Buses RED: preocupación por histórica evasión que alcanza su segundo peak más alto

El Directorio de Transporte Público Metropolitano dio a conocer las últimas cifras relativas al informa sobre evasión en el sistema de buses RED de la capital informando del segundo peak más alto en la historia desde su funcionamiento.

La medición externa detalló cuáles fueron las cifras de evasión que tuvo el transporte público durante todo 2022. Fue allí donde informaron de un aumento en el índice de evasión del 44% del total durante el segundo semestre del año. Consiste en un crecimiento del 3,7% con respecto a la primera mitad del año.

Por otro lado, se trata de un crecimiento del 7,9% en comparación al segundo semestre de 2021, mostrando un aumento sostenido en el tiempo.

Con ello la estadística se convierte en la segunda cifra más alta de evasión en la historia de buses RED que integran la Región Metropolitana. Y es que el peak más alto en la historia ocurrió el segundo semestre de 2020. Fue allí donde se registró que el 46% de las personas no habrían pagado su entrada.

En este contexto es que el Ministerio de Transportes adelantó en noviembre de 2022 los cambios que se buscaban para alterar esta realidad.

Los desafíos para enfrentar la evasión

Entre los objetivos para reducir esto el Ejecutivo habló de una serie de medidas con el objetivo de aumentar en más de un 40% los lugares de pago. Con ello, se busca limitar las zonas sin control para el pago de pasajes en el sistema RED.

En 2023 se han realizado más de 30 mil controles con el fin de lograr reducir la evasión a nivel nacional del sistema de transporte público. Adicionalmente, la cartera en materia de movilidad habló de que se han detectado a más de 6 mil evasores en lo que va de año. Así, remarcaron la diferencia con 2022, cuando hubo 8.944 sancionados en 128 mil controles.

La Moneda, en este sentido, se comprometió a reducir la evasión hasta en un 40% hacia fines de 2023. Juan Carlos Muñoz, jefe de la cartera, señaló que “si bien no es la más alta que hemos registrado dentro de nuestras mediciones, nos tiene muy preocupados y ocupados. Es un indicador que refleja no solo un fenómeno complejo, sino que en los últimos semestres viene al alza”.

“Esto no solo daña el sistema financiero que sostiene al transporte del Gran Santiago, sino también, representa acciones que no podemos aceptar ni queremos ver a la hora de abordar un bus o el metro, ni en nuestra sociedad”, añadió.