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Entrevistas

23 de Octubre de 2022

Camilo Escalona, secretario general del PS: “Las posibilidades de que Chile tenga nueva Constitución son 50-50”

Camilo Escalona Agencia UNO

El secretario general del PS asegura que hay voluntad para avanzar en un acuerdo que habilite un nuevo itinerario constitucional, pero que “los interlocutores están bregando contra la subjetividad de sus propios sectores de apoyo”. En esta entrevista, además, aborda las diferencias dentro del oficialismo, poniendo como ejemplo las constantes críticas de Daniel Jadue al desempeño del gobierno y al hecho de que Apruebo Dignidad no se haya desmarcado del alcalde de Recoleta. El resultado de ello lo plantea a modo de pregunta: "¿Por qué se ha debilitado el Presidente Boric? Porque se ve como que no hay autoridad", sostiene el histórico dirigente en entrevista con The Clinic

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“Por el impacto mediático que tiene el mundial de fútbol y después la Navidad, si esto no está arreglado de aquí a mediados de noviembre, va a ser ya imposible”. Así de tajante es la sentencia trazada por el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, respecto al estado de las conversaciones entre los partidos para habilitar el proceso hacia una nueva Constitución.

Diálogos que, esta semana, se vieron suspendidos “con el objeto de coordinar las agendas”, según sostuvo el presidente del Senado, Álvaro Elizalde. Así las cosas, el encuentro para habilitar una nueva Constitución fue reagendado para las 10:00 horas de este lunes 24 de octubre.

De todos modos, la suspensión de la cita fijada originalmente para el pasado jueves 20, y el hecho de que aún no haya una definición formal respecto del mecanismo, es la constatación de que el acuerdo está prácticamente trabado. Algo que, sin embargo, Camilo Escalona descarta: “No creo que se haya estancado, mi convicción es que se pueden llegar a acuerdos”, dice con cierto optimismo de tener una nueva Constitución en entrevista con The Clinic.

Junto a ello, el histórico dirigente profundiza en la convivencia entre ambas coaliciones de gobierno, Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Una relación que progresivamente se ha tensionado por diversos matices programáticos de la que Escalona reconoce a modo de ejemplo: “en el tema de la seguridad pública tenemos diferencias muy profundas”.

“Los interlocutores están bregando contra la subjetividad de sus propios sectores de apoyo. Creo que este es un problema de un alto subjetivismo, pero no de los miembros de la reunión”

-En base a las reuniones constitucionales en las que usted ha participado, ¿Puede garantizar que, finalmente, Chile tendrá una nueva Constitución?

-No lo puedo asegurar: en mi opinión, las posibilidades de que Chile tenga nueva Constitución son 50-50, me atrevo a dar ese balance. Lo que observo es que los interlocutores de ambos bloques quieren avanzar, pero tienen obstáculos. ¿Cuáles son esos obstáculos? Son sus propias fuerzas de apoyo. 

Por ejemplo, la derecha dice nuestra gente dice que ya hubo un Plebiscito, que ya ganamos. Entonces, si no tenemos algo que sea serio no podemos firmar, no podemos repetir la experiencia anterior. Mientras tanto, por el lado del oficialismo, dicen a nosotros nos critican de que estamos en la cocina

Veo que los interlocutores están bregando contra la subjetividad de sus propios sectores de apoyo. Creo que este es un problema de un alto subjetivismo, pero no de los miembros de la reunión, sino de sus entornos. En concreto, no veo que las diferencias sean insalvables.

-¿A qué diferencias se refiere?

-Por ejemplo, el oficialismo dijo que le gustaría un órgano con 134 miembros. El bloque de oposición dice que por ningún motivo. Ahí yo les pregunté si les gustaría algo similar al Senado actual y dijeron que sí. Esos son 50 y yo les dije que entre 50 y 134 se puede buscar un número intermedio. 

Después dicen que no está resuelto el arbitraje que tiene que haber para que se cumplan los 12 puntos acordados. Yo les dije, a título personal, por qué no se nombra una comisión bicameral que tenga la autoridad de hacer ese arbitraje, para que a esa comisión se hagan los reclamos en el caso de que las haya, y les gustó la idea. 

