Carlos Gajardo por Fiscal Nacional: “El Congreso termina vetando a candidatos por motivos que me parecen bastante bajos”

Nunca se había rechazado en el Senado la carta presidencial para Fiscal Nacional hasta el fallido nombramiento del ex candidato José Morales. Este lunes, en tanto, el récord aumentó con el rechazo de la Cámara Alta a la segunda candidatura propuesta por el Presidente Gabriel Boric: Marta Herrera.

El rechazo de Marta Herrera -jefa de la Unidad Anticorrupción del Ministerio Público- como candidata a Fiscal Nacional, obliga a que la Corte Suprema tenga que volver a proponer una quina de postulantes, entre los cuales el Mandatario elige uno para volver a proponérselo en el Senado. 

Sin embargo, el proceso ha tenido varias acusaciones cruzadas. Antes de que Herrera expusiera su plan al Senado, ya se acusaba de que ella era la continuidad del hasta hace poco Fiscal Nacional, Jorge Abbot. Una imputación que tenía un contexto crítico de fondo; a Abbott se le cuestiona su gestión de los casos de financiamiento irregular de la política. 

Así las cosas, el Presidente Boric sentenció: “tengo la impresión de que tiene que ver más con lo que la ciudadanía rechaza: disputas internas, gallitos con el gobierno”.

A propósito de esta materia, que tiene descabezado al Ministerio Público con la subrogancia del fiscal Juan Agustín Meléndez, The Clinic contactó al ex fiscal Carlos Gajardo, quien cuestiona sin remilgos el modelo de elección de quien conducirá el órgano persecutor.

-Dada su experiencia previa: ¿coincide con el diagnóstico de que Marta Herrera era la continuidad de Jorge Abbott

-Hay harto baile de máscaras en las explicaciones que se dan para aprobar o rechazar a un determinado candidato; en el caso de Marta Herrera eso no fue la excepción. Me parece que en su caso, más bien, se le están pasando cuentas de decisiones que tuvo que tomar en su calidad de directora de la Fiscalía Nacional Anticorrupción. 

Además, fue crónica de una muerte anunciada; estaba evidenciado desde antes de la designación que el nombramiento de Marta Herrera iba a ser rechazado.

-De hecho, la UDI anunció su rechazo antes de escuchar su propuesta…

-Sí. Una postura semejante había manifestado el senador Pedro Araya (PPD) en una entrevista que fue portada en La Segunda. Yo diría que ambos hechos dan cuenta de que las exposiciones de los candidatos en el Senado no tienen ninguna importancia porque los votos se deciden antes. Eso me parece que también ocurre con las presentaciones ante la Corte Suprema. 

El sistema, entonces, da cuenta de que las decisiones que se toman para aprobar o rechazar un candidato están tomadas por motivos muy distintos de los currículums o las exposiciones que hagan.

“El Ejecutivo tampoco ha podido explicar muy bien por qué elige a un candidato u otro”.

-A propósito de la UDI, ¿qué le parece que el senador Iván Moreira sea vocero de ese partido para el tema Fiscal Nacional?

-He sido particularmente crítico de ese punto. Si uno tuviera que pedir algo para la elección de Fiscal Nacional, diría que hay que cuidar dos elementos. Una es la transparencia del proceso, y la segunda es el mérito en la elección de candidatos. 

En el ámbito de la transparencia el hecho de que Iván Moreira, un sujeto que estuvo desaforado por el Ministerio Público y la Corte Suprema y que se salvó de la acción penal por un acuerdo espurio, tomado entre cuatro paredes de una manera que causó gran rechazo, que él sea la persona que está llevando la vocería por uno de los principales partidos del país, obviamente causa un daño tremendo a la confianza que la gente pueda tener en el proceso de designación. 

Me parece grave que el partido político no se dé cuenta de esa circunstancia. Obviamente es poco lo que uno puede culpar al propio Moreira porque él aprovecha su oportunidad. Lo grave es la decisión política que toma la UDI de ponerlo como vocero.

-El Presidente Gabriel Boric acusó que el rechazo a Marta Herrera tiene que ver con un “gallito” de senadores con el gobierno. ¿Observa eso también?

