Ronna Rísquez, periodista venezolana: “El Tren de Aragua encontró un espacio en Chile para realizar explotación sexual, traficar tusi, lavar dinero y extorsionar comerciantes”
La investigadora, especializada en violencia, derechos humanos y crimen organizado se dedica desde hace años a investigar la organización criminal. En conversación con The Clinic, cuenta algunos de sus hallazgos, su modus operandi y lo que le permitió expandirse por Sudamérica. "El Tren de Aragua ya es una de las bandas más poderosas de la región", advierte.
Por Amanda Marton Ramaciotti 26 de Julio de 2022Compartir
Ha estado bajo la mira de la policía, es investigada por el Ministerio Público y se ha convertido en una fuerte preocupación de autoridades en territorios tan distintos como Santiago, Arica y Parinacota o Valparaíso. Considerado en 2020 como el “Ganador Criminal” del portal especializado InSight Crime por haberse expandido rápidamente por Sudamérica, el Tren de Aragua, de origen venezolano, hoy desata inquietud no solo en Chile, sino en casi toda la región. Su expansión parece indetenible.
Y si alguien puede explicar didácticamente sobre su origen, su modus operandi y su alcance, ese alguien es Ronna Rísquez.
La periodista de investigación venezolana lleva casi toda su carrera trabajando en temas de violencia, derechos humanos y crimen organizado. En los últimos cinco años se ha dedicado a estudiar a los grupos armados no estatales que hay en Venezuela y así llegó al Tren de Aragua.
Pronto se dio cuenta de que esta agrupación era muy distinta a las demás. Tan distinta, que resolvió escribir un detallado libro sobre ella, que saldrá a la luz a principios de 2023.
“A diferencia de otros grupos, el Tren de Aragua no necesita tener hombres armados en todos los países. Pueden ser capaces de cometer violencias atroces contra sus enemigos, como algunas que han ocurrido en Chile, pero eso no es algo que los caracteriza. La mayoría de sus miembros se ven y actúan como cualquier persona, pero es capaz de incorporarse a cualquier actividad delictiva que consideren que pueda traer alguna renta: desde el tráfico de drogas, hasta la explotación sexual de mujeres, pasando por extorsiones y asesinatos. Ellos se dedican a todo, sin ningún problema”, detalla Ronna Rísquez en videollamada desde Venezuela con The Clinic.
-Entiendo que el Tren de Aragua nace por un sindicato o una organización asociada al Tren de Aragua como tal, cómo nace esta banda criminal y de qué manera se expande tan rápidamente por gran parte de Sudamérica.
-Efectivamente había una construcción de un tren en el centro del país, que pasaba por el estado de Aragua y que fue paralizada. Ahí hay una versión de que miembros del sindicato de este tren hubiesen desviado sus actividades dedicándose a delinquir, convirtiéndose en el Tren de Aragua. Eso es posible, sin embargo, yo he identificado otros elementos.
-¿Cómo cuáles?
-Yo identifiqué que el Tren de Aragua surge de una fusión entre una banda que se forma fuera de la prisión y la prisión.
-Entonces es más similar a lo que son las agrupaciones criminales carcelarias brasileñas.
–Exactamente, y allí la banda con la que se identifica esta creación se llama “la banda de Chino Pedrera” quien, junto al “Niño Guerrero” serían los creadores del Tren de Aragua. El Chino Pedrera estaba fuera de la prisión, tenía una banda que operaba fuera de la prisión y estaba “El Niño Guerrero” adentro, controlando toda la estructura de los presos.
-En ese caso, ¿por qué el nombre ‘Tren de Aragua’?
-Es muy probable que se llame Tren de Aragua porque en las prisiones, cuando empieza a surgir la estructura del “pranato” (los jefes de las prisiones), a la organización la llamaban “carro”. Toda esta estructura era el jefe, los que estaban debajo él y así sucesivamente, de forma jerárquica. Esta estructura, al ser mayor y al salir de la cárcel, puede haber sido llamada de “tren”. Es decir, no necesariamente está asociada al tren de Aragua.
La mayoría de sus miembros se ven y actúan como cualquier persona, pero es capaz de incorporarse a cualquier actividad delictiva que consideren que pueda traer alguna renta.
-¿Qué distingue esa banda criminal de otras que hay en Venezuela u otros países?
