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Entrevistas

16 de Octubre de 2022

Matías Walker (DC) y diálogos constituyentes: “La derecha comete un profundo error si piensa que el 62% es una votación conservadora”

El legislador DC profundiza en las negociaciones sobre los "bordes" constitucionales entre el oficialismo y la oposición en el Congreso, donde advierte el riesgo de una "regresión conservadora" ante cierta agenda de Chile Vamos. Asimismo, aborda la profunda crisis que atraviesa la Falange, partido que incluso desactivó una Junta Nacional impulsada por la disidencia a la actual directiva, instancia pensada para este fin de semana y que tenía por objeto encontrar una salida a su propio laberinto.

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La semana que se cierra probablemente haya sido una de las más inciertas en cuanto a la continuidad del Proceso Constituyente. Las negociaciones entre las fuerzas políticas con representación en el Congreso aún no logran destrabar un acuerdo sobre los llamados “bordes constitucionales”, una suerte de perímetro institucional que delimite las fronteras conceptuales para habilitar otro itinerario hacia una nueva Constitución. 

En este sentido, trascendió esta semana que habría consenso en torno a doce puntos, que van desde declarar a Chile como una “república democrática” hasta el respeto a los emblemas patrios. Con todo, nada de esto ha sido oficializado aún. 

Mientras, como vía alternativa a la instancia negociadora que lideran los presidentes de ambas cámaras, senador Álvaro Elizalde y el diputado Raúl Soto, se instaló una “mesa paralela” de interlocutores que se asumieron excluidos de dicho espacio. Ahí coincidieron representantes del Partido de la Gente, Amarillos, y algunos RN. 

Esa mesa, sin embargo, desfondó su legitimidad con dos episodios: la presencia del líder del Team Patriota y garrero Francisco Muñoz -alias Pancho Malo-, y la abrupta salida del diputado Gaspar Rivas (PDG) tras un altercado con los adherentes a Muñoz. 

De un proceso de diálogo de insospechado destino profundiza en conversación con The Clinic Matías Walker, el senador -aún- DC que ha sido protagonista de estas enredadas tratativas: de hecho, fue uno de los articuladores iniciales de esa “mesa paralela”, de la que se restó una vez que fuera convocado a lasa negociaciones oficiales en calidad de presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta. 

El parlamentario, además, profundiza en esta entrevista de otra tragedia que compromete a su partido de toda la vida, la Falange, de la cual su familia han sido miembros fundadores y militantes insignes. 

-Usted ya condenó la invitación de Pancho Malo a la mesa paralela por los bordes constitucionales. Si bien usted ya no forma parte de esa instancia, ayudó a crearla. ¿Asume que creó un monstruo a propósito de los acontecimientos del pasado jueves 13 de octubre?

-No, el nombre de mesa paralela lo puso la prensa del Congreso. Nosotros lo que hicimos fue un llamado a no excluir a la centroizquierda por el Rechazo en la mesa oficial. Ahí hubo un punto de prensa en el que se sumó el PDG y otros independientes. 

Lo que pasó es que en un momento se estaba monopolizando el diálogo en un grupo de ocho donde había cinco representantes que fueron por el Apruebo y tres por el Rechazo, cuando el resultado había sido inversamente proporcional a la conformación de esa mesa. Pero eso duró dos horas porque rápidamente los presidentes del Senado y la Cámara entendieron el mensaje e invitaron a todos los jefes de bancada. Así que yo di por superado el tema ese mismo día.

-En esos diálogos oficiales del “grupo de los ocho”, a la DC la representaba el senador Francisco Huenchumilla. Al parecer el quiebre es bastante profundo entre ustedes, los senadores DC…

-Lo que pasa es que tengo mucho respeto por Francisco, un colega que tiene una tremenda trayectoria en el servicio público. Pero era una señal muy confusa que el representante de la DC que asistía a la mesa de acuerdo por un Proceso Constituyente, fuera el único senador que, junto con Fabiola Campillai, votó en contra de la reforma constitucional de los 4/7, que es de las cosas que hoy nos permiten estar discutiendo respecto de un nuevo Proceso Constituyente. 

Pero como te digo, eso rápidamente se solucionó.

“Espero que logremos un acuerdo en octubre y darle certeza a la ciudadanía, y que el nuevo Proceso Constituyente adquiera un dinamismo propio”.

