Política

26 de Octubre de 2022

Rostro visible de una tesis derrotada: cuatro factores que explican por qué a Karol Cariola se le fue de las manos la presidencia de la Cámara

Si bien el acuerdo era que tras seis meses de presidencia para Raúl Soto lo sucedería Karol Cariola (PC), el pacto administrativo para presidir la Cámara pende de un hilo a sólo dos semanas de resolver quién liderará un espacio legislativo clave para las reformas del gobierno donde carecen de mayorías. Aquí, Tomás Duval y Marco Moreno desmenuzan la compleja situación de la legisladora comunista y del oficialismo en general.

Por Joaquín Abud y Emmanuel Ganora

Dirigir las sesiones de la Cámara de Diputados, fijar el orden de tramitación de los proyectos de ley y representar en ámbitos protocolares a la Corporación, son algunas de las atribuciones que tiene la presidencia de la mesa de la institución, cuya disputa se encuentra a fuego vivo en la víspera de elegir a quién la presida tras la renuncia de su actual presidente, Raúl Soto, hito que será votado esta mañana del miércoles 26 de octubre.

Todo se enmarca dentro del acuerdo administrativo que adoptaron los partidos oficialistas, junto con la DC, el PDG y diputados independientes -René Alinco, Pamela Jiles, Andrés Jouannet y Carlos Bianchi, principalmente- en el mes de marzo, donde concordaron renovar la mesa cada seis meses. Según el diseño del acuerdo, le correspondería a un parlamentario del Partido Comunista continuar dirigiendo la testera, en este caso, a la diputada Karol Cariola. 

De todos modos, aquel pacto pende de un hilo. Esto, pues algunos parlamentarios del Partido de la Gente han iniciado gestiones con parlamentarios de derecha -que no formaron parte de las tratativas originales- para lograr los 78 votos necesarios que les permitiría hacerse con la conducción de la mesa. 

En esas gestiones, el nombre que suena en los pasillos de la Cámara es Víctor Pino, diputado del PDG. A lo anterior se suma la pérdida de apoyo de los diputados Alinco, Jiles, Jouannet y Bianchi.

De hecho, el propio jefe de bancada de RN, Andrés Longton, reconoció Radio ADN la intención de Chile Vamos de apoyar una candidatura del PDG: “Estamos viendo que pueda ocuparla (la presidencia de la Cámara) un miembro de otro partido, en este caso del PDG”.

A esta incertidumbre respecto de la elección prometida para la diputada Cariola, se suma otro factor: el apoyo de los diputados DC -seis en total- tampoco está asegurado.

La semana pasada, de hecho, los miembros de esa bancada condicionaron su apoyo a que el PC dejara de apoyar la querella presentada por la Comisión Chilena de Derechos Humanos en contra del ex director del INDH y militante DC, Sergio Micco.

Incluso ayer, martes 25 de octubre, el jefe de bancada DC, Eric Aedo, aumentó la presión asegurando que “hoy no hay ninguno de los 8 votos de la bancada demócrata cristiana para apoyar a Karol Cariola para la presidencia de la Cámara”.

¿Por qué tanto enredo para decidir quién preside la Cámara? Pues, además de dirigir las sesiones de la sala y ordenar la tabla de los proyectos a tramitar en el hemiciclo, la presidencia de la Cámara cumple con otros roles que son de alta relevancia a nivel político. 

Uno de ellos tiene que ver con los diálogos constituyentes que están llevando a cabo los partidos con representación parlamentaria, puesto que estas reuniones son coordinadas por los presidentes de ambas Cámaras: el senador Álvaro Elizalde (PS) -quién termina su periodo recién en marzo de 2023- y, hasta hace poco, diputado Raúl Soto (PPD).

Por otra parte, para el oficialismo es clave mantener la presidencia de la Cámara para tener cierto control del itinerario legislativo de la corporación. 

De hecho, así lo afirmó la ministra secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, este martes 25 de octubre. “Para el Ejecutivo, lo que ocurra respecto del pacto administrativo es un tema que nos interesa y que seguimos muy de cerca porque, evidentemente, tiene repercusiones respecto de lo que es nuestra tarea legislativa”, dijo la autoridad a cargo de la interlocución ante el Poder Legislativo y que, por lo mismo, ha participado en los diálogos para intentar salvar el acuerdo en favor de la diputada Cariola.

Así las cosas, desde la ciencia política los analistas Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, y Tomás Duval, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma, desmenuzan para The Clinic las implicancias del acuerdo administrativo para la Cámara de Diputados que tiene a la diputada Karol Cariola en la palestra.

1) Los puentes ante un gobierno en minoría

Las palabras de la ministra Uriarte respecto de que la presidencia de la Cámara “tiene repercusiones” en la tarea legislativa, es importante observarlas en el contexto de que el oficialismo no cuenta con mayoría parlamentarias para sacar adelante sus reformas, particularmente en las que La Moneda cifra sus mayores apuestas: Tributaria y Pensiones.

A juicio de Marco Moreno, este cargo “es clave para poder materializar muchos de los proyectos del Gobierno”. A esto, agrega que “la viabilidad política de muchas de las iniciativas del Gobierno, que son la que le permiten mostrar resultados, se juega en función de que se puedan construir mayorías para conseguir apoyo en un Congreso que está fragmentado”.

