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Reportajes

8 de Abril de 2023

Santiago City: la historia del “club de los picados”, el equipo de fútbol que dirige Kike Acuña y que enfrentará a Colo-Colo

Jorge "Kike" Acuña, entrenador de Santiago City, con una pelota en cada brazo mientras dirige el entrenamiento del club que se prepara para enfrentar a Colo-Colo Foto: Gonzalo Ríos

A las 8:30 del lunes pasado, Santiago City comenzó a preparar su semana más intensa, en que este domingo enfrentará a Colo-Colo por Copa Chile. Jorge "Kike" Acuña, entrenador del equipo, dice que "es el partido más importante de la historia del club". Tanto los jugadores, cuerpo técnico y directivos de la institución, están buscando una segunda oportunidad en el fútbol. El "City" tiene la ambición de subir todos los años una categoría, para eso, tienen un cuerpo técnico de 8 personas, un dron para analizar entrenamientos, y un presupuesto de entre 20 y 22 millones de pesos mensuales para todo el club.

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Son las 6:30 de la mañana del lunes 3 de abril. Marcelo Suárez (22) sale desde su casa, en la comuna de San Miguel, camino al Estadio Municipal de Las Condes, donde su equipo, Santiago City, comienza a prepararse para una semana clave: este domingo se enfrentan a Colo-Colo por Copa Chile y tienen la oportunidad de darse a conocer ante el país.

Suárez, al igual que sus compañeros, lleva la mayor parte de su vida entrenándose para ese momento. A los 13 años entró a la cantera de Universidad Católica e hizo toda su formación ahí. Incluso, llegó a ser parte del plantel adulto del club y, sin haber disputado ningún partido, tiene un palmarés de tres campeonatos nacionales: los tres que ganó la UC entre 2018 y 2020.

Ese último año, perdió continuidad. La pandemia provocó la suspensión de los partidos en las divisiones inferiores del fútbol nacional. Por lo mismo, perdió el terreno que había ganado siendo el tercer arquero del club y no fue considerado en el plantel de Católica para 2021. Ese año migró a Deportes Recoleta, donde volvió a ser campeón y logró el ascenso a Primera B.

Sin embargo, el año 2022 volvió a Universidad Católica sin ser considerado. Por lo mismo, su llegada a Santiago City, en esa temporada, tiene un significado especial. “A veces hay que retroceder un paso para avanzar dos, esa es mi mentalidad. Para mí, este club significa una segunda oportunidad en el fútbol y la oportunidad de jugar contra Colo-Colo en la Copa Chile hace que esa posibilidad sea más grande”, cuenta el portero.

Los arqueros de Santiago City practicando tapadas. Con la pelota está Marcelo Suárez. Foto: Gonzalo Ríos.

El City, como le dicen los miembros del club, se creó en 2020 por iniciativa de su presidente, Jorge Sotomayor González. En 2021 solicitaron a la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) inscribirse en la Tercera División B, pero no quedaron. En 2022, en cambio, fueron aceptados y disputaron su primer torneo, logrando ganar inmediatamente y ascendiendo a Tercera División A.

Pese a la juventud de la institución, tienen objetivos ambiciosos: todos los años deben ascender una división hasta llegar al profesionalismo. Por lo mismo, tras ser campeones, este año decidieron subir la apuesta y traer al reconocido exfutbolista Jorge “Kike” Acuña como su entrenador.

La carrera futbolística de Acuña es conocida. Hizo la mayor parte de su carrera en Universidad Católica y tuvo presencia en la Selección Nacional. En 2018 se retiró y comenzó su carrera como director técnico. En San Felipe, el 2021, tuvo su primera experiencia en el profesionalismo, pero duró sólo 3 meses.

Luego de esa experiencia, Acuña cuenta que “yo siento esta como mi primera incursión como técnico profesional, porque me fueron a buscar. Mi misión a corto plazo es ser campeón. Uno nunca sabe lo que puede deparar el futuro, podría seguir o ir a otro lado”.