–Para mí el Tren de Aragua es como una especie de una gran corporación criminal, eso nunca había ocurrido en Venezuela. Cuando hablo de una gran corporación criminal lo digo por dos razones principalmente: una, por su capacidad de expandirse por el país (yo diría que en la mitad de los estados) y luego fuera de Venezuela. Y luego por su capacidad de vincularse a distintas economías ilegales. El Tren de Aragua tiene un portafolio o cartera criminal que es impresionante, quizás no por el dinero que genere, quizás no por el poder de fuego que genere sino por la cantidad actividades que son capaces de hacer o en las que han sido capaces de involucrarse.
-¿Cuáles serían esas actividades? Se habla mucho de lo que son las extorsiones y la trata de personas…
–Identificar que estaban involucrados en la trata y el tráfico de inmigrantes venezolanos en las zonas de algunas fronteras, en la de Chile, por ejemplo, me sorprendió mucho. Otra cosa que me llamó la atención es que se involucran también en actividades deportivas, entre ellas el béisbol, que es el deporte más importante en Venezuela. El Tren de Aragua está involucrado en la captación, formación y luego negociación de los talentos, de los prospectos venezolanos que van a ir a jugar en el béisbol de Grandes Ligas. Luego he logrado identificar aproximadamente 19 actividades en las que ellos están involucrados. Eso te da una evidencia de que efectivamente no son como un Cartel de Sinaloa que es un grupo de narcotraficantes y sí, matan, hacen otras cosas, pero son un grupo de narcotraficantes, por ejemplo. El Tren de Aragua está en todas. Estoy prácticamente segura de que eso tampoco se había visto en la región, no hay otro grupo en la región que tenga esa versatilidad de involucrarse o desarrollar tantas actividades en paralelo.
-En Chile se empezó a hablar más de esa banda a partir de 2021, cuando se planteó que se convirtió en una amenaza criminal trasnacional. ¿En qué momento se dio esa expansión y a raíz de qué?
–Ya yo tengo claro porque, pero no te lo puedo decir porque eso es parte de las revelaciones de mi libro, pero sí comienza con mucha fuerza en 2018, donde se ve la primera detención en Perú. Y luego podemos revisar otros elementos en Ecuador, Chile, Colombia, Brasil. Hay varias personas que me han dicho que están en Argentina, incluso hay algunas personas que suponen que están hacia Centroamérica, Panamá – Costa Rica, esto no lo he confirmado.
-Justo entre 2017 y 2018 se produce un peak de la crisis venezolana y un alza de la migración. ¿Cree que hubo oportunismo o ‘sabiduría criminal’ para aprovecharse de ese gran flujo de migrantes y contar con un mayor motor de sus negocios delincuentes?
–Definitivamente. Ellos se aprovecharon de una “oportunidad de negocios” que en ese momento representaban los migrantes venezolanos. Es importante diferenciar que no es que la migración sea de delincuentes ni que los migrantes vayan acompañados de delincuentes, todo lo contrario. Los migrantes venezolanos se convirtieron en las primeras víctimas del Tren de Aragua.
-¿En qué sentido?
-Es a los migrantes a los que extorsionan en principio, es a los migrantes a los que los explotan sexualmente, es a los migrantes a los que usan para traficar drogas en algunos casos. Ellos han utilizado la migración, ¿por qué? Porque para ellos era muy fácil, ellos ya tienen un nombre en Venezuela, la gente les tiene terror, les tienen miedo y si tú estás en otro país y te dicen “soy del Tren de Aragua”, tú sabes que el Tren de Aragua es capaz de secuestrarte, de matarte, etc., de eso se fueron aprovechando ellos y lamentablemente les funcionó.
El Tren de Aragua está involucrado en la captación, formación y luego negociación de los talentos, de los prospectos venezolanos que van a ir a jugar en el béisbol de Grandes Ligas.
-Se trata de algo complejo, porque cuando se expande esa banda criminal, se hace conocida como “la banda criminal venezolana” y se termina creando una asociación de esos criminales a su nacionalidad, fomentando, de una u otra manera, la xenofobia…
–Sí, a mí me parece que es muy terrible, es muy riesgoso. Ciertamente existen bandas colombianas, bandas brasileras, bandas venezolanas, sí existen, pero es un problema que va más allá de una organización puntual de un país o de una nacionalidad. Y creo que en la medida en que las autoridades lo entiendan y lo enfoquen de esa manera, también los ciudadanos van a empezar a entender que no es un problema de que “son unos venezolanos que vienen acá a robar, matar y secuestrar” no. Es una situación que el Tren de Aragua podría no haber llegado a Chile físicamente nunca, pero podía haber llegado a través de actividades y de transacciones.
