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Entrevistas

14 de Octubre de 2022

Diego Ibáñez y posición estratégica de la izquierda en las negociaciones por los “bordes” constitucionales: “Es evidente que estamos en un momento de repliegue”

Diego Ibáñez es parlamentario de Convergencia Social y participa de las negociaciones por los "bordes" constituyentes.

En momentos de incertidumbre en las tratativas para un nuevo itinerario constituyente, el parlamentario profundiza en la moral militante del oficialismo, luego de participar en las negociaciones con Chile Vamos. “El alcance de los procesos revolucionarios no se mide solamente en las coyunturas heroicas, donde se arman canciones y se diseñan documentales, sino en momentos como la que estamos viviendo”, argumenta en entrevista con The Clinic. Asimismo, aborda su candidatura a presidir Convergencia Social, donde se define respecto a sus aliados de gobierno: “Hoy tenemos una disputa fundamental, no con Socialismo Democrático, sino con el populismo de derecha”.

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La jornada del 13 de Octubre, el líder del Team Patriota y otrora barrista futbolero condenado por homicidio, Francisco Muñoz, asistió a la “mesa paralela” por un nuevo Proceso Constituyente -integrada por Republicanos, Amarillos, Partido De la Gente y algunos descolgados de RN-, visita ampliamente cuestionada dado su pasado de ex garrero -condenado incluso por homicidio en aquellos años-, además de su estilo confrontacional de hacer activismo político desde el ala más dura de la derecha. 

El mismo día y en el mismo espacio, además, el diputado del PDG, Gaspar Rivas, tuvo un irracional entrevero verbal con los patriotas debido a alusiones al ex dictador Augusto Pinochet, figura defendida por los republicanos. Ambos hechos empañaron el esfuerzo por arribar a puntos en común para un nuevo Proceso Constituyente. 

En esas tratativas participa el diputado y candidato a presidir Convergen Social, Diego Ibáñez quien, en entrevista con The Clinic, profundiza en la complejidad que vive la izquierda en este trance histórico, recientemente derrotados en el Plebiscito de Salida del 04 de septiembre. Todo, en medio de tratativas por darle una segunda vida al Proceso Constituyente que, sin embargo, parece no tener un destino claro en lo inmediato.

El próximo martes se cumplen tres años del Estallido Social que gatilló el Proceso Constituyente y ni siquiera hay acuerdo en los bordes, las bases para un nuevo itinerario constitucional. ¿Por qué tanta demora? 

-La derecha ha demorado en cumplir su promesa. Hoy hay conversaciones que han avanzado, pero no podemos cerrar ningún acuerdo en tanto no sea integral y que defienda nuestras líneas rojas, que es un órgano democrático que valide la participación de indígenas, y que no se consagre por secretaría el principio de subsidiariedad en la nueva Constitución. 

Hemos demorado porque la derecha ha puesto escollos que no permiten avanzar rápidamente para darle certeza a la ciudadanía de que podemos continuar con este proceso.

-¿Cuáles serían los temas por los cuales la derecha estaría trabando el proceso constituyente? 

-El órgano democrático es hoy el principal escollo. De todas maneras, cuando voy a sentarme de buena fe, tengo la esperanza de que ellos cumplan con su promesa.

-Hay una versión de prensa que dice que Socialismo Democrático estaría abierto a apoyar una fórmula para un órgano constituyente que no sea 100% electo, incorporando expertos o parlamentarios. ¿Usted no está disponible a entrar a esa discusión para un nuevo Proceso Constituyente?

Nosotros estamos de acuerdo con un comité de expertos y expertas con rol de acompañamiento, de generación de insumos y de apoyo a la gestión del órgano democrático. En eso no tenemos problema.

-En entrevista con La Tercera, el jefe de bancada del PS, diputado Tomás de Rementería, dice que está abierto a discutir este punto, a fin de que “sea más rápido llegar a un acuerdo”… 

-No he leído la entrevista, pero si fuese así, que se cuadre y no le quite piso a su propia directiva.

