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Opinión

13 de Diciembre de 2021

Aprobado con observaciones: análisis internacional del programa de Gabriel Boric

La imagen muestra a Paulina Astroza y Paula Cortés frente a una bandera de Chile y el mapa mundi

El programa internacional planteado por el candidato Gabriel Boric es una verdadera hoja de ruta para el próximo ciclo de la política exterior chilena. Es un programa multidimensional, macizo y, sin duda, vanguardista.

Paulina Astroza y Paula Cortés
Paulina Astroza y Paula Cortés
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La candidatura de Gabriel Boric ha presentado dos programas de gobierno. Un primer documento fue elaborado para las elecciones primarias presidenciales. Otro documento fue publicado días antes de la primera vuelta presidencial. En cuanto a la política exterior, en ambos dedicó un capítulo especial al tema.

Si bien quienes estudiamos el ámbito internacional sabemos que las elecciones en ningún país del mundo -ni siquiera en Estados Unidos- se ganan por la propuesta que un candidato presente en el ámbito internacional, es cierto que éste tiene mucha importancia debido a la cada día más delgada separación entre los ámbitos doméstico e internacional. Es interesante ver cómo día a día la ciudadanía ha ido entendiendo la relevancia que pueden tener en sus vidas las decisiones internacionales que adopte su gobierno.

Entre los dos programas de Boric hubo modificaciones importantes, tal como la eliminación de referencias que fueron polémicas, particularmente la relacionada con la revisión de algunos tratados internacionales. En el segundo documento, se expresa de mucho mejor forma la idea que varios integrantes de su comando, y el mismo candidato, aclararon en medios de comunicación, señalando textualmente: “(…) propiciaremos, a través de los mecanismos ya existentes y cuando sea necesario, la actualización y modernización de nuestros tratados comerciales, para enfrentar con mejores herramientas los desafíos globales que amenazan nuestro bienestar. Estas iniciativas se realizarán respetando la institucionalidad, el derecho internacional y las cláusulas de los propios tratados, y siempre que exista acuerdo mutuo entre las partes”.

A modo de comparación entre los actuales programas de Kast y Boric, en el programa de éste último la palabra “internacional” es mencionada en más de 20 ocasiones. Distintos temas hablan de “informes internacionales”, “experiencias internacionales” o “redes internacionales”. A diferencia del programa del candidato del partido republicano, Boric sí incorpora ideas de política exterior en sus programas. A continuación analizaremos las ideas propuestas en esta materia en el programa actual del candidato del pacto Apruebo Dignidad.  

El programa parte señalando que “La política exterior chilena debe transitar, con urgencia, hacia un nuevo ciclo político. Nuestro estatus internacional puede  fortalecerse mediante  una  cooperación flexible, concertada y sustentable”. Por lo tanto, la propuesta de Boric parte de la base que es necesario avanzar más en temas internacionales, acentos y enfoques, de lo que tradicionalmente se venía haciendo desde el término de la dictadura.

A diferencia del programa del candidato del partido republicano, Boric sí incorpora ideas de política exterior en sus programas.

Se proponen cuatro pilares fundamentales, “que serán los ejes transversales para todas las acciones de nuestro país en el ámbito internacional: nuestra política exterior debe ser promotora del multilateralismo, emprendedora, feminista y turquesa”.  

En cuanto al primer eje, se establece que la Política exterior es promotora del multilateralismo. “Nuestro país recuperará su vocación multilateralista, su prestigio y su legitimidad internacional. Nuestro Gobierno promoverá agendas de futuro, en base a una vocación latinoamericanista desde el sur global, respetuosa de los derechos humanos, del derecho internacional, de la cooperación, de los tratados internacionales y la sustentabilidad. La integración y cooperación regional se basará en aspectos económicos, sociales y culturales, bajo criterios de reciprocidad y solidaridad, para propender a una buena convivencia entre países”.  

En gran medida, estas ideas reafirman principios de la política exterior de Chile desarrolladas desde hace décadas, como un acervo político-diplomático de nuestro país. La actual administración Piñera se ha alejado de estos principios mencionados no sólo en el programa de Boric, sino que en documentos oficiales del Ministerio de RR.EE. Incluso el hecho de que hayan desfilado por Cancillería 3 Ministros de RREE en un mismo mandato presidencial, supone una rareza al menos en cuanto al período post dictadura.

La propuesta de Boric parte de la base que es necesario avanzar más en temas internacionales, acentos y enfoques, de lo que tradicionalmente se venía haciendo desde el término de la dictadura.

El programa de Boric puntualiza que “en un contexto de incertidumbre internacional, la estrategia más adecuada para países como el nuestro es el  fortalecimiento de sus redes bilaterales, multilaterales y globales.  En consecuencia, la promoción de mecanismos de concertación regional será clave para brindar mayor dinamismo a nuestra política exterior, fortaleciendo las cadenas regionales de valor, la diplomacia subnacional y la representación de la diversidad de culturas y naciones del país”. Es importante destacar este último aspecto porque ningún programa de gobierno (hasta las campañas presidenciales de este año), había mencionado a las regiones como actores internacionales, no obstante que existe en la práctica una importante actividad internacional de Municipalidades y Gobiernos Regionales, agregando además a la sociedad civil. Bien hace el programa en disponer expresamente que la diplomacia subnacional (o paradiplomacia o internacionalización de las regiones y municipios) será un tema en la política exterior de un eventual gobierno de Gabriel Boric.

