“Ya pasó y quiero estar tranquilo”: primeras palabras del único condenado por crimen de Viviana Haeger tras su libertad condicional

En libertad condicional quedó José Pérez Mancilla, el único culpable por el crimen de Viviana Haeger, luego de que la justicia acogiera un recurso presentado a su favor. El hombre se mantenía en prisión desde hace ocho años por su vinculación al caso.

De acuerdo a lo informado por el Poder Judicial, la decisión se dio luego de que la Comisión de Libertad Condicional de Valdivia acogiera 26 solicitudes en esta línea de un total de 238 que fueron presentadas por condenados en unidades penales de la jurisdicción.

Dentro de estas se encuentra considerado el caso de José Pérez Mancilla, quien en 2017 había sido condenado a una pena de 10 años. Por el hecho ocurrido en 2010 se estableció que el sujeto había asfixiado con una bolsa a la mujer para luego esconderla dentro de la casa de esta en Puerto Varas (Región de Los Lagos).

Primeras palabras tras salir de la cárcel

En conversación con Mucho Gusto, Pérez Mancilla aseguró que “todo esto ya pasó y quiero estar tranquilo”. El único culpable tras el homicidio de Viviana Haeger fue abordado mientras iba caminando por la calle en dirección al cuartel a firmar, el periodista le consultó por su libertad condicional y afirmó que desde el jueves estaba fuera de la cárcel.

Sobre si estaba arrepentido por el crimen, indicó que “obviamente cualquier persona se arrepiente”. Si es que sigue sosteniendo su versión de los hechos, que apuntaban a que el esposo de Viviana Haeger, Jaime Anguita, le había encargado esto, afirmó que no quería hablar. También aseguró sobre el caso que “ellos (familia) saben la verdad”.

El culpable del delito había estado dos años en prisión preventiva, estas se sumaron a la sentencia, por lo que esta se debía cumplir en 2025. De esta manera, el hombre optó al beneficio de libertad condicional luego de cumplir ocho años en prisión, el que fue concedido por buen comportamiento.

Durante el juicio José Pérez Mancilla, además de confesar el crimen, afirmó que lo habría realizado por encargo de Jaime Anguita. Sin embargo, la pareja de la víctima fue absuelto del delito de parricidio por “falta de contundencia” en las pruebas presentadas.

Solicitudes de libertad condicional

Respecto a las solicitudes, desde el Poder Judicial recalcaron la cifra de peticiones rechazadas alcanza un 89%. Asimismo, precisaron que las decisiones en cada caso se tomaron de acuerdo a los informes psicosociales elaborados por Gendarmería sobre los factores de riesgo de reincidencia.

“El grupo de comisionados aplicó además -como criterio para el otorgamiento de la libertad- el cumplimiento efectivo de la mitad de la condena o dos tercios (dependiendo del tipo de delito), haber tenido conducta intachable en el establecimiento penal en los cuatro bimestres anteriores a su postulación o tres bimestres en el caso que la condena impuesta no exceda los 541 días, riesgo de reincidencia y posibilidades de reinserción social”, añadieron.

En detalle, el organismo explicó que se aprobaron las siguientes solicitudes:

• Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno: 3 aprobadas y 43 rechazadas.
• Centro de Estudio y Trabajo de Osorno: 10 aprobadas y 21 rechazadas.
• Complejo Penitenciario de Valdivia: 8 aprobadas y 140 rechazadas.
• Centro de Estudio y Trabajo de Valdivia: 5 aprobadas y 8 rechazadas.

En qué consiste el beneficio

El Poder Judicial además explicó que en estos casos “las personas en libertad condicional quedan sujetas a la supervisión de un delegado de Libertad Condicional de Gendarmería de Chile”.

“El delegado designado para el control de la libertad condicional, dentro de los siguientes 45 días a su designación, debe elaborar un plan de intervención individual. La persona condenada debe firmar un compromiso de dar cumplimiento a las condiciones de ese plan, tendiente a su rehabilitación y reinserción social”, añaden.

Finalmente, precisaron que si esta plan no se cumple, se puede revocar la libertad condicional. En este escenario la Comisión podrá ordenar el ingreso de esta persona a una cárcel para que cumpla el tiempo que le faltaba para cumplir su condena.