Cito a De Rementería: “el tema constitucional no es prioritario para nadie”. Esto lo plantea precisamente para reforzar su argumento de que, tal vez, habría que abrirse a discutir una composición no exclusivamente electa del órgano constituyente.

-No podemos caer en la encuestitis: hay que defender convicciones propias. No todos los elementos que sean estratégicos para el avance de los cambios van a ser, por ende, los más populares. Uno tiene que estar dispuesto a defender las convicciones, aunque no te salgan en la encuesta. 

Y que no le quite piso a su propia directiva, porque ya hemos avanzado en las conversaciones y está fuera del marco la propuesta que él hace por la prensa. 

-Más allá de esa “encuestitis”, ¿esta discusión no quedó medianamente resuelta después del Plebiscito de Salida y el resultado contundente a favor del Rechazo?

-Esto lo hemos discutido con el debate sobre los principios institucionales y que haya ganado el Rechazo el 04 de septiembre no significa en absoluto que la gente quiera volver a la política tradicional, o que no quiera cambios sustantivos en la sociedad. Los malestares que hicieron explotar a Chile un 18 de Octubre siguen vigentes. 

Petorca sigue cortando el agua en la comunidad de Hierro Viejo a las doce del día porque no tienen agua, sigue muriendo gente en lista de espera sin siquiera una atención previa, sigue la gente haciendo bingos para pagar operaciones: ese malestar sigue existiendo. 

Sería erróneo y derrotista para el progresismo el caer en la interpretación de que el 62% del Plebiscito tiene un titular que es la derecha. Eso está fuera de cualquier racionalidad. 

-¿No acusa recibo de que hubo una derrota a las tesis política que defendió el progresismo hasta el Plebiscito de Salida? Planteo esto para ponderar el poder con que se llega a la mesa de negociación con Chile Vamos. 

-Es evidente que estamos en un momento de repliegue. El alcance de los procesos revolucionarios no se mide solamente en las coyunturas heroicas, donde se arman canciones y se diseñan documentales, sino en momentos como el que estamos viviendo; en los momentos de repliegue y de cuánto pudiste avanzar para que la gente viva mejor.

Tenemos un gobierno progresista que está lentamente transformando una estructura neoliberal que viene alquilatada hace más de 30 años, un Proceso Constituyente con avances culturales que llegaron para quedarse como la paridad y el Estado Social y Democrático de Derecho. 

-Mientras, las encuestas marcan que la gente tiene una opinión más preponderante a que la cotización extra que se está planteando en la reforma previsional, quede en la cuenta individual. Súmele la aprobación del TPP 11, para desgracia de Apruebo Dignidad. 

-Si a la gente le explicaran en la encuesta cuando hacen la pregunta de que la solidaridad aplica como el seguro de cesantía, o que la solidaridad va a aumentar en un 35% la jubilación de las mujeres que jamás han cotizado, o que va a aumentar sustantivamente la pensión de los actuales jubilados, yo dudaría de la respuesta que la ciudadanía le daría al encuestador. 

Pero como estamos en una batalla cultural de cuña corta y mediática donde estamos en desmedro, estos instrumentos de evaluación terminan siendo instrumentos de control de la opinión pública más que de diagnóstico. Hay mucha gente de la centro derecha que está de acuerdo con el porcentaje de solidaridad que es, por lo demás, lo que se ocupa en la mayoría de los sistemas previsionales de los países de la OCDE.

-Para que quede clara su posición: ¿el criterio de paridad debe aplicarse en la conformación de listas de candidaturas de constituyentes y también en los resultados de las elecciones?

-Absolutamente.

¿Y la participación de los pueblos originarios cómo tendría que hacerse?

-Proporcional al registro de la Conadi. No menos que eso.

No menos que eso, pero de ahí hacia arriba…

-Es que si te digo que de ahí hacia arriba, estaría omitiendo una cuestión fundamental de todo el debate: la derecha no quiere escaños reservados.