Interesante es el concepto de “política exterior emprendedora” que incorpora el programa como segundo eje de trabajo en materia de política exterior y relaciones internacionales. Al respecto, señala: “La política exterior del nuevo ciclo político profundizará los espacios de autonomía estratégica del país. Esto significa que Chile no puede actuar aislado de su región, mucho menos si las principales amenazas que enfrentamos son de carácter transnacional”.

La autonomía estratégica es un concepto en desarrollo principalmente en Europa que, adaptada a la realidad de la región de América Latina, cobra todo sentido ante las amenazas que los Estados ya están enfrentando. En relación a esto puntualiza que “las estrategias de cooperación deben estar mediadas por el máximo grado de negociación y entendimiento posible. Para lograr este objetivo se requiere el despliegue de una diplomacia emprendedora. Esto implica la coordinación de nuestras estrategias internacionales con las de desarrollo nacional, potenciar la capacidad propositiva y de innovación de nuestro cuerpo diplomático y construir consensos regionales y globales ad-hoc, como es el caso del Acuerdo de Escazú y el Pacto Migratorio”. Estos dos compromisos son muy relevantes. Basta sólo recordar que el actual gobierno no firmó el mencionado tratado americano sobre justicia, transparencia y participación ambiental -del que Chile fue promotor- y se abstuvo de apoyar la declaración sobre migración de la Asamblea General de la ONU, dejando nuestra “silla vacía” en la Conferencia de Marrakech -en la que Chile ostentaba la vicepresidencia-. Ambos hechos forman parte de los episodios más oscuros de la administración internacional de Sebastián Piñera.    

La actual administración Piñera se ha alejado de estos principios mencionados no sólo en el programa de Boric, sino que en documentos oficiales del Ministerio de RR.EE. Incluso el hecho de que hayan desfilado por Cancillería 3 Ministros de RREE en un mismo mandato presidencial, supone una rareza al menos en cuanto al período post dictadura.

Como un tercer aspecto de la Política Exterior propuesta en el programa de Gabriel Boric encontramos la “Política exterior feminista”, estrategia desarrollada con éxito por varios gobiernos en el mundo. Sobre este punto, el programa señala: “Sabemos que la falta de mujeres en la carrera diplomática y en posiciones estratégicas dificulta el diseño de políticas públicas inclusivas y respetuosas con los derechos humanos. Ningún asunto internacional (migración, cambio climático, crisis económicas, etcétera) se puede resolver sin una sólida perspectiva de género”.

Gabriel Boric promete que en su gobierno se realizará “un proceso participativo desde el Ministerio de Relaciones Exteriores para definir e implementar una Política Exterior Feminista, que tendrá como objetivo institucionalizar y transversalizar el enfoque de derechos humanos, la perspectiva de género y la interseccionalidad”. Promete buscar “implementar transformaciones estructurales al interior de la Cancillería, incorporando una visión feminista a favor de la igualdad de género en las distintas dimensiones del trabajo ministerial (consular, comercial y político), y diversificando los énfasis temáticos de nuestra política exterior en plataformas regionales y multilaterales. Se establecerán acciones  afirmativas  para  corregir desigualdades históricas, avanzar hacia una Cancillería paritaria, garantizar la pluralidad en los distintos espacios de incidencia política y priorizar la igualdad de género en la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores y sus representaciones en el extranjero”.

Como cuarto eje de la propuesta internacional, el programa de Boric plantea la “Política exterior turquesa”, prometiendo que “buscará transversalizar las agendas de lucha y mitigación contra la crisis climática y ecológica global (componente verde) y las agendas de protección y administración del océano (componente azul). Se trata de un enfoque transformador para que Chile se consolide como un referente internacional en la lucha contra la degradación ambiental, y para contrarrestar los impactos negativos y regresivos de la crisis climática, enfatizando los graves costos económicos y humanos de la inacción y el negacionismo. Se privilegiará esta agenda como una estrategia país de conservación de la biodiversidad y de administración de los bienes comunes globales, que se contrapone a la lógica extractivista que ha caracterizado los modelos de desarrollo de los países de la región”.

El programa internacional planteado por el candidato Gabriel Boric es una verdadera hoja de ruta para el próximo ciclo de la política exterior chilena. Es un programa multidimensional, macizo y, sin duda, vanguardista. En el papel, el programa de Boric aprueba con distinción la tarea de plantear una política exterior robusta para Chile. Sin embargo, el único problema que se observa nace de la misma ambición del programa: probablemente no sólo se necesiten más de cuatro años para implementar dichas propuestas, sino que la actual configuración del Congreso hace difícil creer que algunas de ellas siquiera lleguen a ver la luz. No obstante lo anterior, se agradece la seriedad y dedicación con la que la candidatura ha abordado el tema internacional. Lograr instaurar al menos los cimientos de los pilares propuestos, supondría ya un gran avance en la política exterior de nuestro país.

*Paulina Astroza Suárez y Paula Cortés González son abogadas y académicas de Derecho Internacional en la Universidad de Concepción y la Universidad de Chile, respectivamente.

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