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Foto: Greta Fernández

Entrevistas

16 de Febrero de 2021

Rocío Aguirre: La vida en Madrid de una exitosa fotógrafa chilena

Lleva casi tres años en la capital española y dice parecerse a Zamorano diciendo “guay” y “mazo”. La artista, que hoy tiene más de 24 mil seguidores en Instagram, pasa por un gran momento de su carrera en la fotografía y la moda, rubros a veces no muy valorados en nuestro país: “La cultura en Chile siempre se ha visto como un hobbie. Todo lo que a uno le guste que no sea comercial es pasatiempo, y es horrible sentirse poco reconocido cuando tu crees que eres bueno en algo”.

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Recientemente, Rocío Aguirre (1989, Concepción) hizo una publicación en su Instagram para una nueva campaña de ropa Zalando donde sale caminando en una foto que parece de Street View: “Tú clavando el pin para tenerme en tus favoritos de Google Maps” escribió en el post. Y como no, la foto era paseando por una plaza de la que hoy siente como su ciudad.

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La vida de la fotógrafa hoy es en Madrid, lugar donde se siente en casa. Las razones son muchas y las enumera así: “La gente que me ha tocado conocer y con la que he interactuado son amables, les interesa lo “nuevo”, conocer de dónde eres, las fiestas que hay son entretenidas, el ambiente artístico está motivado, la arquitectura es hermosa, el metro conecta casi toda la ciudad, es seguro, siendo mujer me siento tranquila al volver sola a casa. Y no hay terremotos”.

Ha publicado en revistas como Nylon, ID y Vice y creó campañas para importantes marcas como Nike, Levi’s y Pepsi trabajando en uno de los estudios más importantes en Latinoamérica. Después de eso se dedicó a retratar a distintas personalidades y  músicos de discográficas -además de colaborar en algunos videoclips- como Universal y Sony en Chile, Reino Unido, EEUU y España tales como C. Tangana, el productor español Alizzz, la actriz Greta Fernández, Anaju, Helenia Melán y los chilenos Cami, Paloma Mami, Polimá WestCoast, Young Cister, entre otros. 

Alizzz

Se fue para allá hace un par de años, tras buenos vínculos con el influencer hispano Fernando Ojeda a quién fotografió en un viaje que hizo a Chile. Hizo contactos con gente de la música y la moda española y empezó “a sentir que todo era una señal para estar ahí”. 

– Luego, cuando ya llevaba un año en España, mi visa de estudiante había acabado y tenía que volver a Chile para hacer el trámite. No quería regresar, sentía que estaba encajando en la escena, me salieron algunos trabajos, tenía amigos que me gustaban. Siempre pedía una señal para quedarme. Una semana antes de mi pasaje, conocí al que ahora es mi novio y dije: “ésta es”. Aplacé mi pasaje indefinidamente y crucé los dedos- cuenta hoy a The Clinic.

Conversamos por mail con Rocío sobre su carrera, la pandemia y su diversidad de proyectos que ejecuta en la ciudad española. Y por supuesto, acompañamos el relato con una serie de fotografías hechas por ella misma. 

Foto: Javier Ruiz

PASIÓN EN CADA FOTO

La oriunda de la región del Biobío creció entre cámaras, lentes y luces. Sus padres trabajaban en una agencia de publicidad y le tocaba acompañarlos seguido en sus labores. “La fotografía me parecía casi magia”, dice en la biografía de su página web.

¿Qué fue específicamente lo que te marcó y que “definió” tu actividad del futuro?

– Supongo que entender que la fotografía era un oficio como cualquier otro. Esa era mi realidad. 

Estás siempre haciendo estilos variados: editoriales de moda, publicidad, trabajos con músicos, cianotipia… ¿Hay una disciplina que sea tu favorita, pasa por ciclos o te gusta hacer varias en simultáneo?

– Creo que me gusta hacer de todo. Lo que más disfruto es aprender nuevas técnicas, mezclar, y sumar lo nuevo a lo que ya sé. Por eso me gusta trabajar con gente y con amigos, siento que me enseñan cosas que me gustan. Por ejemplo, LAM (@laboratorio_artes_mixtas) es un espacio de creación en el que distintas artes se complementan entre sí. Llegué a ellos porque me ofrecieron dar un curso online de cianotipia en la cuarentena. Luego de eso nos hicimos muy amigas con Laura, participante de LAM y quien me contactó. Seguí yendo a talleres que impartían y me encantaba ir, siempre me quedaba más, viendo cómo daban otros talleres (…) de ilustración, grabado, serigrafía. Ellos están en Guadalajara (pequeña ciudad 68km. al noreste de Madrid) y cuando volvía me sentía súper inspirada. Quería complementarlo con mis fotos así que hace poco pregunté si podía hacerme parte, con el compromiso mío de hacerlo crecer para, en un futuro próximo, traerlo a Madrid, que aunque está cerca, es la capital y hay más público. En eso estamos.

¿Cuándo estás segura de disparar la cámara?

– Lo que más me importa es estar cómoda, sentir que me apasiona lo que estoy haciendo. Aunque sea un encargo o una publicidad, necesito sentirme viva cuando lo estoy haciendo.

¿Tienes una foto favorita tuya?

– Varias fotografías me gustan mucho, sobretodo por lo que significan. Cómo las que hice para mi examen de egreso donde fotografié a los primeros haitianos que llegaron a Chile tras el terremoto de su país. Aunque mi profesor me calificó mal, porque pensaba que no eran mías.