-Hablando de contenidos. ¿Qué es lo que usted espera de estas negociaciones constitucionales?

-Espero que logremos un acuerdo en octubre y darle certeza a la ciudadanía, y que el nuevo Proceso Constituyente adquiera un dinamismo propio. Y que el Gobierno y el Congreso se dediquen de lleno a lo que hoy más urge a la ciudadanía, que es avanzar en la agenda de reactivación y seguridad ciudadana. 

Queda resolver cuál va a ser el rol del comité de expertos, cuál va a ser el rol del órgano democráticamente elegido y paritario, y de qué manera se van a solucionar las controversias.

-¿Cuál mecanismo de solución de controversias o arbitraje que propone usted?

-Soy partidario de que sea el pleno de la Corte Suprema el que resuelva las controversias.

-¿Y tiene usted algunas líneas rojas o temas intransables para llegar a un acuerdo constitucional?

-No sé si línea roja, pero para mi es un tema clave que podamos tener el principio de separación de poderes del Estado. Tener un poder Judicial autónomo que esté en un pie de igualdad frente al poder Ejecutivo y Legislativo, que podamos tener igualdad ante la ley. Yo te diría que ese es un principio básico, sobre todo considerando el mensaje que nos envió la ciudadanía el 4 de septiembre.

-¿Es realmente viable lograr un acuerdo dentro de este mes, considerando que desde Chile Vamos, el senador Iván Moreira aseguró que no existía esa posibilidad?

-Sí, yo soy más optimista que Moreira. De las conversaciones en las que he estado, que son las amplias, me he dado cuenta de que las diferencias tampoco son tan grandes

-Usted está a favor de que se establezca el Estado Social y Democrático de Derecho. ¿Está de acuerdo con la propuesta de la derecha de incluir en ese definición “y libertades”?

-Sí, lo que pasa es que a veces uno se enreda en esas discusiones, porque son libertades que, además, están consagradas en los tratados internacionales suscritos por Chile. Pero yo, en estos doce principios, creo que no hay mayores dudas respecto de incluir el derecho de los padres de elegir la educación de sus hijos, por ejemplo: creo que no hay muchas diferencias de fondo. 

Ahora, respecto de los doce principios, nosotros propusimos un décimo tercero que dice relación con que dentro de los principios esté el respeto a los diversos tipo de familia, independientemente de la orientación sexual de los padres. Lo que hemos avanzado en esa materia es algo en lo que no podemos retroceder.

-En el mundo han crecido los movimientos conservadores y de ultraderecha: ¿a eso obedece su propuesta de consagrar este principio de antemano? ¿Advierte el riesgo de perder los avances, por ejemplo, en materia de matrimonio igualitario?

-Sí, y esa es mi motivación. Nosotros siempre hemos sido partidarios del matrimonio igualitario, de hecho,yo presenté uno de los primeros proyectos de ley en ese ámbito, me la jugué por la Ley de Identidad de Género. Por lo tanto, veo un peligro de regresión conservadora. 

Cuando uno ve lo que ha pasado en Italia, en la votación que sacó Bolsonaro en Brasil que no es menor, veo que hay un peligro. Entonces, si vamos a hablar de un marco, generalmente eso está asociado a una visión conservadora. Y creo también que lo que hemos avanzado en materia de libertades civiles, tenemos que defenderlo como principio.

-En este periodo de negociaciones se ha visto a Chile Vamos utilizando el proceso para condicionar votaciones en otras materias. ¿Cree usted que de alguna forma se adueñan del 62% que votó Rechazo?

-Sí. La derecha comete un profundo error si piensa que el 62% es una votación conservadora. Ahí hay sentido común ciudadano que quiere cambios, pero quiere que las cosas se hagan bien. No quieren refundar el país de cero, sino que quieren cambios con crecimiento económico, con estabilidad social y seguridad ciudadana. 

En ese sentido, a veces hay excesos en las declaraciones, como por ejemplo cuando se condiciona el acuerdo constituyente a la aprobación del TPP11. Todos tenemos que poner de nuestra parte para que el proceso constituyente resulte y darle certezas a la ciudadanía. Pero en ese sentido me quedo con lo que ha señalado Javier Macaya (senador y presidente de la UDI) y Diego Schalper (diputado y secretario de RN), que han dicho que van a respetar y cumplir con lo que se comprometieron.

