«Sería una condición inherente mía»: Gaspar Rivas afirmó que la diputada María Luisa Cordero le diagnosticó síndrome de Tourette

El diputado Gaspar Rivas afirmó sufrir Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y síndrome de Tourette luego del polémico incidente que protagonizó en la Cámara Baja insultado a dos de sus pares.

Cabe recordar que el parlamentario del PDG lanzó fuertes epítetos contra sus compañeros de partido, Víctor Pino y Yovana Ahumada, a quienes trató de “un par de conchasdesumadre” luego de que su bancada lo removiera de la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad.

Así, este jueves 1 de diciembre Rivas emitió un comunicado en el que aseguró estar “diagnosticado desde el año 2003 por una médico psiquiatra de Los Andes” con TOC.

Según recogió BioBioChile, el legislador además relató que “desde esa época estoy tomando fármacos antidepresivos para subir mis niveles de serotonina y el nivel de corteza cerebral”.

Gaspar Rivas además afirmó que la diputada María Luisa Cordero también le había diagnóstica dicha condición, asegurando que “el devenir diario en la Cámara nos llevó un día a entablar una conversación”.

“Yo tuve por lo menos un par de entrevistas, decisiones -por así decirlo- con ella, que muy amablemente dijo ‘yo quiero conversar contigo, Gaspar’, y reconfirmó el diagnóstico de TOC, también con un cuadro asociado -y bastante típico dentro del TOC- de depresión”, complementó.

Pero eso no fue todo, ya que en su declaración Rivas además sostuvo que “luego del lamentable episodio del martes pasado en la Comisión de Adultos Mayores de la Cámara, ella se me acercó y me dijo que desde su punto de vista, su diagnóstico clínico, consideraba que yo, además de la depresión y el TOC, tenía un cuadro del síndrome de Gilles de Tourette”.

Rivas apuntó que dicha condición provoca que con ciertos estados de ánimo reaccione con “palabras de grueso calibre”, afirmando que “es efectivo, normalmente yo, ante situaciones de ansiedad, muchas veces expreso mi ansiedad, mi molestia a través de palabras groseras o epítetos”.

“Según lo que dice la doctora María Luisa Cordero, sería una condición inherente mía y tengo que aprender a controlarla y convivir con ella, puesto que normalmente este tipo de condiciones psicológicas -como en este caso lo que ella dice del síndrome de Gilles de Tourette- pueden controlarse, pero es muy difícil eliminarlas”, sentenció.