Pero de ahí se levantó la sesión y cada cual volvió a su diario vivir por distintos compromisos. Esta semana la reunión del jueves no se hizo, y ahí la imagen que se proyecta en la prensa, es que se estancó el proceso. Yo no creo que se haya estancado, mi convicción es que se pueden llegar a acuerdos.

-Más allá de si el proceso por una nueva Constitución está estancado o no, uno observa que, al menos, el avance es bastante lento.

-Claro, por lo que yo decía antes; cada interlocutor tiene que volver a su reducto, cada cuál vuelve a su redil y ahí se encuentra con la gente que le dice oye, hiciste demasiadas concesiones, o le quieren reclamar a la comisión política o los amenazan con convocar a Consejo General. Los interlocutores avanzan, pero vuelven a su propio nido y se encuentran con halcones que están en contra de que el proceso por una nueva Constitución avance.

-Si bien afirma que todos los interlocutores están por avanzar en los diálogos por una nueva Constitución, uno ve que Chile Vamos suele condicionar el diálogo a partir de traspiés del gobierno o contradicciones en el oficialismo. Ejemplo: el senador Iván Moreira lo hizo a propósito de la ratificación del TPP11…

-Claro, pero eso es insostenible porque el propio Chile Vamos dijo que el gobierno no se metiera en el diálogo. Yo estuve en esa reunión, ya ni siquiera estaba la ministra Ana Lya Uriarte, Moreira estaba enojado y hablaba del TPP11… ¡pero si él mismo pidió que la ministra no viniera! Entonces, ¿cómo está reclamando? Era un punto de vista insostenible.

-¿Y no advierte ahí un esfuerzo por dilatar el diálogo por parte de la oposición?

-Creo que la conversación consiste en que uno no le pise los callos al interlocutor y que el interlocutor no se los pise a uno. Así que no voy a decir nada más (ríe). No me atrevo a hacer la acusación de dilatación, porque sino ahí estaríamos mal. Lo que sí estoy convencido es que el tiempo no es infinito.

“Por el impacto mediático que tiene el mundial de fútbol y después la Navidad, si esto no está arreglado de aquí a mediados de noviembre, va a ser ya imposible”.

-¿Se atreve a plantear algún plazo para tener un acuerdo por la nueva Constitución? Algunos dicen octubre, otros noviembre…

-Razonablemente, creo que por el impacto mediático que tiene el mundial de fútbol y después la Navidad, si esto no está arreglado de aquí a mediados de noviembre, va a ser ya imposible: el tiempo no es infinito. 

Además, tampoco puede estar el gobierno ni la opinión pública todo el rato esperando que los niños se pongan de acuerdo. No se puede abusar, hay que tener conciencia de que el sistema político está en un periodo en que las acciones están bajas, por así decirlo.

-Hablando de mecanismo, el diputado Tomás De Rementería (PS) se abrió a que un eventual órgano para redactar la nueva Constitución no fuera 100% electo, en base al complejo escenario de los diálogos…

-Sí, pero él no representa al partido. Nosotros estamos por un mecanismo 100% electo por la siguiente razón: ya está claro que no se va a repetir la misma experiencia anterior. O sea, la derecha dijo que no estamos en condiciones de volver a fracasar, y para eso esto tiene que tener un norte. 

Los interlocutores dijimos que tiene que haber un norte, pero no se puede intervenir la soberanía del futuro órgano redactor. Entonces, ¿cuál es el norte? Todo lo que está en los 12 puntos acordados. Ya se han tomado los acuerdos que orientan el proceso, entonces no veo ningún sentido porque ya no hay un peligro como el que se generó la vez anterior de que cada cual podía hacer lo que quisiera.

“El proceso está encauzado, ¿para qué agregarle un peso que finalmente lo pueda aplastar? (en referencia a implementar un órgano redactor mixto)”.

-Pero la reacción de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic a esa frase, fue decir que el diputado estaba enfrentando “con realismo” las posibilidades que tenían.

-Pero lo que yo digo es también de completo realismo: creo que es innecesario. Lo que yo veo es que este proceso no es nada fácil. Hay muchos interlocutores que están en contra, porque dicen que ya nos pusimos de acuerdo, se firmaron los 12 puntos y poco menos que quieren que los dirigentes políticos que se están juntando en esa cocina sean los que redacten la nueva Constitución. 

