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3 de Febrero de 2021

Del sueño a la pesadilla: El calvario que vive el niño que conoció a Messi tras usar una bolsa como camiseta del 10

Captura YouTube

Murtaza Ahmadi es un niño de Afganistán que en 2016, con sólo 6 años, logró conocer a su ídolo: Lionel Messi, el crack del fútbol mundial. Sin embargo, de ahí en más todo se convirtió en un calvario. La familia del pequeño comenzó a padecer hostigamientos de parte de desconocidos que creían que la "Pulga" les había regalado mucho dinero. Incluso, amenazaron con raptar al menor. Eso sí, el padre está decepcionado del astro del Barcelona: "no hizo nada por Murtaza". No obstante, ni el acoso ni el olvido opacaran el sueño cumplido del pequeño: "Amo a Messi", confiesa Murtaza.

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Su imagen dio la vuelta al mundo y emocionó a los hinchas del fútbol. Gracias a la fotografía, logró conocer a su ídolo: Lionel Messi. Sin embargo, el sueño se convirtió rápidamente en una pesadilla.

Murtaza Ahmadi es un niño de Afganistán que alcanzó la fama a través de una fotografía viralizada en redes sociales en la que viste una bolsa de plástico albiceleste, con la cual intenta emular la camiseta número 10 de Argentina perteneciente al crack del fútbol mundial, “Leo” Messi.

La imagen fue replicada por medios deportivos y amantes del balompié de todo el mundo que se conmovían ante la inocente felicidad de Murtaza. De esta manera, la fotografía llegó incluso a los ojos de su héroe. Esto motivó al futbolista a invitar al niño a un partido del FC Barcelona donde el pequeño logró conocer a su héroe, y ser feliz.

Pero de ahí en más, la vida de la familia se transformó en una pesadilla. Así lo demostró un reportaje del medio Bleacher Report, que dio a conocer cómo ha sido la vida de la familia tras el suceso.

La “bolsa” de la “Pulga”

Todo comenzó con la fotografía. Un día el hermano mayor del niño le trajo una bolsa celeste con franjas blancas, en la cual escribió el apellido de Messi y el número 10. Su hermano estaba feliz, y por ello mismo decidió subirla a Facebook.

La foto se esparció por la web y de un día a otro, todo el mundo conocía a Murtaza. La familia siguió con su vida, hasta que un día llegaron dos cajas hasta la puerta del hogar, enviadas por cercanos a la “Pulga”. “Cuando las vi por primera vez pensé que una tendría juguetes para Murtaza y la otra dólares. Pero no, eran un balón y una camiseta”, detalló Arif, el padre del pequeño.

No obstante, aquella caja detonó el hostigamiento. El rumor en los alrededores era que la familia había recibido una gran suma de dinero por parte del astro del Barcelona. Algunos se acercaban descaradamente a ellos a preguntarles por la “suculenta caja”. Pero la gota que rebalsó el vaso fue cuando les llegó una carta que amenazaba con raptar a Murtaza. La familia quiso refugiarse en Pakistán, pero las autoridades se lo negaron.

Una noticia inesperada: el llamado del ídolo

Fue en medio de esta incertidumbre cuando llegó la insólita noticia hasta el buzón de los Ahmadi: el pequeño de tan sólo 6 tendría la posibilidad de conocer al mejor futbolista del mundo. La familia viajó hasta Catar, donde el pequeño entró a la cancha de la mano de su ídolo vistiendo la camiseta del club azulgrana.

“Le dije que me quería quedar con él, que quería jugar con él. Él reía y me decía que me fuera con mi padre, pero yo no entendía su idioma”, confesó Murtaza.

Pero su padre no quedó satisfecho, el esperaba un gesto más significativo por parte del 10. “Fuimos a Doha (capital de Catar) para que él pudiera hacer algo por él, no por mí. Pero no hizo nada por Murtaza”, reveló el padre, decepcionado.

Pero, ¿por qué el padre de Murtaza esperaba algo más? “Pensamos que al ir a Doha quizás Messi sería como Cristiano Ronaldo”, explicó, aludiendo al caso de Zaid Abdul, un niño sirio que saltó a la cancha del Santiago Bernabeu junto a Cristiano Ronaldo, al igual que su hijo, sin embargo, el primero consiguió asilo en España junto a su familia, dejando atrás la guerra de su país. Un deseo que aún no pueden lograr los Ahmadi.

Del sueño a la pesadilla

Y de regreso a casa, el acoso aumentó mucho más, sobre todo luego que el menor fuese visto en la cancha nada menos que junto a Lionel Messi. En el barrio, los vecinos ahora sí que aseguraban que la familia había recibido un gran monto de dinero luego del viaje a Catar.

“Cuando volvimos la gente me decía ‘tú tienes mucho dinero, Messi te dio mucho dinero’. Me paraban camino a la escuela y me preguntaban si acaso era el pequeño Messi”, recuerda Murtaza.

Sus padres cortaron por lo sano: no lo enviaron más a la escuela ante las reiteradas amenazas de secuestro. Pero fueron más allá: lo enviaron a la casa de un tío en la capital del país, para que el chico estuviera seguro. Pero la cosa no mejoró, por el contrario, encontró más problemas.

“Había muchas explosiones, en todos lados. ¡Boom! Sonaban más o menos así”, recuerda Murtaza aludiendo a los constantes atentados que se producían en la ciudad. En consecuencia, el chico tuvo que volver junto a sus seres queridos, con prohibición de salir a jugar. El chico confiesa triste que no tiene amigos.

Sin embargo, no se arrepiente de nada, menos aún de aquella bolsa albiceleste, aquella modesta bolsa que en su imaginación era la camiseta de su ídolo, y que gracias a ella, logró tenerlo frente a sus ojos. “Me la volvería a poner, porque amo a Messi”, aseguró el pequeño Murtaza.

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