Tomás Duval, en tanto, reafirma esto asegurando que la presidencia de la Cámara es importante, “dado que el gobierno tiene que desplegar su agenda política y va a requerir establecer negociaciones, acuerdos en el Congreso”.

En esto, Duval compara la situación de la Cámara con el Senado, donde dice que “los bloques están más o menos parejos, por lo que deben respetarse los acuerdos previos. Pero como el acuerdo divide la presidencia de la Cámara en seis periodos, no resiste ningún análisis por la excesiva fragmentación”. 

“Ni el oficialismo ni la oposición tienen mayoría, por lo que requieren de otras fuerzas políticas, como el PDG y diputados independientes. Ahí se da la disputa política en este escenario”, agrega.

Marco Moreno cierra su punto apuntando a la compleja correlación de fuerzas con la que cuenta el Presidente Boric. “Él ganó una elección, pero se requiere construir una mayoría política y social. Va a depender del liderazgo de la Cámara que se puedan llegar a acuerdos o no”, reflexiona.

2) Cariola: el rostro visible de una tesis derrotada

Una conclusión inmediata de por qué a Karol Cariola se le ha puesto cuesta arriba la posibilidad de conducir la Cámara, tiene que ver con el resultado del Plebiscito del 04 de septiembre.

Tomás Duval, por ejemplo, asegura que la diputada comunista “fue al mismo tiempo la jefa del comando de la opción del Apruebo en el Plebiscito pasado. Y eso, naturalmente, es un hecho político que sí tiene relevancia después del resultado”, sostiene.

De todos modos, Duval precisa que respecto de Cariola que “no creo que esté en discusión si puede garantizar o no un proceso constitucional. El punto es solamente político; estuvo por una opción que fue derrotada en el Plebiscito de septiembre y fue la cara más visible”.

Marco Moreno también recuerda el reciente fracaso del Apruebo como factor que complica a Karol Cariola: “No se puede olvidar el resultado reciente. Hace casi dos meses ya que fue el Plebiscito de Salida y Karol Cariola fue su rostro visible, por lo que no creo que sea funcional al objetivo de generar acuerdos y ser puente”.

3) La sombra articuladora de Soto

En la línea de la necesidad articuladora en una Cámara dividida, el analista Tomás Duval afirma que “uno podría decir que aquí ha contribuido a esta situación la presidencia del diputado Raúl Soto. También se posicionó como un gran articulador en un momento político que era necesario”

“Eso también es una suerte de sombra que recae en quién puede ser el futuro presidente de la Cámara de Diputados”, argumenta el académico, militante RN.

En el mismo sentido, Marco Moreno sugiere la posibilidad de hacer una suerte de enroque. Esto es, que Karol Cariola no pierda su derecho a ser presidenta de la Cámara, pero que ejerza ese rol en otro momento político.

“Cuando hayan otras condiciones, a lo mejor el liderazgo de Karol Cariola podría ser más funcional para dirigir la Cámara, pero hoy día se requiere un liderazgo en la Presidencia de la Cámara que permita generar acuerdos políticos y construir mayorías para aprobar las reformas del gobierno”, dice el docente.

4) El pragmatismo del PDG y el “diente largo” para las municipales y gobernadores

Un último factor que complejiza las posibilidades de Cariola, tiene que ver con la posición que ha adoptado el Partido de la Gente en las negociaciones.

Si bien llegaron a la Cámara descartando que estarían alineados a la derecha o a la izquierda, hoy se les ve negociando justamente con la oposición para quedarse con la testera de la corporación.

Aquí, Moreno pone en la mesa la tesis de que el PDG “no se mueve entre izquierda o derecha, ellos se mueven en el clivaje pueblo vs élite”, lo cual explicaría el doble juego de piernas demostrado hasta ahora en las tratativas por el poder de la Cámara. 

Así, el decano de la Universidad Central califica al PDG como “partido bisagra” con ambiciones de largo plazo. “El PDG está pensando en las elecciones municipales y de gobernadores de 2024, y en las presidenciales y parlamentarias de 2025. El cálculo que están haciendo es que tener la presidencia de la Cámara es lo que más les puede rendir en términos de mantener su poderío electoral, sentencia”.

“No funcionan como un partido ideológico, sino como un partido de puro pragmatismo”, sintetiza.

Por su parte, Tomás Duval pone el foco en la evolución orgánica del PDG, al menos en el Parlamento. “Están pasando a ser un partido político, se dieron cuenta que con la bancada de diputados que tienen, son claves para definir las políticas al interior de la Cámara. Adquirieron un valor más allá de lo personal de haber sido electos, un valor como colectividad”.

Además, Duval ahonda en los eventuales efectos de una conducción del PDG para el Ejecutivo.

“Las dificultades siempre son para el gobierno. Quizás, desde un punto de vista político puede que no sea tan malo, ya que no son exactamente opositores al gobierno, por lo que queda abierta la puerta a aprobar algunas reformas que puedan ser de interés de ambos”, pondera.


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