de actividades por parte de las y los estudiantes. Para el 2021 el desafío está en “lograr que la pandemia no impida que los estudiantes puedan iniciar su educación universitaria, y que los que ya la están cursando sigan adelante. Hay que invitar a las y los estudiantes a asumir el compromiso que significa tener una docencia mixta, presencial y no presencial, y verlo también como una oportunidad de aprendizaje, porque con toda seguridad a futuro el trabajo tendrá un importante componente de teletrabajo o trabajo a distancia”, asevera.

Ante un inminente primer semestre en modalidad online, Vanessa transparenta sus dudas. “Siempre me he imaginado que ser mechón, entrar a la universidad, estar en un nuevo lugar y conocer gente nueva, aunque da miedo, es emocionante y es eso lo que me motivaba a entrar a la universidad. Las clases online no generan la misma atmósfera, los ánimos decaen, creo que no podemos estar tanto tiempo solos. Una carrera universitaria es exigente y son esos vínculos los que creo que permiten sobrellevar de alguna forma esa presión. Yo tengo miedo, no quiero entrar a la universidad en el primer semestre”, sentencia.

“Hay que invitar a las y los estudiantes a asumir el compromiso que significa tener una docencia mixta, presencial y no presencial, y verlo también como una oportunidad de aprendizaje, porque con toda seguridad a futuro el trabajo tendrá un importante componente de teletrabajo o trabajo a distancia”, asevera Oscar Galindo, rector de la UACH.

Hace unos días, Carmen Luz trabajó con los alumnos en el Formulario Único de Acreditación Socioeconómica, FUAS, y esa instancia sólo llegaron 13 estudiantes de 40: “Lo que yo observo es que están súper desanimados. Ha pasado también que todas estas circunstancias (la suspensión de clases por el estallido social, la pandemia y las clases online) los chicos y chicas ya no están viendo la universidad como el único gran mecanismo para la vida”.

Carmen Luz Monsalve León, profesora de historia y orientadora del Colegio Cristóbal Colón.

Los estudiantes de cuarto medio del colegio Cristóbal Colón se preparan para su ceremonia de titulación de cuarto medio el próximo 18 de diciembre. Será presencial, con dos familiares invitados y durará sólo dos horas. “Mi sensación es que no pudimos cerrar ni un ciclo, nada. Algo quedó inconcluso para nosotros”, concluye Vanessa.

“Una carrera universitaria es exigente y son esos vínculos los que creo que permiten sobrellevar de alguna forma esa presión. Yo tengo miedo, no quiero entrar a la universidad en el primer semestre”, sentencia Vanessa.

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