“Este es el partido más importante de la historia del club”

A las 8:30 de la mañana el equipo del Santiago City comienza su entrenamiento. Kike Acuña ya saludó a todos los jugadores, que parten el calentamiento con un trote. Luego, pasan a los ejercicios físicos con pesas. A eso de las 9:30 gran parte del equipo terminó los trabajos físicos y comenzaron a tocar la pelota. Se dividen en dos grupos: el de los titulares hace un círculo y juegan al “que no caiga”, mientras el otro se pone al rededor de una mesa -similar a un velador- y juegan a hacer rebotar la pelota ahí sin que caiga al pasto.

Mientras tanto, el cuerpo técnico conversa a un costado de la cancha y un integrante del equipo audiovisual sube a las gradas del estadio para instalar una cámara. El club también cuenta con un dron, con el que graban las jugadas con tomas aéreas para analizar y mejorar los movimientos de sus jugadores.

Jorge Acuña es tajante sobre la importancia del encuentro que jugarán el domingo 9: “Este es el partido más importante en la historia del club”. Sin embargo, más que presión, el equipo siente esperanza y motivación.

Álvaro Pilquiman, delantero del club, dice que “esta es una oportunidad única, que pocas veces se va a dar”. Hizo su formación en Magallanes durante 6 años, pero se fue del club el 2021, un año antes de que el equipo hiciera historia ascendiendo a Primera División A y ganando la Súper Copa. Por eso, esta etapa para es una segunda oportunidad “en casi todos los compañeros. Como el año pasado decíamos, este es el club de los picados. Acá llegaron varios jugadores de varios clubes, donde no nos dieron la oportunidad y creo que la estamos aprovechando de buena manera”.

Jugadores de Santiago City en el entrenamiento del lunes de esta semana. Foto: Gonzalo Ríos.

Issan Carrasco, central y lateral del club, tiene una meta aún más ambiciosa: “si tengo que pensar en el futuro, me gustaría llegar a Europa”. Hizo su formación en Santiago Morning y, según explica, “yo vengo de cero acá en el club”.

Una historia similar tiene Bayron Rojas, también defensa central que se formó en Aguarás y que ve en Santiago City una opción para darse a conocer. Por lo mismo, tener a Jorge Acuña como entrenador le esperanza: “El profe jugó en Europa, jugó Champions, asique tiene mucho por enseñar y hay harto por aprender. Nos da más juego, siempre quiere tener la pelota”.

Mientras el equipo entrena, a eso de las 11:30 de la mañana, Nicolás Bascuñán hace ejercicios kinesiológicos a un costado de la cancha para recuperarse de una luxación en su hombro derecho. Bascuñán es el 10 del equipo, el encargado de crear el juego y la confianza del técnico sobre él se nota.

Mientras estira sus brazos -cómo le ordenó el kinesiólogo-, Kike Acuña recorre desde un extremo a otro de la cancha para hablar con él. Personal del club asegura que lo van a hacer jugar de una u otra forma y al entrenador le preocupa que lo logre. “¿Estay pa jugar? ¿Si te pinchai?”, le pregunta Acuña, agregando: “¿Si vay al choque con otro jugador, qué pasa?”. “Lo boto“, responde seguro el 10. Tras la conversación, le plantea la estrategia para ganar el domingo a Bascuñán, haciendo énfasis en que “Colo-Colo es muy lento en defensa, apenas recuperemos la pelota, la mandai para arriba”.

Mientras ocurre esta conversación, el equipo está desplegado en la cancha. Se dividen en tres equipos y, en términos básicos, el ejercicio consiste en quitarse la pelota.

Ahí, para motivar a los jóvenes en un momento en que bajaron la intensidad, el ayudante técnico de Kike Acuña -que dirige el ejercicio- les grita a los jugadores: “¡Vamos que el domingo es Colo-Colo!“.

“Aquí no hay contratos, se les da un viático”

A principios de enero de 2020, John Manuel Castro Caballero, entrenador con licencia FIFA que fue jefe técnico de Curicó Unido los años 2000, 2006, 2013 y 2014, recibió el llamado de Jorge Sotomayor, presidente y fundador de Santiago City.