-Episodios como la visita de Pancho Malo a la “mesa paralela”, o el del diputado Gaspar Rivas enfrentado al Team Patriota. ¿Qué opinión le merece ante la articulación de un nuevo proceso constituyente?

-Pucha… yo creo que los militantes del PDG no respaldan estos liderazgos; ellos quieren diálogo y no un show pagado con sus propios impuestos. Y el diputado tiene que entender que ya no están los tiempos, y nunca han estado, para conductas violentas y machistas. 

“Hemos demorado porque la derecha ha puesto escollos que no permiten avanzar rápidamente para darle certeza a la ciudadanía de que podemos continuar con este proceso”.

Lo único que hace es dañar a su propio partido y, por lo demás, empaña un diálogo que ha sido sustantivo para continuar con el Proyecto Constituyente.

¿No será que esas escenas hablan también de lo débil que está en este minuto los diálogos para un nuevo Proceso Constituyente?

-Es que fue un puñado de parlamentarios que no representan a la mayoría, que están invitando a conversar a quienes no quieren que nada cambie, que son amantes de Pinochet y que desean que se mantenga el statu quo. Es un puñado que está haciendo un show justamente para empañar lo que se ha avanzado.

-Dada las diferencias ideológicas con la derecha, ¿hay una posibilidad de que no haya forma de llegar a un acuerdo? 

-Siempre existe esa posibilidad, pero si voy con el prejuicio de que jamás vamos a llegar a acuerdo, mejor dejo de perder el tiempo en la negociación. Tengo una tarea que la estoy cumpliendo de buena fe, que es llegar a acuerdos para darle a Chile una nueva Constitución que empareje la cancha en la contienda política del futuro, y que no exilie las ideas distintas a la subsidiaridad por secretaría.

“Convergencia está en un punto de inflexión donde tiene que pasar a la ofensiva”

A las 09:00 de esta mañana, viernes 14 de Octubre, Diego Ibáñez, presentó la lista “Unidad para Transformar” para presidir el partido Convergencia Social en un acto en el barrio Yungay, acompañado de la candidata a vicepresidenta, Ximena Peralta, y las diputadas Gael Yeomans y Gonzalo Winter

El elenco encabezado por Ibáñez competirá con la lista “Convergencia con Todes”, elenco que encabezan Miguel Bustamante como candidato a presidente, acompañado de Rodrigo Mallea como postulante a la vicepresidencia. Las elecciones serán desarolladas los días 22 y 23 de octubre en el partido que, dicho sea de paso, también milita un cuadro ilustre de la colectividad: el Presidente Gabriel Boric. 

“Clara Serra, una diputada del Podemos español, cuando dimitió del Congreso, nos enseñó algo muy importante: en la inorganicidad ganan sólo los militantes más privilegiados. Cuando no tienes procedimientos claros en la toma de decisiones, terminan tomando las decisiones los que tienen más poder, que generalmente son las militancias que viven en las capitales y que tienen mayor tiempo para destinar a la política. Necesitamos un partido ordenado y aplicar el feminismo en su orgánica”, reflexiona el parlamentario con uno de sus referentes ibéricos. 

-Prontamente Convergencia Social va a tener elecciones internas y usted es uno de los candidatos. ¿Cuál es su proyecto para el partido? 

-La convergencia está en un punto de inflexión donde tiene que pasar a la ofensiva, cohesionarse y aumentar su potencial en los territorios. Hoy estamos sin una dirección nacional producto de mucha militancia que pasó a la primera línea del gobierno con un desorden orgánico, con mucha militancia que todavía no encuentra el espacio para ser escuchada, y con regiones que están siendo postergadas en el debate político. 

Por lo tanto, el objetivo es resolver de manera urgente esta situación mediante un congreso político en enero para comenzar marzo del 2023 absolutamente recargados y con la moral en alto. 

-Ya. ¿Pero cómo proyecta Convergencia Social en el debate público? 

