“Esto nos va a durar toda la vida”: Agustina, uno de los rostros tras los 51 menores de edad que fallecieron en 2022 por impactos de bala

A Agustina (6) le gustaba hacer coreografías, bailar canciones de Luis Miguel y ver series de anime. Su abuela, Susana Ite (54), la recuerda como una niña risueña. “Era un sol de cada día, nuestro solcito. Era tan amada, tan regalona, el amor de nuestras vidas”. Su muerte, dice, afectó a su círculo familiar.

–Yo creo que esto nos va a durar toda la vida, hasta que nos volvamos a encontrar.

Fue la madrugada del 24 de enero de 2022 en Ovalle, Región de Coquimbo, tras recibir un impacto de bala en su cráneo, cuando murió Agustina. El día anterior, a eso de las 21.30, había acompañado a su padre, Jans Ceballos Ite (26), a hacer un servicio de taxi.

Mientras se trasladaban en auto -según antecedentes recopilados en el Poder Judicial- eran perseguidos por otro vehículo conducido por Miguel Vega Pérez (29), conocido como “El Chuma”, quien se interceptó perpendicularmente frente a ellos y les comenzó a disparar.

Las balas impactaron en las piernas de Ceballos, lo que provocó que perdiera el control del auto y chocara contra una camioneta estacionada. Cuando descendió del vehículo, abrió la puerta trasera izquierda para sacar a Agustina y huir hacia un negocio al otro lado de la calle.

En ese momento, “El Chuma” disparó contra Ceballos. La bala cruzó su tórax e impactó a Agustina. Ambos fueron trasladados al Hospital Provincial de Ovalle.

Minutos después, Ite -madre de Ceballos- recibió una llamada con la noticia. Esa noche se fue directamente al establecimiento de salud.

–Estuvimos esperando por un largo tiempo y casi a las once de la noche me llaman, me dijeron que habían hecho todo lo posible por repararlo, pero que mi hijo había fallecido producto de los disparos.

Ceballos falleció a las 22.18. Agustina murió casi dos horas después.

–Ella todavía estaba entubada cuando su padre falleció. Estuvo luchando, tuvo dos paros y no resistió– recuerda Ite.

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Agustina es una de los 51 menores de edad que han muerto producto de heridas de bala en 2022, según cifras de defunciones por causa del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS).

De los 51 menores de edad, cuatro eran de sexo femenino y 47 masculino, de acuerdo con la clasificación del organismo.

La cifra total, en comparación a años anteriores, aumentó. En 2021 fallecieron 30 menores de edad por disparos, mientras que en 2020 fueron 34. En lo que va de este año, en tanto, han muerto tres menores de edad.

En el mismo registro se especifican las regiones en que ocurrió la muerte. La Región Metropolitana es la zona en la que más se han reportado fallecimientos de menores de edad producto de heridas de bala entre 2020 y 2023, con un total de 54.

Le sigue la Región del Biobío (12), Tarapacá (9), O’Higgins (7), Valparaíso (7), Coquimbo (7), Antofagasta (4), del Ñuble (5), La Araucanía (5), Arica (2), Los Lagos (2), Maule (2), Los Ríos (1) y Atacama (1).

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Ese domingo 23 de enero, recuerda Ite, Ceballos no quería que Agustina lo acompañara.

–Agustinita quería ir con él, pero mi hijo le dijo que no, que no la iba a llevar. Ella insistió tanto que él dijo ‘ya, vamos’.

Dice que su hijo no tenía ningún contacto con Miguel Vega Pérez, quien fue imputado como presunto autor de dos delitos de homicidio calificado consumado por la muerte de Ceballos y Agustina -en la causa ingresada el 27 de enero de 2022- y tiene antecedentes penales anteriores al caso.

Por meses, “El Chuma” estuvo prófugo. El 30 de junio del año pasado fue detenido en Buenos Aires, Argentina. Quedó privado de libertad en la capital del país trasandino y la Fiscalía Local de Ovalle solicitó su extradición a Chile.

