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27 de Abril de 2021

Aróstica y Romero: los dos votos clave que definieron la dolorosa derrota del Gobierno en el TC

El Ejecutivo había dado un triunfo por sentado en el Tribunal Constitucional. Sin embargo, su requerimiento tuvo dos inesperados votos en contra que terminaron desequilibrando su ventaja.

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La última vez que el Presidente Sebastián Piñera llevó un proyecto de retiro del 10% de fondos previsionales al Tribunal Constitucional fue en diciembre del año pasado.

En aquella oportunidad, el peor escenario para el Ejecutivo era un empate que finalmente tendría que ser dirimido por la presidenta del organismo, María Luisa Brahm, conocida adherente a su gestión. Eso fue exactamente lo que ocurrió.

En efecto, por su mecanismo de nombramiento, el TC es un órgano cuoteado en términos políticos. Tres los elige el Presidente, cuatro el Congreso y cuatro la Corte Suprema. Y la correlación de fuerzas en su interior suele ser mitad oficialista y mitad opositora.

Sin embargo, para el tercer retiro hubo dos ministros que cambiaron su voto y derrumbaron la victoria que el Presidente pensaba que tenía asegurada en esta materia: Juan José Romero e Iván Aróstica.

Votación de admisibilidad de los requerimientos presentados por el Gobierno contra el segundo y tercer retiro.

ARÓSTICA Y EL PUÑAL POR LA ESPALDA

Iván Aróstica es un abogado estrechamente ligado a la historia de la derecha. En su juventud formó parte del Movimiento Gremial de la U. Católica y fue un reconocido admirador de Jaime Guzmán. En el mundo del derecho, era uno de los pupilos del abogado Eduardo Soto Kloss, conocido por sus posturas pinochetistas y antimarxistas. Además, durante la Dictadura, llegó a ser director de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena).

En el primer gobierno de Sebastián Piñera, fue nombrado ministro del TC por el propio Presidente para reemplazar al renunciado José Luis Cea. Tres años después fue ratificado en el cargo por el Ejecutivo, junto a María Luisa Brahm. De ese organismo llegaría a ser presidente entre 2017 y 2019.

El ministro del Tribunal Constitucional, Iván Aróstica, se retira, tras la resolución por parte de TC al retiro del proyecto de 10% de los fondos previsionales.
Foto: Cristóbal Escobar / Agencia UNO

Se había mantenido alineado con el oficialismo, hasta esta mañana, cuando al llegar a las dependencias de Huérfanos #1234 habló con la prensa y puso en duda la victoria del Gobierno. “Han ocurrido cosas nuevas desde el 30 de diciembre hasta la fecha, por lo tanto, todos podemos tener un voto distinto, hay muchos antecedentes que considerar”, dijo.

“El punto central no es quién hace la ley, el punto central es qué tiene que hacerse para solucionar los problemas de la gente”, fue la frase que sirvió como antesala a una votación de 7 contra 3 que terminó sepultando cualquier opción del Gobierno.

EL SILENCIOSO ROMERO

El ministro Juan José Romero es hijo del ex senador de RN, Sergio Romero, fue formado en la Escuela de Derecho de la U. Católica y llegó al TC nombrado por el Congreso en 2013, donde naturalmente formó parte de su ala conservadora.

No obstante, es conocido por cultivar un bajo perfil, lo que lo convierte más bien en el ministro más impredecible del Tribunal Constitucional. Si bien se ha alineado con la derecha en casos claves, como causas de Derechos Humanos o el fraude en el Ejército, también suele incluir sus propios matices en los fallos, tal como ocurrió con el proyecto que ampliaba las facultades del Sernac.

Juan José Romero, ministro del Tribunal Constitucional. Foto: Agencia UNO

De hecho, durante la discusión del segundo retiro, Piñera sufrió con su voltereta. El ministro Romero primero votó a favor de admitir el requerimiento, sin embargo, al revisar el fondo de las acusaciones, terminó votando en contra.

En aquella oportunidad, el Presidente sólo se salvó del papelón porque el ministro José Ignacio Vásquez también cambió su voto. Sin embargo, Romero dejó su huella en el fallo, dejando constancia de que su voto era particular, en base a “una línea argumentativa autónoma” y no descartaba lo que pudiera ocurrir a futuro con nuevos retiros.

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