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Entrevistas

1 de Julio de 2021

Jorge Pizarro, senador DC: “Si la centro izquierda actuara con madurez, Yasna Provoste podría encabezar la primera vuelta”

Reticente, el senador DC considera que una primaria convencional va a “debilitar” el liderazgo de Yasna Provoste. En esta entrevista, uno de sus hombres más cercanos ahonda en el difícil momento de su sector. “Aquí hay partidos que tienen que asumir su responsabilidad. No es fácil reconstruir la unidad”, dice.

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El senador Jorge Pizarro es un dirigente histórico de la Democracia Cristiana. Hoy es apuntado como parte del círculo de hierro de Yasna Provoste, el nombre que empezó a subir como la espuma en las encuestas presidenciales. 

Se dice que Pizarro es una suerte de “factótum” que estaría detrás de los lineamientos de la candidatura presidencial de la actual presidenta del Senado. Él lo niega. Dice que en política se especulan muchas cosas. “Se habla de operaciones, de que se preparó una cosa en torno a ella. No hay nada de eso. El fenómeno que se ha generado en torno a Yasna Provoste no es una cuestión planificada. Surgió de su forma de hacer política, de su coherencia. Su liderazgo ha generado confianza, credibilidad en distintos sectores de la sociedad. No obedece a ninguna estrategia”, afirma.

Pero eso que podría ser una buena noticia para el mundo de centro izquierda, circula como aire pesado. Hay nerviosismo, tensión y nudos que no se logran resolver. Los socialistas quieren una primaria para que su candidata Paula Narváez mida fuerzas con Yasna Provoste. Pero la senadora ha sido firme en marcar sus ganas y sus tiempos. “Hay decisiones que ella no ha tomado todavía -dice Pizarro-. Y tienen que ver con generar algunas condiciones que aún no se han dado”.

¿Qué condiciones, senador? ¿Qué es lo que está esperando Yasna Provoste?

-Lo primero es entender que el país está viviendo una aguda polarización entre sectores diametralmente opuestos. Pero ninguno de ellos garantiza gobernabilidad. Hoy existe una gran mayoría del país que quiere transformaciones, pero con estabilidad. Por eso tenemos la responsabilidad de plantear una alternativa real de gobierno. 

-Todos están jugados en ser una alternativa real de gobierno. ¿Qué tendría de distinto la senadora Provoste?

-Ser una alternativa responsable que garantice que se harán los cambios necesarios, pero con capacidad de gobernar. Es ahí donde el liderazgo de Yasna Provoste se potencia. Ella tiene apoyo transversal. Va más allá de los partidos políticos. Su tipo de liderazgo, su forma de hacer política es muy distinta a la de los liderazgos tradicionales. Por lo pronto, muy distinta a una candidatura como la de Daniel Jadue, que es autoritaria, muy desde el “yo todo lo puedo o yo todo lo sé”.

-¿Le parece omnipotente?

-Claro, y eso le ha empezado a hacer ruido a mucha gente. Yasna tiene una historia personal que la gente valora. Es creíble y capaz de convocar. Es percibida como un liderazgo autónomo de los partidos. Ese es un capital gigantesco.

“Ser una alternativa responsable que garantice que se harán los cambios necesarios, pero con capacidad de gobernar. Es ahí donde el liderazgo de Yasna Provoste se potencia. Ella tiene apoyo transversal. Va más allá de los partidos políticos”.

-¿Y eso será bueno o malo? Porque para asegurar gobernabilidad, tendrá que contar con los partidos.

-Sí. Pero lo primero es generar condiciones que permitan la unidad para un proyecto en conjunto. Esas condiciones todavía no están claras ni definidas. Y eso, que puede parecer de perogrullo, no es tan fácil. Hemos tenido que ir reconstruyéndolo después de la cadena de malas decisiones que tomaron las directivas de los partidos políticos. Es un hecho no menor.

¿Pero hasta cuándo es sostenible la situación de Yasna Provoste? Hoy la izquierda y la derecha están en pleno debate, desplegados. Ustedes en la centro-izquierda están ausentes. 

-Bueno, no estamos presentes porque algunas directivas tomaron la decisión de no participar en primarias. Y lo que es más grave es que trataron de condicionar las decisiones de otros partidos. Luego dijeron que se iban a participar a las primarias de otro sector y de allá los echaron. Entonces, aquí hay partidos que tienen que asumir su responsabilidad. Por eso te digo que no es fácil reconstruir la unidad.

-¿Todavía quedan cuentas pendientes con los partidos de la centro izquierda?

-…Cuando se rompen las confianzas, cuesta mucho recuperarlas.  Además, el punto es qué sentido tiene seguir planteando candidaturas individuales -por respetables que sean-, si no hay una propuesta consistente detrás. Esto no es llegar de la noche a la mañana y decir: “Me cambio de caballo y como me fue mal por allá, me vuelvo para acá”. No, la cosa no es así.

-Para entender, ¿qué podría reparar la confianza con el PS?

