El libro sobre Colo-Colo que revela la relación de Blanco y Negro con las barras bravas y cómo se instalaron las sociedades anónimas en Chile

Alberto Arellano es sobrino nieto de David Arellano, máximo referente de Colo-Colo. Sabe la carga que tiene el apellido y sangre. Meses antes de publicar su último libro, en el que habla sobre el rol de Blanco y Negro en el club, había sido encargado de darle vida al prólogo de uno de los textos clásicos (y olvidados) del equipo: David Arellano Moraga. El deportista mártir.

Escrito por el hermano del histórico jugador albo, narra la historia del viaje de Colo-Colo por ciudades como Madrid, Lisboa, Ciudad de México o Vallalolid, donde murió David Arellano. El texto describe cómo eran los jugadores entonces, con un perfil muy distinto al del futbolista actual. Un libro sobre hermandad, fraternidad y socios dando los primeros pasos del equipo con más títulos de Chile. Era, ante todo, un registro de la vida de los albos.

Una historia diametralmente opuesta a la que describe el periodista y académico de la UDP en De quién es Chile: Colo-Colo en la era de las sociedades anónimas.

-En 2005 hubo un cambio en la trayectoria histórica de los clubes. Colo-Colo fue el primero en convertirse en sociedad anónima. Es un quiebre radical. Creía que esto había que marcarlo, había que contar la historia de este Colo-Colo distinto al de mi abuelo que escribió y publicó en su libro de 1929. Por eso me metí en esto -dice a The Clinic.

Sin embargo, Alberto Arellano revela que el fondo del libro tiene otra dimensión, más allá del equipo albo.

-Es una excusa para hablar sobre el poder desde lo político, financiero hasta la importancia de las barras.

La importancia de Colo-Colo

La última gran encuesta sobre la popularidad de equipos chilenos, realizada en 2018 por Adimark, constató que Colo-Colo es el club con más seguidores en Chile, con el 43% de las preferencias de los encuestados. Los albos se quedan en el primer lugar, con una larga distancia sobre su seguidor, Universidad de Chile, que cuenta con el 21% de los fanáticos.

Se trata de una realidad que el autor del libro que retrata el impacto de las sociedades anónimas en Chile tenía en mente en su investigación. Por esto es que Blanco y Negro, concesionaria detrás del equipo de Macul, es el tema del libro.

Dividido en cinco capítulos con más de 300 páginas, narra diversos episodios sobre la instalación de las sociedades anónimas. Desde cambios en las barras bravas hasta el funcionamiento de la directiva son parte de la narración del coautor de Joyitas: los protagonistas de los mayores escándalos de corrupción en Chile (2021).

-¿Qué rol tiene Blanco y Negro en este trabajo?

-Blanco y Negro toma el control de un club en quiebra y lo abre a la bolsa posibilitando que ingresaran grandes capitales. Había una historia que había que reportear para ser lo más fiel posible a la realidad. Hay incluso un Presidente de la República que utilizó al club como plataforma. Eso había que investigarlo. Está también el máximo accionista de Blanco y Negro y futuro ministro de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle o Leonidas Vial. Muchas figuras así.

-¿Qué significaba llegar a Colo-Colo desde el mundo privado?

-El hecho de estar en la directiva y tomar decisiones sobre Colo-Colo le afecta a millones de personas. Están los inversionistas más importantes de Sanhattan, desde Consorcio hasta Sebastián Piñera, Aníbal Mosa, Juan Bilbao, Raimundo Valenzuela. La pregunta es ver qué busca esta gente tomando el control de la sociedad que controla al club más popular de Chile. Es importante entender que Colo-Colo, y mucha gente no lo entiende, determina el ánimo de millones de personas. La historia es relevante por eso.

-Se trata también de uno de los clubes más exitosos, deportivamente hablando.

-Llegaron y poco después en 2006 llega Colo-Colo a la final de la Copa Sudamericana con una cantaera de jugadores que no era obra y gracia de Blanco y Negro para luego venderlos. El negocio comienza a rendir, pero no es millonario. Tienen márgenes rojos. La pregunta es: ¿por qué están? Algunos reconocen que es por figuración pública. Manejan el club más importante de Chile y con presencia internacional.

-¿Qué tipo de cruces hay en el libro?

-Hay un cruce político y desde el fútbol muy interesante. Siempre ayuda involucrarse en deporte para figurar. Pero, por otra parte, hay una capa de personas que se disputan el poder y no son de la élite. Ahí es donde están las barras como un modelo de negocio. Es allí donde aparece Francisco Muñoz tomando el liderazgo. En el libro está en detalle cómo llega a la cúspide.