Ese punto de vista se afirma en un aspecto que uno no podría desconocer, ya que efectivamente se firmaron 12 puntos, y todos quieren que este proceso no repita una aventura que la opinión pública después vaya a rechazar. Entonces, si ya se tomaron esos resguardos, ¿para qué agregarle esta losa de plomo al proceso? Eso es lo que yo digo, es un argumento de realismo. 

El proceso está encauzado, ¿para qué agregarle un peso que finalmente lo pueda aplastar? Qué la gente finalmente diga que está cuestión no tiene sentido, que ya se arreglaron los bigotes los políticos de nuevo. Eso se tiene que evitar.

-Entiendo, la duda es si usted visualiza suficiente voluntad desde la oposición para un órgano 100% electo, siguiendo la lógica de su argumentación.

-Mire, en política a veces lo lógico no es lo que prevalece, por eso que todavía no hay acuerdo (ríe). Pero bueno, vamos haciendo camino. No nos derrotemos antes de hacer el proceso.

-Hay una frase suya en la que cita al ex gobernante chino, Deng Xiaoping, que dice “no importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones”. ¿A qué apunta con eso?

-A lo que yo vi ese día en la reunión: que las diferencias parecían insalvables, pero era sólo una imagen, ya que en el trasfondo era perfectamente posible avanzar. Yo les dije, citando a Clodomiro Almeyda, que a lo imposible nadie está obligado. Pero por otro lado, lo que yo observo, es que si actuamos con el criterio de Deng Xiaoping, de que lo importante es avanzar, de que el gato cace al ratón o, en este caso, de que seamos capaces de darle a Chile una nueva Constitución nacida en democracia, yo creo que el problema se puede resolver. 

Por eso cité a una persona que, en mi opinión, cambió la historia del Siglo XX. No es cualquier político chino, fue el que reemplazó la ortodoxia china de la economía centralmente planificada, a lo que él llamó la economía socialista de mercado. No estamos hablando de cualquier persona.

-Pero al mismo tiempo, me dice que si se le sigue poniendo condiciones al acuerdo, como el tema de un órgano redactor mixto, se va a aplastar el proceso.

-Es que si vamos a tener comisión arbitral, si va a haber una comisión de expertos y, más encima, ponemos una parte que no sea elegida en el órgano, le terminamos colocando tanta decoración al arbolito de pascua que se va a caer. Es un criterio de sentido común, yo sigo el criterio de Deng Xiaoping. 

Lo importante es avanzar hacia una nueva Constitución, pero, ¿para qué le estamos colocando al proceso tantos resguardos? Al final los cuidadores del sacristán van a matar al cura.

-Y si la oposición pone como una línea roja que el órgano sea mixto, ¿usted apoyaría eso con tal de avanzar?

-Es que no hemos llegado a ese punto, para qué nos vamos a colocar en ese punto. Si usted me dice mire, voy a llevar el pleno del PS a Magallanes, pero el avión se puede caer, entonces no voy. No poh, para qué ponerse en ese punto.

“Nadie tiene la autoridad para decirle (a Jadue) ‘oye, ya poh, no hable más esas cuestiones’”

-Hace unos días usted dijo que “el país no puede darse el lujo de tener un gobierno inestable, sobre todo porque tenemos el tema constitucional pendiente”. ¿Se compromete la estabilidad del gobierno si es que estas conversaciones fracasan?

-Que esto no fracase ayudaría enormemente al gobierno. Un proceso político que tiene una perspectiva de mediano y largo plazo fortalece al gobierno, porque podría enfrentar el tema de los desbordes de los narcos que ahora se toman la ciudad, por ejemplo. Yo leí la entrevista a Marcelo Castillo (administrador de una farmacia saqueada) que habla de cómo van las patotas de delincuentes a destruir el comercio, de cómo a él le han destruido como tres veces la farmacia Simi, lo mismo pasó allá en Puente Alto. 

Lo que estamos viendo no es gente rebelde, lo que estamos viendo son simplemente patos malos que andan destruyendo para robar. 

“El Presidente va a salir con canas de estos cuatro años porque la situación se complejizó mucho. Entonces, ayudaría enormemente que hubiese un acuerdo de las fuerzas políticas para poder enfocarse en otros temas”.

-¿Y qué debe hacer entonces el gobierno?

-El gobierno tiene una tarea que nunca había enfrentado con esta magnitud. Eso, sumado a la inmigración, la inflación y a que no hay mucha perspectiva de que se pueda llegar a la paz pronto en la guerra entre Rusia y Ucrania; todo genera una complicación para la tarea de gobernar. 

