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Opinión

7 de Marzo de 2022

Columna de Elisa Cabezón: Compatibilizar empleo y familia, tarea de todos

La imagen muestra a Elisa Cabezón frente a mujeres trabajando

Direcciones en que debemos avanzar para una mayor equidad de género deben ser muchísimas, imposibles de abarcar en una columna. Me centraré sólo en una de ellas, reconociendo que es una mirada limitada, sólo una arista del desafío. Como economista hablaré del mercado laboral y sobre una de las barreras que dificulta a las mujeres su participación en él.

Elisa Cabezón
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Otro 8 de marzo llega. Otro día en que se conmemora la lucha de las mujeres por sus derechos y participación en la sociedad. The Clinic me pidió hace unos días que escriba sobre este hito desde “mi perspectiva como economista”. Ufff… difícil tarea escribir una columna sobre una causa social que año a año impulsa a millones de mujeres alrededor del mundo a alzar la voz.

Cada mujer tiene su propia experiencia, su propia historia, su propia lucha. Direcciones en que debemos avanzar para una mayor equidad de género deben ser muchísimas, imposibles de abarcar en una columna. Me centraré sólo en una de ellas, reconociendo que es una mirada limitada, sólo una arista del desafío. Como economista hablaré del mercado laboral y sobre una de las barreras que dificulta a las mujeres su participación en él.

En mi primera pega, mi jefa fue una mujer bien capa que me contó una experiencia que me impresionó: “Cuando comencé a postular a empleos tenía tres hijos. En las entrevistas percibí que el hecho de tener tres niños de pocos años me restaba puntos, ya que suponían que como madre gran parte de mis energías estarían en mi hogar y en mis hijos, en vez de estar 100% enfocada en la pega. Para mi pareja el efecto fue el opuesto. Postular a empleos con tres niños era una ventaja para él, pues sus jefes asumían que un padre de tres se dedicaría full a su trabajo para poder mantenerlos bien”.

La mayor atribución de las responsabilidades domésticas y del cuidado de los hijos a las mujeres, se traduce en un impedimento para su inserción laboral. Los datos lo confirman. La Encuesta Nacional de Empleo en el año 2019 (prepandemia) muestra que el porcentaje de la población que se mantiene inactiva y no está disponible para trabajar debido a responsabilidades familiares, es enormemente mayor en mujeres (15,11%) que en hombres (0,56%).  Y si sólo consideramos a la población que trabaja, la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2015 señala que las mujeres trabajadoras le dedican tres horas diarias más que los hombres a las tareas domésticas.

La Encuesta Nacional de Empleo en el año 2019 (prepandemia) muestra que el porcentaje de la población que se mantiene inactiva y no está disponible para trabajar debido a responsabilidades familiares, es enormemente mayor en mujeres (15,11%) que en hombres (0,56%)

La pandemia confirmó esta fuerte barrera para la incorporación de las mujeres al mundo laboral. Durante la crisis sanitaria, el porcentaje de personas que perdieron el empleo fue mayor en mujeres que en hombres. ¿Por qué las mujeres salieron más del mercado laboral que los hombres? Debido al cierre de colegios, jardines y salas cunas, los niños menores debieron quedarse en casa. Adivinen quiénes tuvieron que asumir la responsabilidad de cuidarlos. Los datos de empleos muestran que prácticamente la totalidad de la mayor salida laboral femenina durante la crisis estuvo explicada por la presencia de menores de edad en los hogares.

Si queremos una mayor participación laboral de las mujeres, debemos avanzar en que el peso de la crianza no caiga sólo sobre nosotras y se comparta entre los dos padres. Para esto es esencial que ambos, mujeres y hombres, puedan compatibilizar trabajo y familia. Algunas políticas públicas que ayudan es una sala cuna universal que reparta los costos de su financiamiento entre los trabajadores hombres y trabajadoras mujeres por igual. Mejorar el posnatal de los hombres también va en la dirección correcta.

Algunas políticas públicas que ayudan es una sala cuna universal que reparta los costos de su financiamiento entre los trabajadores hombres y trabajadoras mujeres por igual. Mejorar el posnatal de los hombres también va en la dirección correcta.

Mujeres, ¿queremos tener una mayor participación en el mundo laboral? Por supuesto que sí. El empleo nos empodera y nos entrega independencia económica. Además, las mujeres tenemos mucho, mucho que aportar a la sociedad a través de nuestro trabajo remunerado. En la historia del mundo científico, empresarial, artístico, literario abundan nombres masculinos que han destacado por su aporte. Imaginen todo el talento femenino que se ha desperdiciado en la historia por haber estado tras bambalinas y no haber tenido su espacio para desarrollarse. Imaginen todo ese potencial que hemos perdido como sociedad. Hace unas semanas los medios explotaron con el titular “Rosanna Costa, primera presidenta mujer del Banco Central”. Espero que en unos años más, cuando una mujer logré llegar a un puesto de alta responsabilidad no sea noticia, por ser algo normal y habitual.

Por último, otro de los principales beneficiados de la mayor participación laboral de las mujeres son los mismos hombres. Al avanzar en una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres en el hogar, los hombres podrán estar más presente en la vida familiar, podrán compartir más tiempos con sus hijos. Es decir, podrán disfrutar más del regalo de la paternidad.

Hace unas semanas los medios explotaron con el titular “Rosanna Costa, primera presidenta mujer del Banco Central”. Espero que en unos años más, cuando una mujer logré llegar a un puesto de alta responsabilidad no sea noticia, por ser algo normal y habitual.

La pandemia evidenció una gran desigualdad entre mujeres y hombres: a las mujeres se les atribuye mayores responsabilidades familiares. Esta desigualdad dificulta la inserción laboral femenina y dificulta la presencia de los hombres en la vida familiar. Avancemos en que hombres y mujeres puedan conciliar mejor el empleo y la familia. Las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres de una vida laboral, y los hombres el mismo derecho de estar presentes en la vida familiar.

*Elisa Cabezón (@mecabezon) es Magíster en Economía Universidad Católica de Chile; asesora en la Secretaría General de la Presidencia.

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