-Uno de los objetivos de la nueva dirección es hacer que el partido pase a la ofensiva. ¿Qué quiere decir esto? Que se constituya como un eje articulador de la izquierda que lidere los debates sustantivos entre las dos coaliciones de gobierno, además de asumir una buena posición de empuje del programa. 

“Sería erróneo y derrotista para el progresismo el caer en la interpretación de que el 62% del Plebiscito tiene un titular que es la derecha. Eso está fuera de cualquier racionalidad”.

Además, hacerse cargo de elementos como la seguridad para prevenir el populismo penal, también hacerse cargo sobre la crisis económica para profundizar la diversificación, fortalecer la pequeña empresa y dar cara ante el debate sobre la solidaridad. Allí hay una batalla cultural que está al debe y que vamos a comenzar a disputar con la reforma a las pensiones, que debe ser uno de los grandes legados del gobierno de nuestro compañero Gabriel Boric. 

-Hace unos días entrevistamos a Miguel Bustamante, su contrincante, y nos contaba que él y su grupo intentó armar una lista de consenso, pero que ustedes la desecharon por motivos que él desconoce. ¿Qué fue lo que pasó ahí?

-Es sano y honesto asumir que tenemos diferencias políticas. Estas diferencias no conviene eludirlas, sino enfrentarlas y analizarlas sin consigna y con mucha rigurosidad. Somos compañeros y compañeras de partido donde no ir a la dirección nacional no significa renunciar a seguir construyendo territorio.

Ya, ¿pero tienen diferencias de tesis políticas con la otra lista?

-Hay un rol que debe asumir el partido de fortalecimiento del gobierno, de empuje de ambas coaliciones con el protagonismo de la convergencia, y de hacer la crítica fraterna un lugar de virtuosidad política. Hoy tenemos un desafío histórico por empujar este gobierno y el cumplimiento del programa para que las fuerzas del Frente Amplio y de Apruebo Dignidad se fortalezcan en los territorios.

-Cuando usted dice que se debe fortalecer Apruebo Dignidad y el programa de gobierno, ¿coincide entonces con Miguel Bustamante sobre una disputa por la dirección del gobierno entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático?

-Hoy tenemos una disputa fundamental, no con Socialismo Democrático, sino con el populismo de derecha. Yo no me pierdo en el marco histórico en el cual estamos siendo gobierno, cuando consideramos que la impugnación a las élites, el malestar y la desconfianza, hoy se siguen profundizando. Pasar a la ofensiva es hacernos cargo de esa pulsión destituyente, manteniendo vivo el lugar del proyecto frenteamplista y el sentido histórico de Apruebo Dignidad. 

Si perdemos de vista cuál es el adversario real, terminamos fagocitado en peleas internas que van a hacer fracasar a este gobierno. El enemigo central es el populismo de derecha.

-¿Pero no advierte también hay una tensión, al menos en los énfasis, de cómo implementar el programa de gobierno? Por ejemplo, es de público conocimiento que en Socialismo Democrático hay gente que apoya explícitamente el TPP 11, punto sensible para Apruebo Dignidad.

-Eso sucedió y ha sucedido en todos los gobiernos populares de América Latina: no es algo nuevo. Sucede en España entre Podemos y el PSOE, sucedió en Bolivia dentro del mismo círculo de Evo Morales y sus ministros, sucede con Lula, que hoy está disputándole a Bolsonaro en una alianza con el centro derecha. Sucedió en Ecuador que estalló luego de Correa.

Mi objetivo es mirar esas diferencias que existen con la perspectiva que nos debe entregar el el momento histórico de que el verdadero adversario es aquel que el día de mañana te quiere colocar una acusación constitucional y juntar los votos para destituir a tu Presidente. Ese es el verdadero adversario, ese es el monstruo al cual hoy estamos enfrentados. Frente a ello, las diferencias con Socialismo Democrático deben ser resueltas con perspectiva histórica.


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