-Pero más allá de los compromisos de las directivas partidarias, los parlamentarios que condicionan el proceso cuentan con votos en el Congreso y capacidad para frenarlo.

-Bueno, yo siempre digo: benditos 4/7 que limitan la capacidad de los poderes de veto. Por eso reivindico la reforma constitucional que promovimos con Ximena Rincón y que permiten que estemos discutiendo un nuevo Proceso Constituyente.

“La DC ha caído en una dinámica de grupos de poder y clientelismo”

-¿Conviven dos almas, acaso dos ideologías, al interior de la DC?

-Ojalá las diferencias fueran ideológicas. Diferencias ideológicas son las que tenían (Radomiro) Tomic con Frei Montalva, Renan Fuentealba con Patricio Aylwin, esas eran diferencias ideológicas. Aquí lo que hay son diferencias de grupos de poder. La DC lamentablemente ha caído en una dinámica de grupos de poder y clientelismo, que le ha hecho muy mal al partido. Por lo mismo, yo nunca me he identificado por un grupo interno.

Hace muchos años yo dije en entrevista con The Clinic que los grupos de poder estaban destruyendo al partido. Obviamente que con motivo del Plebiscito, se formó una dinámica donde claramente se agruparon las fuerzas entre quienes estuvimos por el Rechazo y quienes estuvieron por el Apruebo. 

Yo siento que el tiempo nos dio la razón, de que era importante consultarle a los militantes de la DC respecto de lo que íbamos a hacer, porque yo sentía que el electorado demócratacristiano estaba mayoritariamente por el Rechazo. Entonces, efectivamente se ha dado una dinámica que tuvo que ver mucho con la forma en que cada uno se planteó frente al Plebiscito.

-El jefe de bancada de los diputados DC, Eric Aedo, ha dicho que la diferencia está entre los militantes que quieren entrar al gobierno y quienes no tienen esa intención. ¿A eso se refiere usted con el “clientelismo” en el partido?

-Se ha generado una dinámica que tiene que ver con agrupaciones de liderazgos en torno a cuotas de poder. Pero no solamente de entrar o no al gobierno, tiene que ver también con los municipios que han sido de una cuota de clientelismo muy importante que ha dañado a la DC, probablemente a los partidos tradicionales también, pero particularmente en la DC eso ha calado muy fuerte. 

En la misma Junta Nacional en la que me tocó proclamar al Presidente Boric como nuestro candidato y apoyarlo sin condiciones, yo dije que no debíamos entrar al gobierno y la decisión fue esa. Creo que fue una buena decisión no entrar al gobierno. 

-¿Por qué?

-Yo dije hace un tiempo que me sentía muy tranquilo de esa decisión, porque sabía que dentro del gobierno iban a haber dos almas, dos coaliciones que iban a ser muy difíciles de compatibilizar entre sí. El tiempo nos dio la razón.

-De todos modos, en la división entre Apruebo y Rechazo en el partido, junto a la división que tuvieron como senadores DC en la votación del TPP11, se puede observar una división ideológica: son dos materias que tienen que ver con principios. ¿O no?

-Lo del TPP11 ratifica mi teoría porque ¿qué es el TPP11? Fue un tratado negociado y firmado por la Presidenta (Michelle) Bachelet, o sea es propio de un gobierno de centro izquierda. Que ahora otros dentro del partido renieguen de nuestros propios gobiernos es otra cosa, ellos tienen que dar explicaciones. 

En la misma lógica se dieron las diferencias en el Plebiscito. Cuando nosotros dijimos que rechazábamos una propuesta que lo que hacía era debilitar los contrapesos de poder, debilitar el rol del Congreso, permitir la reelección presidencial, eso lo hicimos dentro de la centroizquierda, porque la centroizquierda siempre ha defendido los contrapesos de poder. 

Sin embargo, lo que hubo fue un experimento constitucional que no tiene nada que ver con los valores de centro izquierda.

“En los sectores de la DC que aprobaron la mala propuesta de la Convención y que rechazaron el TPP11, lo que hay es un intento desesperado de pedir cuotas de poder en un gobierno”.