Tren de Aragua en Chile
-¿En qué momento el Tren de Aragua llega a Chile?
–Hay evidencias de algunos jefes del Tren de Aragua en Chile desde 2018. Incluso algunos entraron de manera legal, como parte de personas que iban viajando o quizás con documentos falsos, pero entraron de manera legal en algunos casos.
-¿Quiénes?
–“El Estrella”, por ejemplo, uno de los jefes identificados en Chile y detenido en la primera operación que hizo la policía chilena en marzo. Tengo entendido que él entró de manera legal y que en algún momento tuvo su permiso para vivir en Chile. Hay otro, un jefe muy importante que entró a Chile de manera legal y aparentemente también salió de Chile de manera legal cuando las autoridades chilenas comenzaron a investigarlo y él se percata de que lo están investigando. Este jefe viajó en un avión, en una aerolínea comercial desde Santiago de Chile hasta Colombia.
-¿Cómo se llama?
–No puedo decirte el nombre aún, eso saldrá en mi libro… Lo que te puedo decir es que es uno de los tres principales jefes del Tren de Aragua en general. Él permaneció en Chile, logró montar un negocio de comida, logró tener una vida aparentemente “normal”. Lo que quiero decirte con esto es que no es tan fácil establecer desde cuándo están en Chile, pero sí están en Chile desde hace ya varios años. Cómo operaban, qué hacían, es justamente lo que creo que está intentando identificar ahorita la policía chilena.
-¿Qué hace el Tren de Aragua acá en Chile?
–Son como una especie de coyotes que en algunos casos sí cobran por pasar migrantes, pero también cobran por migrantes que pasen, aunque ellos no los ayuden, y la hacen justamente contra los migrantes venezolanos que, como te digo, son sus primeras víctimas. Luego, la explotación sexual de mujeres venezolanas, que no solamente las llevan a Chile, sino que las han llevado a otros países de la región. Esa es una de las actividades que les genera una renta a esta organización y que han implementado en Chile aparentemente con bastante fuerza. Era una actividad que no era común en Chile, y lo que entiendo es que el Tren de Aragua agarró una especie de nicho que no tenía ningún grupo criminal y han logrado tener esta presencia de mujeres venezolanas que son explotadas por ellos sexualmente en varias localidades de Chile. También está el tráfico de drogas, una de las drogas más importantes que han identificado del tráfico que hace la organización es la ketamina, se le llama tusi o cocaína rosada. Además, se han dedicado a extorsionar comerciantes, en los terminales, en los negocios para controlar la movilidad de los migrantes venezolanos en estaciones de pasajeros de buses. Y lavan dinero, han establecido algunos comercios –principalmente de alimentos- para lavar dinero. En resumen, el Tren de Aragua encontró un espacio en Chile para realizar explotación sexual, traficar tusi, lavar dinero y extorsionar comerciantes.
-¿Cuántas personas de esa banda criminal estimas que estén hoy en Chile?
–Se supone que hay unas 100 personas, es muy probable, no lo descarto. Pero no es que sea el grupo poderosísimo que va a llegar con 100 hombres armados… Sino que tiene esas pequeñas cositas les han servido para diseminarse, para tener pequeñas células en varias localidades y para tener unas economías que les permite a ellos no solamente mantener sus operaciones sino además rendir cuentas y enviar dinero a sus jefes en Venezuela.
-¿Hasta dónde ha llegado el Tren de Aragua en Chile?
-Ha llegado a Santiago, pues como te dije uno de sus jefes estaba en Santiago; además de Valparaíso y la zona sur del país. Los han identificado muy cerca de la frontera con Argentina por lo que presumen que pueden estar también en Argentina. Una de las preocupaciones justamente de las autoridades chilenas es que se ha logrado diseminar por muy buena parte del país. No es que estén en todo Chile, pero están en zonas estratégicas que pueden, de una u otra manera, abarcar todo el país.