Las barras bravas y la disputa por el club

-Es una historia no tan distinta a la de la élite. Si bien al comienzo su llegada (la de las sociedades anónimas) es con calma, luego comienzan luchas internas sobre quién va a presidir este directorio y quién tomará las decisiones. Estas luchas son tan profundas que terminan en tribunales. Otras terminan en acciones de la Comisión para el Mercado Financiero. Hay otras formas que operan en este mundo. Son luchas de poder —describe Alberto Arellano a The Clinic.

-Personajes relevantes políticamente aparecen hoy en el libro.

-Es un negocio. Hay disputas, por ejemplo, por controlar el bombo. En el libro se describen dos homicidios en las luchas de poder. Aparece Francisco Muñoz. La historia se va entrelazando hasta que llega a un punto en que este grupo se conecta con la élite porque hay un interés común: el financiero.

-¿En qué sentido?

-Muchos en las barras convierten esto en una forma de vida. La élite pide controlar los desórdenes y ellos comienzan a hacerlo a su manera. Ahí comienza el cruce, pero esta petición no es un favor. En el libro aparecen rastros de esto. Aparecen contabilidades de empresas asociadas a accionistas como PISA, en cuyos números aparece Francisco Muñoz como alguien en la nómina de quienes había que pagarles. Ahí está la constatación de que estos dos mundos se necesitan casi por un asunto exclusivamente financiero.

-Hay varias dificultades.

-Colo-Colo está en el centro, pero en verdad es un pedazo de la historia reciente de Chile. De alguna manera, las personas que aparecen, las dinámicas de poder y lo que está en juego muestra cómo Colo-Colo genera, como ninguna otra institución, un nivel de pertenencia radical de las personas. Es una muestra de la dinámica del país de los últimos 40 años. Colo-Colo no era un bien público, pero su privatización es algo raro, porque no fue propiedad del Estado, pero era de sus socios.

“Le tocaba al fútbol”

Alberto Arellano describe en el libro la relación que mantuvieron empresarios y políticos con el fin de impulsar a las sociedades anónimas para que tomaran la primera línea de los clubes chilenos. Tal fue el impacto que tuvo la salida al mercado de sus acciones que, describe el periodista, “de las diez mayores aperturas en bolsa entre 2004 y 2006, este estreno fue por lejos el más rentable, muy por encima de grandes compañías como Cencosud, Salfacorp, La Polar, Ripley, Paz Corp y Sigdo Koppers”.

-Había un impulso transversal para hacer del fútbol una actividad controlada por sociedades anónimas, con pocas disidencias. El resto estaba convencido que era la forma de terminar de dar un salto. Se había pensado en otras áreas de la economía en esta ola privatizadora. Le tocaba al fútbol.

-En el libro hablas de que se intentó hacer una especie de “capitalismo popular” con Blanco y Negro. ¿Qué pasó en el proceso?

-Se piensa que Colo-Colo, en virtud de ser un equipo popular, podía incluir a sus hinchas. Aparecen declaraciones de (Sebastián) Piñera o de otras personas que querían que Colo-Colo sea de los hinchas. Se abre esa lógica de un capitalismo popular, probada en otras empresas privatizadas. Se abre en la bolsa con la posibilidad de comprar acciones en BancoEstado, que está cerca de todo Chile. También se esperaba que no hubiera puntos mayoritarios, pero esto duró ocho meses.

-¿Qué pasó?

-Despertaron los peces gordos de la bolsa y vieron una posibilidad de éxito con Colo-Colo, lo que se desmadra cuando entra Piñera y Ruiz-Tagle; en 2007 este último tenía el 25%. O sea, la idea de que todos pudieran comprar acciones se desvaneció. La gente va al estadio y ellos ven que estos están llenos y se sienten, de alguna manera, responsables de las pasiones de un montón de gente. Así está hasta ahora. Colo-Colo está dividido en bloques con cierta participación accionaria y liderada por una cabeza visible.

-Con esto, ¿a qué conclusiones llega la investigación?

-Es un relato que no existía. Investiga la historia reciente de Colo-Colo. Aparecen revelaciones e historias que se van entrelazando en un relato común. Están las evidencias de financiamientos a barras, como el caso de PISA S.A. con Francisco Muñoz como líder. También están los personajes importantes de la historia: Aníbal Mosa, Ruiz-Tagle, Leonidas Vial y Sebastián Piñera. Son personajes perfilados desde su ascenso en el poder y su relación con Colo-Colo Son historias del Chile reciente.

-¿Con qué se va a encontrar uno en el libro?

-Hay un trabajo de hilado fino. Se entrecruzan personajes que provienen de lugares completamente distintos. Eso va armando una trenza que está pegada a propósito de Colo-Colo. Son personajes que hoy toman decisiones desde la presidencia, ministerio o que ejercen su poder desde las finanzas o la calle.

Puedes revisar más detalles del libro a continuación

• De quién es Chile: Colo-Colo en la era de las sociedades anónimas
• Editorial Catalonia
• Alberto Arellano
• 2022