-Lo importante es que, si queremos ser una alternativa real de gobierno, en la centro-izquierda necesitamos ir muchísimo más allá de los partidos. Es ahí donde está la fuerza que ha ido adquiriendo el liderazgo de Yasna Provoste. Si no, estaríamos en una primaria con los liderazgos que ya estaban definidos.

“Esto no es llegar de la noche a la mañana y decir: ‘Me cambio de caballo y como me fue mal por allá, me vuelvo para acá’. No, la cosa no es así”.

-¿Pero no es mejor hacer una primaria entre ustedes para dirimir?

-Es que el tema procesal de cómo elegir un liderazgo, tiene que ser en función de otros objetivos como acordar un horizonte común. La pregunta es:  ¿Queremos potenciar un liderazgo o queremos minimizarlo? Ya no estamos en las primarias legales. Fue un error político estratégico enorme. El debate se está llevando en los extremos y nuestra alternativa, que es la única que da gobernabilidad, no está presente. ¿Y por qué? Por los errores de los partidos. Eso es lo primero que hay que superar. Y esto no se pega así, sólo con saliva, tiene que haber algo un poco más profundo. 

Yasna

-¿Y cuales serían los mínimos comunes?

-Lo mínimo que se requiere es reconstruir un relato del cual todos nos sintamos parte. Luego tienen que haber propuestas programáticas. Y un tercer punto, que es evidente para garantizar gobernabilidad, es construir un acuerdo de lista parlamentaria que respalde al gobierno. 

“Ya no estamos en las primarias legales. Fue un error político estratégico enorme. El debate se está llevando en los extremos y nuestra alternativa, que es la única que da gobernabilidad, no está presente. ¿Y por qué? Por los errores de los partidos”.  

LAS ESQUIVAS PRIMARIAS

-Muchos se preguntan por qué Yasna Provoste no quiere participar en primarias. Dicen que en el nuevo Chile, las candidaturas deben dirimirse con la gente y no en las cúpulas.

-Mira, yo no escuché ese discurso en el PS ni en la candidatura de Paula Narváez cuando a Heraldo Muñoz no lo dejaron competir en primarias. ¿Paula Narváez dijo: “No. Yo no recibo este apoyo porque el objetivo es hacer primarias”? Primero, le dijeron a Heraldo: “Señor, no hay primaria”. Segundo, los vetaron del otro lado. Y tercero, lo obligaron a bajarse en favor de Narváez. ¿Alguien dijo que era importante hacer primarias? No lo escuché. Y la que recibió ese apoyo quedó feliz de la vida. 

-Pero ahora tienen la voluntad de hacer una primaria…

-Es lo que todos queríamos. Nosotros definimos nuestra candidatura en primarias abiertas. El PPD también lo hizo, pero en el caso de Narváez no hubo elección interna. Fue nombrada desde Ginebra y luego por su partido, cosa que me parece legítima. Yo me pregunto si pensar ahora en una primaria convencional, controlada por los partidos, con participación sólo de los militantes, ¿potencia un liderazgo que tiene que ser transversal? A mí me parece que es un error.

-¿Por qué?

-Porque es atentar contra el liderazgo que queremos potenciar.

“Yo me pregunto si pensar ahora en una primaria convencional, controlada por los partidos, con participación sólo de los militantes, ¿potencia un liderazgo que tiene que ser transversal? A mí me parece que es un error”.

-¿Cree que el liderazgo de Provoste se puede achicar, afectar en una primaria?

-Obviamente. Y eso va más allá del tema del procedimiento. Porque en la antigua Concertación hemos usado todas las fórmulas: acuerdos, primarias de distinto tipo. Mira, cuando Soledad Alvear vio que Michelle Bachelet tenía un mejor posicionamiento, ella no dudó un segundo en decir: “Michelle tiene la mejor opción. Vamos todos juntos sobre la base de una propuesta común”. Había que unir fuerzas para que no ganará la derecha. Bueno, eso es lo que se hace en política cuando uno tiene planteamientos colectivos.

Entonces, ¿están esperando que Paula Narváez se baje y decline en favor de Provoste?

-No, yo no he dicho eso. Esas decisiones las tomarán las direcciones de los partidos. Ahí no me meto. Tú me estás pidiendo una opinión personal y yo te estoy dando mi opinión de cómo veo las cosas. Puedo estar absolutamente equivocado.

Disculpe, pero cuando usted da ese ejemplo, algo está queriendo decir. No es un ejemplo superficial. Es un gesto político mayor.

-Por supuesto. Y fue decisión colectiva, no sólo personal. Pero, insisto, son decisiones que toman los partidos. ¿Quién soy quién para decirle a Carlos Maldonado, Paula Narváez o a Yasna que hagan tal o cual cosa? No. Esa es una evaluación de realismo político que le corresponde a las directivas.

-¿Las candidaturas presidenciales no se legitiman en primarias?

-Te hago la pregunta al revés. ¿Se legitimaron los liderazgos que se definieron en primarias para este mismo proceso? ¿El alcalde Jadue hizo primarias? 

Jadue es el candidato de un solo partido.