-Hasta ahora, ¿cómo evalúas el manejo que han tenido las autoridades chilenas frente al Tren de Aragua?
–Yo creo que la actividad o la acción de la policía chilena ha sido la mejor en la región.
Hay otro, un jefe muy importante que entró a Chile de manera legal y aparentemente también salió de Chile de manera legal cuando las autoridades chilenas comenzaron a investigarlo y él se percata de que lo están investigando.
-¿Por qué?
-Siento que en Chile ha habido una investigación detrás de las detenciones, algo que no ha pasado en otros países. Lo más valioso, y creo que es un aporte muy significativo, es que Chile es el primer país que logra identificar que existen nexos entre las células que están operando en su país y el grupo que está en Venezuela en la prisión de Tocorón. Eso me parece que es muy importante porque eso confirma primero que no son imitadores, que efectivamente son Tren de Aragua. Creo que ese hallazgo de la policía chilena es fundamental, no solo para Chile sino para la región, y para entender la peligrosidad y la capacidad del Tren de Aragua de poder expandirse.
-¿Crees que el Tren de Aragua tiene el potencial de convertirse en la mayor banda criminal del país?
–Yo lo que veo es que pareciera que ya lo es, o sea por lo menos por lo que se ve. Hay unas cosas que hay que ver ahí, que es lo más peligroso: no que se queden los miembros del Tren de Aragua en Chile, sino que se quede la estructura, el conocimiento, el modelo y el modus operandi. No necesariamente diría que eso significa que ya el Tren de Aragua se quedó toda la vida en Chile o que los chilenos van a tener su propio Tren de Aragua, no. Porque, como dije, me parece que las autoridades chilenas han actuado muy acertadamente, hay que ver cómo lo siguen manejando.
-¿Cuáles son las mayores dificultades a las que podrían enfrentarse las autoridades chilena frente al Tren de Aragua?
-Cómo se va a manejar la permanencia en las prisiones chilenas de estos jefes o de estos miembros del Tren de Aragua, porque no podemos perder de vista que el Tren de Aragua viene de una prisión y ha sabido manejarse dentro de esa prisión y que crecieron dentro de esa prisión.
-Claro, ahí se terminan generando problemas como los que ocurren en El Salvador o en Brasil de que, si los divides, puedes terminar multiplicándolos, pero si los dejan en una misma cárcel, los criminales pueden ser muy fuertes.
–Exacto, es muy complejo… Si el Tren de Aragua o los miembros del Tren de Aragua están en las prisiones chilenas, ¿cómo se está manejando eso? ¿Cómo están ellos dentro de estas prisiones? ¿Cómo ellos pueden tener una incidencia dentro de estas prisiones? Creo que esos son elementos que deben ser ya comenzado a trabajar por las autoridades chilenas.
–Pareciera que el Tren de Aragua ya es una de las principales amenazas criminales de la región. Frente a eso, como ha ocurrido con otras bandas, un desafío también es combatir la criminalidad de forma trasnacional…
–Pues justamente yo creo que el Tren de Aragua ya es una de las bandas más poderosas de la región, pero con las particularidades que ya comentamos: no es la más poderosa en poder de fuego, no es la más poderosa en recursos económicos, pero ha logrado meterse en todos estos países, ha logrado aliarse con otras bandas criminales como el PCC (de Brasil), no descartaría que pueda tener alianzas con el Cartel de Sinaloa o con otros carteles…
Siento que en Chile ha habido una investigación detrás de las detenciones, algo que no ha pasado en otros países.
“Y en cuanto a cómo se combate, creo que eso es algo que no depende necesariamente de la policía chilena, sino que creo que es un problema que hay en la región y que es un problema grave, sobre todo con países como Venezuela, que es el tema de trabajar en alianza, que haya cooperación internacional para combatir al crimen organizado. No solo al Tren de Aragua. No hay intercambio de información, no hay la cooperación internacional necesaria para desarticular su estructura, combatirlos golpeando sus finanzas, identificando cuáles son las actividades ilícitas en las que están involucrados, identificando a los líderes, cómo se mueven, este tipo de cosas. Creo que en la medida en que no haya cooperación internacional o que esta cooperación no sea constante, masiva y además generalizada, estos grupos van a seguir siendo más fuertes, más difíciles de combatir, más problemáticos”, concluye.