CUARENTENA CREATIVA

Cuando comenzaron las fuertes restricciones de movilidad por el Covid, Rocío estaba en México en una gira del cantante C. Tangana, su pareja. Además de acompañarlo, estaba haciendo fotos y videos registrando el día a día de “Pucho”, material que tras su odisea de volver a España lo usaron como un micro documental de cómo vivieron los comienzos de la pandemia. 

– Nos paseamos por seis países distintos, entonces (cuando volvimos) las restricciones ya eran muy severas. Yo tenía problemas con mi visado porque no habían horas disponibles para renovarlo, entonces me encontraba en un vacío legal que si querían joderme, podía pasar. Entre que tenía miedo de salir por el virus, había estado de alarma y tenía miedo de los controles, estuve sin salir de mi casa un mes y medio. Me empecé a volver un poco loca cuando me di cuenta que necesitaba mucho de otra gente para poder hacer lo que me gusta: en moda tu equipo tiene mínimo 3-5 personas. Para calmar esta ansiedad, me acordé de la cianotipia. 

¿Qué es eso?

– Una técnica de impresión por contacto que conocí en Chile y profundicé en Nueva York. Nació en 1800, consiste básicamente en una curatoría en la que a partir de la luz del sol se consigue una copia positiva de un negativo. Es barata y no se requiere un cuarto oscuro en esa época (del encierro), me venía perfecto porque era pleno verano en Madrid. 

Se motivó a conocer esta técnica una vez que revisó su book -cuando llevaba tres años de carrera- y solo veía campañas de ropa, que aunque no le parecía mal, “atentaban contra mi creatividad, no sabía aún buscar el equilibrio”. 

– Entonces tomé cursos que me hicieran volver a enamorarme de una foto. En la universidad siempre se decía “no es lo mismo, tomar que hacer una foto”. Para mí, “hacer” una foto, es hacerla con las manos, que se transforme en objetos únicos e irrepetibles.

ZAMORANO Y COMPLETOS EN MADRID

Aunque no todo fue malo en el 2020 de Rocío. A mediados de año lanzó “Helados” (Editorial Metalibro), un libro que selecciona 25 fotos de una colección de más de 40 figuras de barquillos de helado que Rocío inmortalizó en distintos lugares del mundo.  

¿Por qué helados? ¿Alguna razón en especial?

– Se fue formando solo. Nunca tuve una fijación por los helados antes y tampoco hacía fotos tampoco pensando en “Helados”, sino, más bien, en la escala de estos. Era como esa ciudad de “mundo mágico” en miniatura que nunca vi: nunca antes había visto una estatua de un helado gigante hasta el 2013 que fui a París. Cuando volví a Chile, se me había olvidado ya la sensación que me había provocado ese primer helado que tenía casi mi tamaño, y el 2018, ya en España, los vi otra vez. Empecé a hacerle fotos cada vez que veía uno y me gustaba coleccionarlas. Pasó un tiempo y cualquier parte que iba, veía uno. Al final la gente ya me enviaba cuando viajaba a otros lugares porque les recordaba a mí.

El lettering de la portada lo hizo Bryan Yonki, otro artista chileno que está en Los Ángeles. Aquí en Chile, ha habido polémica por la desprotección de “rubros culturales” durante la pandemia. ¿Cómo ves el desarrollo del arte y la cultura en Chile?

– No sé cuales son los motivos de él para haberse quedado en L.A, pero al menos en mi caso, tiene mucho que ver con esto, la decisión de irme. Yo sin conocer Madrid ni ninguna persona aquí, igual sentía que iba a ser mejor mi destino que en Chile. Me pasó con Concepción, y me da pena pensar en que “no hice nada para cambiarlo” como impulsar o crear la instancia para que se generara esa cultura que yo sentía que faltaba: no existen los museos, no hay galerías de arte, no existían carreras artísticas. Por eso me fui a vivir a la capital Santiago, pero luego de 10 años ahí, no había nada más que Chile pudiera ofrecerme, nada de lo que a mi me interesaba. Madrid es mi lugar por eso, y no sé si para todo el mundo sea igual, pero siento que la cultura en Chile siempre se ha visto como un hobbie. Todo lo que a uno le guste que no sea reconocidamente comercial es pasatiempo, y es horrible sentirse poco reconocido cuando tu crees que eres bueno en algo.

¿Qué otras cosas extrañas de tu país natal? Te he visto comiendo completos en tus historias…

– Jajajaja. Por suerte descubrí un lugar en el que son iguales, pero tienen pocas opciones. Domingo por medio voy y me como un completo o una empanada de pino. Nunca lo pensé, pero la comida es algo que extraño bastante. Es raro irse a vivir a un país donde no te gusta casi nada de la comida que ellos comen. Extraño también otras cosas: mis amigos, mi familia, el olor del asfalto mojado en verano, los dichos populares, el fanshop, etc.

Los dichos populares… Con más de dos años en Madrid, ¿ya se te pegaron expresiones españolísimas?

– Un montón, soy Zamorano. El “guay” y el “mazo” los tengo pegadísimos. Algunos amigos que me conocieron al principio, me molestan mucho cuando digo cosas, me dicen que ya estoy totalmente colonizada. Pero supongo que es normal, tengo muy poca relación con chilenos aquí y es una manera de comunicarse más fácil, aunque intento no perder el chileno del todo.

Revisa más fotos de Madrid, para artistas, publicidad o editoriales de moda hechas por Rocío:

C. Tangana
Palacio de Cristal, Parque El Retiro, Madrid.
Torre de Colón, Madrid.
Cami
Puerta de Alcalá nevada, Madrid.
Polimá WestCoast
Publicidad para Azaleia
Young Cister
Aquí, al otro lado de la cámara. Foto: Greta Fernández

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