-Yo creo que la primaria en sí misma no te garantiza nada. Es un procedimiento. Jadue no hizo primarias y sin embargo tiene la primera opción en la extrema izquierda. ¿Y en la derecha quién hizo primarias? Joaquín Lavín fue nominado por el Consejo del partido porque, al final, Evelyn Matthei se bajó. Mario Desbordes, Sebastián Sichel, Ignacio Briones no se eligieron en primarias. En nuestro mundo, Heraldo Muñoz y nosotros hicimos primarias, pero ni Maldonado ni Narváez fueron elegidos en primarias. 

-O sea, ¿las da por descartadas?

-Lo que digo es que transformar el tema de las primarias en la gran cosa no va a resolver los problemas ni la situación en la que estamos. En una primaria convencional, sólo vamos a poder movilizar a a los militantes. ¿Eso nos da la amplitud para que este nuevo liderazgo sea una opción real? Yo creo que no. Que la va a limitar, la va debilitar, a dejar constreñida a la cosa chica de los grupos internos partidarios. 

-No hay tanto tiempo tampoco. Si quieren ser opción, tendrán que apurarse un poco, ¿no?

-Es cierto, pero hay que darse el tiempo para tener un proyecto en común. Y eso pasa necesariamente por definiciones programáticas y un acuerdo parlamentario que garantice gobernabilidad. ¿Para quién? Para el liderazgo que definamos. La responsabilidad de eso está en los partidos. No en las candidaturas. O sea, no es responsabilidad de Paula Narváez ni de Yasna Provoste ni de Carlos Maldonado la situación en la que están.  

“Lo que digo es que transformar el tema de las primarias en la gran cosa no va a resolver los problemas ni la situación en la que estamos. En una primaria convencional, sólo vamos a poder movilizar a a los militantes. ¿Eso nos da la amplitud para que este nuevo liderazgo sea una opción real? Yo creo que no”.

-¿Quién corta el queque, entonces?

-Es una responsabilidad de los partidos. Somos las dirigencias políticas las que debemos generar condiciones para que la expresión de este liderazgo presidencial sea sobre bases sólidas y pueda transformarse en alternativa real de gobierno. El país lo necesita.

-¿Y realmente va encaminado ese diálogo?

-Requiere de un poco de tiempo para madurar… No creas que soy muy optimista. Hemos cometido tantos errores. Yo me doy cuenta que es difícil lo que estamos viviendo. Ojalá lo podamos lograr. Es un acto de responsabilidad política y ética. Las mayorías ciudadanas buscan un proceso transformador, pero que sea sostenible. 

PRIMERA VUELTA

-En los 90 la DC actuó hegemónicamente. Al tener hoy una carta mejor aspectada, ¿la DC podría imponer sus criterios?

-No, para nada. Por eso que es tan importante reconstruir confianzas y sentirte parte de un proyecto que avanza hacia una mayoría. Eso hay que reconstruirlo porque está muy deteriorado al interior de todos los partidos. Hoy tenemos que hacer las cosas de una manera completamente distinta y tomar las decisiones con altura de miras, con generosidad y con visión de Estado. 

-No son pocos los que están planteando que la primera vuelta se podía dirimir entre Yasna Provoste y Daniel Jadue ¿Lo ve probable? 

-Si la dirigencia de la centro izquierda actuara con madurez política, con generosidad y convicción de país, no me cabe duda que Yasna Provoste podría encabezar el resultado de la primera vuelta. Y, para ser franco, si ella encabeza la primera vuelta, no hay mucha diferencia si el otro que llega es de extrema izquierda o de derecha. 

-¿Cómo que no hay diferencia?

-No, porque en una segunda vuelta la gente va a buscar gobernabilidad. 

¿Y quién sabe quién asegura la gobernabilidad? -Tal como estamos, ninguno da esa garantía. Tienes razón. No lo da ni la derecha, ni la izquierda dura.

“Si la dirigencia de la centro izquierda actuara con madurez política, con generosidad y convicción de país, no me cabe duda que Yasna Provoste podría encabezar el resultado de la primera vuelta. Y, para ser franco, si ella encabeza la primera vuelta, no hay mucha diferencia si el otro que llega es de extrema izquierda o de derecha”.

Y la centro-izquierda tampoco. No han logrado llegar a ni un acuerdo.

-Es un hecho de la causa que, tal como está la situación política hoy día, ninguno de los partidos de la centro-izquierda está en condiciones transformarse en alternativa de nada. No queda otra que construir las condiciones para que esa posibilidad remota, que hoy día no garantiza nadie, pueda transformarse en una alternativa seria, progresista, democrática, abierta, transformadora.

Si logran ser mayoría, ¿van a necesitar a la izquierda de Jadue y de Boric?

-La pregunta tiene que ser al revés; si nosotros no somos mayoría es porque la izquierda dura se transformó en mayoría. Y ahí serán ellos los que nos necesiten a nosotros. Mi impresión es que si nosotros no construimos unidad y no tomamos las decisiones que debemos tomar, es muy probable que sea la izquierda dura la que sea alternativa.

-¿Y ustedes sumándose hacia allá?

-Habrá que ver qué es lo que pasa y quién es quién. En la segunda vuelta no deciden los partidos. Deciden los ciudadanos. 

 

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