Ministro de Economía Nicolás Grau: “Hay una parte de la derecha que sí está disponible a participar de este espíritu de diálogo”

“Hay una situación excepcional que ha tenido que enfrentar este gobierno: elecciones en sus dos primeros años”, reflexiona el ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau. Se refiere al plebiscito de salida de 2022 y a la elección para el Consejo Constitucional, comicios que no tuvieron resultados favorables para la actual administración.

Es jueves 18 de mayo y el reloj marca las 9.55 de la mañana cuando el secretario de Estado -que ha sorteado dos cambios de gabinete- entra a su oficina, ubicada a solo cuadras del Palacio de La Moneda, tras una reunión por Zoom con el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y Cambio Climático. Es una buena semana para el gobierno. Tan solo el miércoles anotó dos triunfos en el Congreso Nacional: el despacho a ley del royalty minero y el avance legislativo que tuvo el proyecto que reajusta el salario mínimo a $500 mil en julio del otro año.

En medio de esas victorias -y de una agenda apretada- el militante de Convergencia Social (CS) reflexiona sobre el primer año de gobierno y reconoce que la seguidilla de procesos eleccionarios durante este periodo ha generado una dinámica política distinta a la de costumbre. También asegura que la gobernanza siempre será difícil, independiente de la administración de turno.

“Siempre los gobiernos enfrentan dificultades que el gobierno anterior no enfrentó, y gobernar siempre ha sido complejo”, analiza Grau, y agrega: “No soy de los que cree que gobernar es más difícil que antes, sino que siempre ha sido difícil”. 

Pero la gestión del Presidente Gabriel Boric no solo ha debido sortear procesos eleccionarios. Además del clima electoral desfavorable y la crisis de seguridad, el oficialismo es minoría en el Congreso. 

Uno de los momentos complejos que debió enfrentar el gobierno, justamente en el Parlamento, fue el rechazo a la idea de legislar la reforma tributaria. Un hecho que complica el financiamiento de la agenda del Ejecutivo.

El ministro de Economía, ante ese escenario, resalta la importancia de sacar adelante la reforma tributaria para implementar los compromisos adoptados en campaña.

“Hay una parte del programa de gobierno que depende de tener recursos nuevos -dice Grau-, y eso tiene que ver con un compromiso nuestro que es muy importante, y es que tengamos una finanzas públicas ordenadas”.

–¿Si se cae la reforma tributaria, se cae el programa de gobierno?

-Nosotros, para algunos de estos compromisos, no todos, pero algunos de ellos, necesitamos la reforma tributaria, y por eso hemos sostenido una y otra vez que fue una muy mala noticia, no para nosotros, sino para el país, que se rechazara la idea de legislar.

–¿Y qué compromisos se ven perjudicados por el rechazo a la reforma tributaria?

-Parte de nuestra agenda de expansión de derechos sociales requiere de financiamiento y, por lo tanto, necesitamos la reforma tributaria para avanzar en esa dirección. Más allá de si es o no parte de nuestro programa, es una parte importante de lo que necesita el país.

Pese a eso, el ministro de Economía es optimista y resalta algunos logros del gobierno, como la aprobación de la reducción de la jornada laboral a 40 horas y el royalty minero. También, el avance que tuvo esta semana el proyecto que reajusta el ingreso mínimo y, en lo económico, remarca que no habrá una recesión este año.

“Lo que uno ve en las proyecciones del Banco Central, y también las proyecciones del mercado, es que lo que debiera ir pasando este año es que vayamos creciendo trimestre a trimestre, y eso de hecho se verificó el primer trimestre del año 2023”, explica Grau, haciendo referencia al 0,8% que creció en términos desestacionalizados la economía chilena entre enero y marzo de este año.

“La proyección es que eso siga creciendo en el tiempo. Por lo tanto, una recesión económica no va a ocurrir”, insiste.

Salario mínimo, uno de los emblemas del gobierno

El proyecto de reajuste del salario mínimo impulsado por el Ejecutivo -uno de los grandes emblemas del gobierno- fue aprobado el miércoles por el Senado y pasó a su tercer trámite para ser votado por la Cámara de Diputadas y Diputados. De aprobarse, quedaría listo para ser ley.

La iniciativa busca alcanzar los $500.000 durante el próximo año, pero de forma gradual: un aumento desde los actuales $410.000 a $440.000 el 1 de mayo de 2023; a $460.000 el 1 de septiembre de 2023; y, finalmente, a $500.000 el 1 de julio de 2024.

Sin embargo, y pese a que ese día el resultado fue aplaudido en la Sala y celebrado por los ministros presentes en el hemiciclo, con un abrazo entre la ministra del Trabajo, Jeannette Jara y Grau, la moción no tuvo el respaldo de la oposición.

-¿Cómo se visualiza la votación en la Cámara de Diputadas y Diputados? Considerando que la oposición no dio su respaldo en el Senado.

-Somos optimistas. Cuando se discutió esto en primer trámite hubo sobre 120 votos en la Cámara de Diputadas y Diputados, aprobando el proyecto. El proyecto respecto a las preocupaciones que había manifestado la oposición y también parte del oficialismo fue mejorado en el Senado, en particular a lo que se refiere la cobertura. Entonces, creemos que si el proyecto ya fue mejorado en el Senado y ya tuvo un apoyo importante en la Cámara, esperaríamos que mantengamos ese apoyo importante en el tercer trámite.

–¿Qué estrategia desplegará el gobierno para los diálogos que debe realizar en esta última etapa de tramitación, específicamente con la oposición?

