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Opinión

19 de Agosto de 2022

Alexis, déjate querer por Marsella

El gran puerto del sur de Francia, es el lugar donde Alexis Sánchez tendrá una nueva oportunidad para mostrar los goles y regates que lo llevaron, hasta hace muy poco tiempo, a ser uno de los mejores delanteros del mundo. Y en un club que quiere desempolvar viejas glorias, junto a una hinchada que ya lo recibió con los brazos abiertos.

Matías Fuenzalida
Matías Fuenzalida
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Más de mil kilómetros separan a Marsella de Brest, enclavada justo en el otro extremo de Francia, en la remota región de Bretaña. Es un viaje largo, que obliga a los más fanáticos a atravesar todo el país para poder ver en la cancha al Olympique, el cuadro más popular de la liga gala y el único que ha podido levantar la Champions League, en 1993. Varios trenes llenos de fanáticos vestidos de celeste y blanco, salieron el pasado fin de semana desde uno de los puertos más importantes del Mediterráneo con dirección a las costas del Canal de la Mancha. Es el segundo partido en una nueva temporada y todos están ansiosos por llegar pronto al estadio Francis Le-Blé, la casa del Stade Brestois.

El Olympique de Marsella tiene por delante grandes desafíos este año y hay presión por volver a conseguir esos títulos que lo convirtieron en el club más importante de Francia. En sus vitrinas, hay 9 títulos del torneo local y una copa con la que muchos sueñan, la de campeón de Europa. Pero la actualidad es distinta. No llegan a lo más alto desde el 2010 y han sido tiempos turbulentos en medio de violentas protestas de los ultras. Ahora, en la fría Bretaña, tienen en frente al modesto Brest y también a Alexis Sánchez, el flamante refuerzo del “OM”, que fue recibido con bengalas y fuegos artificiales. Sobre él están puestas las esperanzas. Quieren verlo en acción rápidamente.

Fue una bienvenida bombástica y Alexis parecía impactado por la pasión desenfrenada de las llamadas peñas, que semana a semana repletan el magnífico Orange Velódrome. Uno de los presentes confesó que a sus 45 años de edad, nunca vio algo igual. Sin embargo, el goleador histórico de la selección chilena solo sonreía tímidamente ante todas esas personas que coreaban su nombre. Quizá se ha olvidado de todo lo que su presencia provoca. Quizá en su memoria no está fresco el recuerdo de cuando conquistó los paladares más exigentes con sus regates, goles, filigranas y travesuras, con una sonrisa en la cara. Ha sido mucho tiempo en el que el niño maravilla ha ido alejándose de Alexis Sánchez, cuando siempre fueron la misma persona. Como en el Arsenal de Inglaterra, donde anotó 80 veces en 166 partidos, llevando a los gunners a quedarse con 2 FA Cup y 3 Community Shield. 

El Olympique de Marsella tiene por delante grandes desafíos este año y hay presión por volver a conseguir esos títulos que lo convirtieron en el club más importante de Francia.

Londres disfrutó con el talento y el carisma del chileno, considerado uno de los mejores delanteros del mundo por esos días. El 2018 partió al Manchester United y todo cambió. No fue el favorito de la hinchada y su contagiosa alegría fue insuficiente, alejado de los goles y las buenas actuaciones. En el Inter de Milán se las arregló para anotar 20 tantos en 3 temporadas. Aunque la mayoría de las veces, las luces se las llevaron sus compañeros en la delantera, que no paraban de festejar mientras Sánchez los observaba desde la banca.

Así llega al Marsella. A los 33 años. A un equipo que marcó la historia del fútbol francés al ganar la Liga de Campeones de la UEFA a principios de los 90, trofeo manchado por acusaciones de arreglo de partidos que terminaron en un castigo drástico: el descenso a segunda división por secretaría. Fue una experiencia que marcó a la parcialidad, haciéndola fortalecer su temperamento. Esa misma, fue la que no se guardó ninguna emoción al ver a Alexis aterrizar en las bocas del río Ródano. 

En su debut ante el Brest, Sánchez mostró algo de su talento pero no pudo ayudar al Olympique a conseguir la victoria. La crítica le cayó fuerte: “es solo la sombra de sí mismo”, se aventuró una conocida periodista en la televisión. No la va a tener fácil. Un nuevo entrenador acaba de tomar las riendas de este plantel y en la ofensiva hay bastante competencia por un puesto de titular. Pero el puerto de Marsella puede ser un buen lugar para Alexis. En un club que quiere revivir glorias pasadas, junto a una hinchada que lo abrazó desde el primer momento.

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