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Opinión

21 de Diciembre de 2021

Columna de Isabel Serra: Suelten las micros

La imagen muestra a Isabel Serra frente a un auto con el mensaje "a votar". Agencia Uno

La ciudad es el espacio donde se ejercen los derechos humanos y la movilidad urbana y rural determina el acceso y goce a estos derechos que son indivisibles y en donde el principio de interdependencia obliga a entenderlos integralmente, donde todos tienen la misma importancia, y en donde la ciudadanía puede exigir el cumplimento de estos ante las autoridades.

Isabel Serra Benítez
Isabel Serra Benítez
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Era de conocimiento público que en primera vuelta el déficit de Transantiago había afectado la votación en comunas periféricas y populosas, desde esta perspectiva, se había advertido tempranamente la necesidad de fortalecer el transporte público para el domingo 19 de diciembre, día de la segunda vuelta.

Lamentablemente, el derecho a voto y el derecho a la movilidad fueron afectados, el gobierno no estuvo a la altura, con un promedio de 40% menos de buses circulando respecto a un día laboral durante el último domingo antes de navidad, un día estratégico, de alta circulación y altas temperaturas.

El domingo fue caótico, desde primeras horas de la mañana, la falta de buses se hizo evidente, los reclamos de la ciudadanía empezaron a colmar radios y televisión, la poca oferta y la falta de organización en torno a los locales de votación generó tacos interminables que se extendieron por las ciudades. La autoridad confundida no supo cómo responder a las exigencias del día, se emitieron respuestas de carácter técnico que se contraponían con las imágenes televisadas de terminales de buses llenos e inmóviles.

Los testimonios eran humillantes, la mayoría, personas humildes, jóvenes y tercera edad en las calles, que esperaron varias horas, sin que el calor y el tedio les impidiera perder las ganas de ir a votar. Hasta que se gestó la épica del día, el llamado fue que para que en la segunda oleada de votantes las personas que pudieran pusieran a disposición sus autos, taxis, colectivos y micros para descongestionar los paraderos atochados, llevando a los y las votantes hacia los locales de votación.

El derecho a voto y el derecho a la movilidad fueron afectados, el gobierno no estuvo a la altura, con un promedio de 40% menos de buses circulando respecto a un día laboral durante el último domingo antes de navidad, un día estratégico, de alta circulación y altas temperaturas.

#Sueltenlasmicros fue tendencia mundial, y mientras todo el mundo nos observada, miles de personas salían a ayudar a sus vecinos, vecinas, desconocidos que trataban de ayudar a ejercer el derecho a voto a sus conciudadanos, y a partir de la falta de regularidad y frecuencia del transporte público, observamos imágenes de solidaridad, cariño y tenacidad que hace tiempo no veíamos, el espíritu de la jornada estuvo coronada por acciones individuales que construyeron el imaginario colectivo.

Comprender esta perspectiva es importante, la ciudad es el espacio donde se ejercen los derechos humanos y la movilidad urbana y rural determina el acceso y goce a estos derechos que son indivisibles y en donde el principio de interdependencia obliga a entenderlos integralmente, donde todos tienen la misma importancia, y en donde la ciudadanía puede exigir el cumplimento de estos ante las autoridades.

Desde los derechos civiles y políticos donde se identifican entre otros, el derechos de participación en la vida civil y política; como el derecho de sufragio, protección de la honra y la dignidad, el derecho de circulación y la igualdad ante la ley, y desde la perspectiva de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) que buscan la satisfacción de necesidades básicas de las personas, y comprenden la perspectiva del derecho a la ciudad.

Los testimonios eran humillantes, la mayoría, personas humildes, jóvenes y tercera edad en las calles, que esperaron varias horas, sin que el calor y el tedio les impidiera perder las ganas de ir a votar.

Un nuevo ciclo comienza, y en contextos de alta desigualdad, discriminación e incertidumbre, es necesario hacer los mayores esfuerzos para que la perspectiva de derechos humanos en el territorio prevalezca no solo en la toma de decisiones de las autoridades, si no que en lo cotidiano y pedestre como en la posibilidad de tomar una micro y que tu viaje a destino sea seguro, expedito e inclusivo y en esto la discusión sobre el derecho a la movilidad es fundamental.

*Isabel Serra es académica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Diego Portales e investigadora del Laboratorio Ciudad y Territorio de la misma institución.

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