–Desde el año pasado estamos esperando la extradición, eso se demora un poco– comenta Ite.

Según los hechos descritos en la investigación, el imputado buscaba “cobrarle venganza” a Ceballos. “Tenían rencillas previas, lo que había generado que el imputado Miguel Alejandro Vega Pérez realizara amenazas de muerte previas en contra del círculo cercano del afectado”, se lee en los antecedentes del Poder Judicial.

La hermana de Ceballos y tía de Agustina reclama que el proceso judicial ha sido lento, pero que han sido apoyados por la Fundación Hasta que el Dolor se Convierta en Ley, orientada a familias de víctimas de delitos violentos.

–Nuestra labor también consiste en poder brindarles apoyo integral a las familias, ya sea con profesionales tanto en el área de psicólogos, también en el área jurídica con abogados– explica el vicepresidente y vocero de la fundación, Carlos Muñoz.

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La última conversación que tuvo Miriam Hermosilla (60) con su nieto Sebastián Seguel (18) fue a mediodía del 6 de febrero de 2022.

–Él estaba trabajando en un servicentro de acá de Los Ángeles y entraba a las once de la noche, así que me llamó por teléfono para pedirme que tuviera lista su ropa. Me dijo que iba al río con un amigo y que después volvía. ‘Ya hijo, cuídate, te quiero mucho’, le dije. Le alcancé a decir por última vez que lo quería mucho– recuerda Hermosilla.

Antes de llegar al río, Sebastián pasó a comprar completos a un local de la zona con su amigo Carlos Corzo (26), en la población Chile Barrio de Los Ángeles, Región del Biobío. En ese momento, según antecedentes de la defensa de la víctima, desde un auto sin patente Brandon Burgos Saaverda (25), imputado y formalizado por dos homicidios –uno consumado y otro en grado de frustrado-, comenzó a disparar hacia ellos.

La muerte de Sebastián fue inmediata, producto de los impactos de bala. Corzo, en cambio, recibió disparos en su columna y logró ser estabilizado en el Centro Hospitalario de Los Ángeles.

Entre 2020 y 2023, según las cifras de causas de defunciones del DEIS, han muerto 49 jóvenes de 18 años por impactos de bala. De ellos, 44 eran hombres y cinco mujeres.

En lo que va de este año, en detalle, han fallecido dos personas de esa edad producto de disparos. El año pasado esa cifra llegó a 18, en 2021 a 15 y en 2020 a 14.

Hermosilla recuerda que ese jueves que murió Sebastián hacía mucho calor.

–Yo estaba en mi casa, en el campo, y nos avisaron por teléfono. Cuando llegamos al lugar donde estaba ya estaba la policía, el auto estaba tapado y yo no pude, no fui capaz de… solo me caí y quedé botada encima del capot del auto en donde estaba Sebastián.

Sebastián vivió desde los dos años con su abuela. Sus padres, dice Hermosilla, eran muy jóvenes cuando él nació, por lo que quedó a su cuidado. Eso sí, dice que su nieto tenía buena relación con su madre, Patricia Espinoza, y su padre, Hugo Seguel.

A Sebastián, recuerda Hermosilla, le encantaba escuchar música y dedicarle tiempo a sus perros. Dice que era muy querido por sus amigos.

–En el Parque del Recuerdo donde está es como un santuario, porque tiene peluches, flores, de todo le dejan sus amigas y amigos.

Fue velado en la Iglesia Buen Pastor. Ese día, dice la abuela de Sebastián, el lugar también estaba lleno de flores.

El 7 de febrero de 2022, el Juzgado de Garantía de Los Ángeles ingresó una orden de ingreso al Centro de Detención Preventiva de Yumbel para Brandon Burgos Saaverda.

A la espera del juicio -que aún no tiene fecha- la familia de Sebastián reclama justicia.

–A mí me mataron en vida. Ya no río, me cuesta levantarme, me cuesta hacer cosas, conversar con más gente. Solo cuando voy al Parque del Recuerdo (donde está la tumba de Sebastián), casi día por medio, ahí lloro– dice Hermosilla.