Realmente el Presidente Gabriel Boric va a salir con canas de estos cuatro años porque la situación se complejizó mucho. Entonces, ayudaría enormemente que hubiese un acuerdo de las fuerzas políticas para poder enfocarse en otros temas.

-Hablemos del oficialismo. Se espera que la próxima semana se realice un cónclave oficialista en Cerro Castillo para limar asperezas entre las fuerzas aliadas. ¿Cuáles son las principales diferencias que hay que resolver entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático? 

-No sabía, no me ha llegado ninguna invitación. Eso sí, creo que la seguridad es un tema clave. Ya están claras las declaraciones del alcalde (Daniel) Jadue, él entiende que mantener el orden público es gobernar como Piñera. Nosotros consideramos que no se puede dejar a la gente sin protección si es gente pobre la que está siendo golpeada por la delincuencia. 

En el tema de la seguridad pública tenemos diferencias muy profundas, el Estado no puede ser impotente o que se rinda.

“Nadie tiene la autoridad para decirle (a Jadue) “oye ya poh, no hable más esas cuestiones”. O por último dejarlo que las hable, pero aclarar que es una opinión personal”.

-¿Esas declaraciones de Daniel Jadue las ve reflejadas en el resto de Apruebo Dignidad?

-Nadie ha dicho que no es parte de Apruebo Dignidad. Nosotros dijimos ayer en nuestra declaración pública que lamentamos estas declaraciones de un alcalde que es de la coalición de Apruebo Dignidad y nadie ha dicho lo contrario. O sea, nadie tiene la autoridad para decirle “oye ya poh, no hable más esas cuestiones”. O por último dejarlo que las hable, pero aclarar que es una opinión personal.

-¿Su crítica es que desde Apruebo Dignidad no se han distanciado de esas declaraciones?

-Nadie separa aguas. Entonces ¿qué dice la gente? ¿Por qué se ha debilitado el Presidente Boric? Porque se ve como que no hay autoridad.

-¿Y qué rol espera del Presidente Boric en ese sentido? ¿Debería ser él quien lidere a ambas coaliciones, por ejemplo?

-Él es nuestro líder, nosotros lo definimos así. Cuando nosotros tomamos una decisión, no lo hacemos a medias. Él es el líder porque él es el Presidente de la República y nosotros formamos parte del bloque que lo respalda. Puede tener dos coaliciones, pero eso es un asunto burocrático de cómo se organizan los partidos. 

Vaya usted a preguntarle a la presidenta de la junta de vecinos de Bajos de Mena si es que le preocupa eso a ella. Claro que no, lo que le preocupa es que los patos malos andan haciendo lo que quieren.

-¿Y el Presidente Boric está logrando ese rol como para separar aguas con las declaraciones del alcalde Jadue?

-Él es el líder, él tiene que encabezar. No creo que un cónclave vaya a resolver las diferencias. Lo que hay que hacer es apoyar a Boric, ese es todo el misterio del asunto para mí, personalmente.

-Insisto, ¿el presidente Boric es quien debería separar aguas con Jadue y quienes le siguen?

-No, a él no le corresponde, son los partidos los que tienen que decidir qué rumbo tienen. Pero el líder del gobierno y del bloque político que lo apoya es el Presidente. Por lo tanto, nosotros a eso nos sujetamos, si esto tiene que tener una disciplina mínima, tiene que haber definiciones básicas. 

Aquí el que tiene la autoridad política es el Presidente de la República. Así tomamos nosotros las cosas desde el año noventa en adelante. Imagínese usted si frente a Pinochet y los poderes fácticos nosotros hubiésemos estado así, apoyando lo que nos gusta, pero criticando lo que no nos gusta. ¡No hubiésemos tenido Transición democrática!

-Otra diferencia entre las coaliciones se vió en el tema del TPP11, ¿cómo se hace para zanjar esas diferencias tan profundas?

-Ahí el Presidente tomó una buena decisión, que se hizo pública hoy día (jueves 20 de octubre). Él va a abrir un diálogo en relación a la materia para zanjar las diferencias. Esa iniciativa permite efectivamente desmitificar porque se dice que esto es el imperialismo, pero resulta que EE.UU. no forma parte del tratado.


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