-Quienes votaron por el Apruebo, y los senadores DC que lo hicieron en contra del TPP11, ¿lo hicieron para hacer un guiño al gobierno?

-Absolutamente. En los sectores de la DC que aprobaron la mala propuesta de la Convención y que rechazaron el TPP11, no hay valores de centro izquierda, ahí lo que hay es un intento desesperado de pedir cuotas de poder en un gobierno con el cual tenemos diferencias de fondo respecto de la propia valoración de lo que han sido los gobiernos de centro izquierda y el aporte de ellos al desarrollo del país. 

Nosotros estamos defendiendo los gobiernos de Lagos, de Bachelet, de Frei, de Aylwin. Son otros los que se han apartado y han renegado de esos gobiernos.

-¿Y cuál es su plan dentro de la DC considerando estas diferencias? ¿Pretende quedarse o renunciará como el gobernador Claudio Orrego?

-No voy a tomar ninguna decisión individual, voy a tomar una decisión colectiva con los senadores, diputados, alcaldes, concejales, cores y gobernadores regionales con los que hemos estado en un proceso de reflexión. 

Tuvimos una mala noticia esta semana, porque habíamos reunido las firmas para auto convocar a una Junta Nacional y, sin perjuicio de eso, nos negaron esa posibilidad con subterfugios reglamentarios que no tienen ningún fundamento. Es una lástima lo que está pasando porque queríamos hacer el debate de cara al país, de por qué se tomó una decisión sin escuchar a los militantes.

-Trascendidos de prensa señalaban que usted, junto a la senadora Ximena Rincón, se preparaban para lanzar un nuevo referente de centro. ¿Es eso efectivo?

-Seguimos en proceso de reflexión, no solamente dentro de la Democracia Cristiana, sino que en conjunto con mucha gente de centroizquierda con la cual compartimos un espacio dentro del Rechazo. 

Estamos en proceso de reflexión con mucha gente de la DC y de la centroizquierda que estuvo legítimamente por el Apruebo, que tuvimos diferencias, pero que compartimos de alguna manera la visión crítica del estado actual de los partidos; entendemos que necesitamos pensar en el futuro de la centroizquierda como una alternativa de gobernabilidad.

“Seguimos en proceso de reflexión. No hay ninguna decisión definitiva, pero no descartamos nada, ni siquiera un nuevo colectivo de centroizquierda”.

-¿Entonces no descarta lanzar un nuevo referente político de centroizquierda?

-Seguimos en proceso de reflexión. No hay ninguna decisión definitiva, pero no descartamos nada, ni siquiera un nuevo colectivo de centroizquierda.

-Volviendo al presente y futuro de la DC: ¿es viable que se sostenga en el tiempo un partido con divisiones tan profundas?

-Precisamente queríamos hacer este fin de semana ese proceso de reflexión y acoger el llamado de los ex presidentes del partido liderado por Eduardo Frei para formar una mesa de unidad, pero lamentablemente no hubo una acogida a ese llamado. 

Es muy importante representar a una ciudadanía que se pronunció con mucha fuerza, que volvió a votar gracias al voto obligatorio; que quiere cambios con estabilidad social, con seguridad ciudadana y reactivación económica. Hay un espacio tremendo en el centro y la centro izquierda que hoy día nadie está ocupando.

-¿Cuál es la mejor fórmula para aplicar en lo inmediato en la DC?

-Consideramos que acá hay una directiva que optó por el camino equivocado y que tenía que renunciar para generar una directiva de unidad. Lamentablemente no hubo una acogida a ese planteamiento.

-Hace algún tiempo usted dijo que la DC hacía tiempo había abandonado la centroizquierda. ¿La idea es que el partido recupere esa posición?

-Sí, es fundamental porque la flecha roja de la DC apunta al cielo y atraviesa dos barras, que son la izquierda y la derecha. Un partido que siempre se planteó como más allá de izquierdas y derechas, un partido nacional y popular decía el Presidente Frei Montalva, pero siempre convocando a un centro político y eso se ha perdido. 

Creo que hay que volver a hablarle a los profesionales, a las pymes. Ser un partido sin complejos para hablar de seguridad ciudadana, de reactivación económica, pues tiene mucho que mostrar con orgullo lo que fueron los gobiernos de centro izquierda.


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