“Kenita”: la comedia musical inspirada en María Eugenia Larraín que debutará este año en GAM

Una mujer está sentada en medio del escenario, frente a un televisor apagado. Tiene 85 años y alguna vez, en su juventud, fue una conocida modelo, rostro de televisión y de la farándula local. Los vaivenes temporales la sumergen en distintos pasajes de su vida y la llevan a revivir episodios de violencia que la marcaron y que marcarán también su muerte.

“¡No me llamo Kenita! ¡Me llamo María Eugenia! ¡María Eugenia!”, grita ella, sin que nadie la escuche. La pantalla se enciende, la absorbe completamente y despierta varios años atrás, en pleno 2003: a su lado hay un futbolista que duerme desnudo, a ella no para de sangrarle la nariz.

Así arranca la historia de Kenita, la comedia negra musical inspirada en María Eugenia Larraín que será parte de la programación 2023 del Centro Cultural Gabriela Mistral. Coproducida junto a Matucana 100, el espectáculo unipersonal debutará en noviembre próximo y reúne a un selecto equipo de creadoras y artistas encabezado por la dramaturga Carla Zúñiga y la realizadora audiovisual Nicole Senerman en la dirección. El montaje será protagonizado por la actriz Josefina Montané y tendrá música original de Camila Moreno.

Kenita se inserta en una programación de 50 espectáculos de teatro, danza y performance centrada en la huella política y social de los 50 años del Golpe, medioambiente y paridad de género. Apelando a la idiosincrasia chilena, la obra –en palabras de sus creadoras– está en un periodo inicial y ya tienen claro que no será un retrato biográfico, sino que tomará la figura de María Eugenia Larraín para reflexionar sobre la invisibilizada violencia ejercida hacia ella y otras mujeres en la televisión del Chile de los primeros años 2000.

“La obra no es biográfica ni sobre Kenita Larraín. A partir de su imagen, vamos a ficcionar y a reflexionar sobre la violencia hacia las mujeres en los medios de comunicación, qué representa también esa mujer y todo lo que nos han enseñado en la vida que simbolizan esas mujeres bellas, que salen en la tele, y cómo nosotras mismas participamos de ese relato”, comenta la dramaturga Carla Zúñiga.

“Lo que queremos es ver la humanidad de esa mujer y cómo podemos defenderla, mirarnos a nosotras mismas, a nuestras propias violencias, a las violencias entre mujeres y cómo nos enseñaron a competir entre nosotras. Aparentemente, el feminismo no pasa por esos cuerpos hegemónicos de la televisión, pero nos olvidamos que son igual de violentados y que las demás mujeres nos podemos identificar también con ellas. Eso tiene que parar y ya lo ha venido haciendo desde hace algunos años con los discursos feministas, pero sigue ocurriendo y de eso se hace cargo la obra discursivamente”, agrega la autora de obras como Prefiero que me coman los perros y La violación de una actriz de teatro.

“La obra toma a Kenita como una inspiración, una representación de la espectacularización de las mujeres durante los años 2000, y cómo eso hoy sería respaldado de otra forma con respecto a cómo el público recibía esas imágenes y el lugar donde también se ponía a estas mujeres. Hay que pensar que cuando Kenita llegó en silla de ruedas a Chile, ella había sido lanzada de un auto andando y eso se convirtió en meme. Quizás volvería a convertirse en meme, pero habría un apoyo de otro tipo y que obviamente se produce después del 8M de forma más constante”, le sigue Nicole Senerman, directora del montaje que tendrá una gran apuesta audiovisual a cargo de Francesca Nardecchia, además de canciones interpretadas en vivo y escenas de baile.

Kenita es –prosigue la directora e intérprete en reconocidas obras como El año en que nací y Cristo– “una crítica al espectáculo y a cómo han hecho parte a las mujeres de ese espectáculo. Estamos observando lo que fue esa época en la televisión chilena y retratando a esta figura de una mujer adulta mayor que fue parte del mismo espectáculo montado por la farándula y los medios de comunicación, y quien está reflexionando sobre esos años. Y lo hace desde su vejez”.

Autora y directora cuentan que esta semana se reunieron por primera vez con María Eugenia Larraín. Durante el encuentro, la pusieron al tanto de la obra y ella se mostró muy receptiva.

“Me parece muy bonito y respetuoso que hayan venido a contarme sobre la obra y espero leer el texto para poder formarme una opinión”, dice Larraín a The Clinic.

Reencuentro y debut musical

Su parecido físico con María Eugenia Larraín es evidente y, además, ya se ha lucido antes en el género: la actriz Josefina Montané (Soltera otra vez) vuelve a los musicales –tras su actuación en Mamma Mia! (2018)– bajo la piel de la protagonista de Kenita, una mujer que retrocede en el tiempo –de sus 85 a los 30 y tantos años y otros periodos de su vida– para revisitar su propia historia.

El desafío que enfrentará la actriz no es menor: tendrá que sostener por primera vez un unipersonal, además de cantar y bailar.

“Cuando recibí la invitación a participar de Kenita ya sabía que quería ser parte de esta historia. No solo por el equipo con el que voy a trabajar, sino también por lo que significa la imagen de Kenita Larraín para nuestra sociedad. Me parece muy atractivo hacer una revisión de cómo la cultura pop nacional se relacionaba con las figuras femeninas en los medios de comunicación. Una historia que nos haga reflexionar sobre nuestras conductas siempre será una historia necesaria para mi”, comenta Montané.

La compositora chilena Camila Moreno, por su parte, debuta en el género del teatro musical en este montaje y sus expectativas son altas: “Para mí, trabajar, componer e idear canciones para una obra que tiene una parte que responde al ‘musical’ es algo muy desafiante, porque nunca lo he hecho, y tengo mucha ilusión de poder trabajar en teatro como compositora porque siempre me ha encantado. Es un género que desconozco y siempre me ha interesado la torpeza de no saber.

“Me entusiasma el aspecto lúdico y onírico que tienen los musicales y esta historia en sí. Hay mucho que investigar y mucho espacio para jugar”, concluye la cantante.