-Más allá que una derrota para el gobierno, es una gran derrota para los tres poderes del Estado. Los tres poderes del Estado han estado muy al debe, partiendo por la Corte Suprema que teniendo la mayor responsabilidad en cuanto a haber buscado la excelencia técnica en el nombramiento del Fiscal Nacional, al momento de confeccionar la quina tuvo muy poca transparencia en cómo se nombraban. 

No hay claridad de por qué motivos integran la quina algunas personas con currículum bastante semejante a otras que no tuvieron los votos. 

Luego, el Ejecutivo tampoco ha podido explicar muy bien por qué elige a un candidato u otro, además de que se ha hablado de ciertos vetos para algunos candidatos por las defensas que pueden haber tenido en el ejercicio legítimo de su rol como abogados. 

Finalmente, el Congreso termina votando o vetando a candidatos por motivos que me parecen bastante bajos y que no tienen que ver con la búsqueda genuina de lo mejor para la institución.

“Es increíble la manera tan cara de palo en que los senadores le dan la responsabilidad a Jorge Abbot sin hacer una autocrítica”.

-¿Faltó una autocrítica de los senadores por la designación de Jorge Abbott como Fiscal Nacional en el 2015?

-Absolutamente. Parte importante de la crisis institucional que tenemos está relacionada con la muy deficiente labor de Jorge Abbott como Fiscal Nacional y de la manera en que fue elegido. 

Ese concurso dio muestras de mucha opacidad, de una búsqueda de los senadores de una persona para asegurar la impunidad en las causas políticas. Por lo tanto, a este estado al que hemos llegado, gran responsabilidad la tiene el Senado. 

Es increíble la manera tan cara de palo en que los senadores le dan la responsabilidad a Jorge Abbot sin hacer una autocrítica de que ellos lo pusieron ahí. Abbott fue elegido de manera bastante transversal y con mucha conciencia de lo que significaba su nombramiento para la institución

-¿Le gustaba la propuesta de Marta Herrera como Fiscal Nacional?

-Todos los candidatos que se han presentado tienen las competencias académicas y técnicas para asumir el desafío, esto no pasa tanto por las personas como por haber buscado un buen mecanismo. 

A mi juicio era fundamental que el nombramiento hubiera tenido la dosis de legitimidad que el nombramiento de Abbott no tuvo y por eso, más allá de las personas, lo que me parecía importante era la manera en que se hiciera el nombramiento.

“Hay confusión en los motivos para elegir Fiscal Nacional, tanto en la Corte Suprema como en la fase más política”.

-¿Cuál es la falencia del mecanismo de elección de Fiscal Nacional?

-El mecanismo en el papel aparece como una buena idea en cuanto a que involucra a los tres poderes del Estado y, por lo tanto, intenta dar una dosis de legitimidad importante al Fiscal Nacional. Pero la manera en que esto se lleva a la práctica ha sido extremadamente defectuosa, porque el rol que debería tener la Corte Suprema es un rol eminentemente técnico, es decir, la búsqueda de las personas con las competencias necesarias para asumir el cargo. 

Luego viene el rol político en la toma de la decisión que le corresponde al Presidente, que debe ser ratificada por 2/3 del Senado. En la práctica, cómo funciona el sistema, estos roles se confunden. Hay confusión en los motivos para elegir Fiscal Nacional, tanto en la Corte Suprema como en la fase más política, y yo diría que el sistema, por lo tanto, necesita un cambio completo. 

-¿Cuál es la confusión en este caso aplicada a la Corte Suprema?

-Me parece que a esta altura, el hecho de que la Corte Suprema tenga atribuciones para efectuar nombramientos en distintos cargos, ha demostrado que termina siendo una práctica defectuosa. 

Esto es aplicable para los nombramientos de Fiscal Nacional, pero también para los nombramientos al interior de la institución, como también en los nombramientos que se efectúan de notarios y conservadores. 

De hecho, tanto el ex presidente Piñera en su gobierno como lo que planteaba la Convención Constitucional, era un sistema bastante distinto, básicamente con un cuerpo nuevo a cargo de nombramientos que se puede llamar Consejo de Justicia o como se llame.

-¿Qué sistema sería mejor entonces?

-A este tema hay que darle una vuelta mayor. Yo no tengo una posición tomada en cuanto a cuál puede ser el mejor mecanismo. Hay muchas fórmulas que pueden ser utilizadas, pero el sistema que tenemos hoy día ha hecho crisis y requiere urgentemente ser modificado.

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