“Me llamó diciéndome que tenía un par de sponsors para financiar un club deportivo y llegar al fútbol profesional. Pero la condición era que había que subir todos los años, porque no daban los fondos para sustentar tres años en Tercera División”, cuenta el Profe John, como lo llaman en el club.

No era primera vez que John Castro conversaba con Sotomayor. Según cuenta, “a Jorge lo conozco de niño. Él era mi alumno en los talleres de Ñuñoa, fue mi alumno junto con Roberto Garrido (utilero del club), que lo ayuda con todos los temas administrativos y de coordinación”.

John Castro cuenta que Jorge Sotomayor “era un cabro vulnerable. En esos talleres teníamos a puros cabros vulnerables de Ñuñoa, venían de los barrios Lo Encalada, Rosita Renard, por ejemplo. Fue bonito que se acordaran del profe pesado que les ponía disciplina”.

Jorge “Kike” Acuña dialogando con su cuerpo técnico en el entrenamiento. En el fondo, el kinesiólogo trabaja con el lesionado Nicolás Bascuñán, el 10 del equipo. Foto: Gonzalo Ríos.

Jorge Sotomayor, cuentan desde el club, no le apasiona aparecer frente a las cámaras. Cuando va a los partidos, se sienta en las gradas como un hincha más en vez de meterse a la cancha. Su incursión en el negocio del fútbol no es nueva: es dueño de la agencia de representación de jugadores CMB Fútbol, creada en 2015, y estudió Asesoramiento Deportivo en la Pontificia Universidad Católica, según su perfil de Linkedin.

Su historia con Jorge Sotomayor fue lo primero que lo convenció para convertirse en gerente deportivo de Santiago City, pero no fue suficiente. “Tenía mis dudas, pero Jorge me dijo que fuera a ver jugar a los cabros y ahí me di cuenta que eran muy buenos“, cuenta.

Según cuenta Castro, “el club es un proyecto familiar de Jorge con su hermano, su señora y su hija”. Además, dice que, “a estos muchachos, que son categoría 2000, Jorge los conoce hace tiempo, a la mayoría por la agencia. De hecho, cuando me contactó, me dijo que ya tenía una base importante de jugadores, que eran sus representados”.

El año 2022, que lograron un cupo en la Tercera División B y, posteriormente, ganar la copa, la misión fue poner en buena forma física a los jugadores. “Llegaron todos destrozados, algunos venían trabajando y habían perdido la cultura deportiva“, cuenta Castro. El segundo desafío fue que los jugadores se mantengan enfocados en el proyecto: “Tenemos entrenamientos todos los días para evitar distracciones, además contamos con psciólogo deportivo y los mismos jugadores tienen una motivación de revancha. Si llegan a Primera B en poco tiempo, tienen muchas chances de que los vean equipos grandes”.

La parte económica, además de las oportunidades, también es un punto importante. Sin embargo, John Castro explica que “aquí no hay contratos, porque es Tercera División, se les da un viático y un bono por participación”.

El gerente deportivo de Santiago City no quiso entrar en detalles económicos, pero dice que “el cuerpo técnico no gana como cuerpo técnico, yo soy gerente y no gano como gerente. Estamos todos apostando al proyecto”.

De todos modos, fuentes del club aseguran que los gastos en el plantel alcanzan los 15 y 18 millones de pesos mensuales. eso incluye al cuerpo técnico, que consta del entrenador, su ayudante, entrenador de arqueros, preparador físico, dos analistas, kinesiólogo y psicólogo deportivo. Al incluir los costos de traslado, ese total pasa a ser de entre 20 y 22 millones de pesos.

John Castro también insiste en la frase que todos repiten en Santiago City: “Este es el club de los picados”. Resulta que la frase también aplica a su historia.

Además de ser gerente deportivo del club, John Castro es el entrenador del equipo de fútbol de la Universidad Adolfo Ibáñez. Sin embargo, su ambición es llegar a un club de la Primera División A. Este año, cuenta “me estaban viendo para llegar como gerente deportivo en Curicó Unido, pero Miguel Riffo (exjugador de Colo-Colo) me ganó la pulseada”. Después de una pausa, dice: “Quién sabe si me llaman de nuevo”.

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