-Siempre, como gobierno, estamos conversando cada una de las votaciones, y por supuesto que vamos a conversar con los distintos partidos políticos y con las y los diputados independientes, con los mismos con que se conversó la vez pasada, para revisar si hubiera alguna preocupación. Pero, insisto, como el proyecto fue mejorado, uno esperaría mantener un apoyo muy sustantivo como el que se tuvo en el primer trámite. 

–Los senadores de oposición solicitaron al gobierno aumentar los subsidios que se entregarán a las micro, pequeñas y medianas empresas. ¿Está dispuesto el Ejecutivo a abrirse a esa posibilidad?

-Me gustaría señalar dos cosas. Solo en lo que se refiere al subsidio estamos hablando de un gasto fiscal de dos años entre 330 mil millones de pesos y 410 mil millones de pesos, dependiendo de las condiciones macroeconómicas del país. Esto es un aumento muy sustantivo respecto al subsidio que está ocurriendo este año.

–¿Y lo segundo?

-Hubo conversaciones con la oposición, en particular en el Senado, relativas a mejorar este proyecto en cuanto a su cobertura. La oposición señaló en el Senado que dentro de las distintas cosas que le gustaría mejorar del proyecto el tema de la cobertura era su prioridad. Nosotros respondimos a esa preocupación con algo que cumple con las expectativas, esto señalado por ellos mismos respecto a ese punto. Respondimos al tema que era fundamental para ellos y lo hicimos de forma satisfactoria.

El ministro de Economía destaca que el subsidio otorgado para las micro, pequeñas y medianas empresas, para ayudar a solventar el costo que significa el aumento del ingreso mínimo, se destinará para cerca de “180 mil pymes”.

–Considerando que hay contempladas modificaciones en el sueldo mínimo, ¿variará dependiendo del salario mínimo que rija?

-Es que es un subsidio diferenciado por tamaño de empresa, entonces es un subsidio más grande para las micro, un poco más pequeño para las empresas pequeñas y un poco más pequeño para las medianas. Va variando dependiendo de las distintas alzas de salario mínimo y de las características macroeconómicas. Al inicio del subsidio hay una cobertura más amplia, y como esto siempre lo hemos pensado como un subsidio transitorio, la amplitud de esa cobertura se va reduciendo con el tiempo.

–¿Qué ocurriría si las condiciones macroeconómicas se deterioran durante el próximo año?

-Se mantiene la cobertura a un alto nivel y entonces se protege a las pymes en caso de que eso ocurriera. Las proyecciones macroeconómicas son positivas, apuntan a que eso no va a suceder, pero como estamos definiendo una política a horizonte de dos años plazos, es razonable definir un mecanismo protector para las pymes en ese caso. 

–Algunos expertos plantean que este subsidio debería ir directamente al bolsillo de los trabajadores y no de las empresas. ¿Por qué no implementarlo de esa forma?

-En el esquema del gobierno anterior, lo que se estaba haciendo era subir poco los salarios y subir los ingresos de las personas, haciendo un complemento respecto a los salarios. Nosotros creemos que el salario representa en parte la valorización del trabajo, entonces es importante subir los salarios, es importante que se pague más por el trabajo en Chile. 

Lo segundo, es que un aumento del salario mínimo es un aumento permanente que las personas ganan para siempre. Un subsidio, un bono, una ayuda del gobierno siempre está sujeto a cambios legales que es distintivo al respecto. Lo tercero es que cuando tú subsidias al trabajador o a la trabajadora ese es un subsidio indirecto a la empresa y en el diseño anterior en el fondo se estaba subsidiando tanto a las empresas pequeñas o a las pymes como también a las empresas grandes. 

–Ahora las empresas grandes deberán aumentar el sueldo mínimo sin apoyo del Estado.

-Esas empresas van a tener que subir el salario mínimo sin apoyo del Estado. En cambio, ahora solo concentramos la ayuda en las empresas de menor tamaño. Este es un diseño, comparado con el diseño del gobierno anterior, focaliza mucho mejor en empresas pequeñas, que son las que realmente necesitan la ayuda.

–La crítica puntual es que el subsidio directo al bolsillo es más barato y eficiente. 

-No comparto. Los montos de los subsidios siempre dependen de lo que uno quisiera realizar como política, pero si los objetivos son mejorar la distribución de ingresos, dar una mayor valorización al trabajo, mejorar las pensiones de las personas y nos subsidiar a empresas grandes y sólo medianas, nuestro subsidio es un esquema más eficiente para cumplir sus fines.

Relación con la oposición

–Dijo que el Partido Republicano, de ser mayoría en el Congreso, habría impedido la Ley de las 40 horas laborales. Hoy no son mayoría, pero sí una fuerza importante. ¿Cómo pretenden negociar con ellos?

-Lo que yo señalé no fue un comentario hipotético, sino una constatación. El Partido Republicano votó en contra de las 40 horas. Votó en la Cámara de Diputados y Diputadas en contra del aumento del salario mínimo. Votó en contra del royalty. Es decir, distintas reformas en las que hemos logrado avanzar no como gobierno, sino como país, (…) ha habido un acuerdo bastante amplio en que ha incorporado una parte muy sustantiva de la de la oposición, en particular en algunos casos todo Chile Vamos y en otros casos una parte importante de Chile vamos. Pero no ha tenido los apoyos del Partido Republicano. 

–¿Y cómo se logra acuerdo con esa colectividad?

-Hay una parte de la oposición, una parte de la derecha, que sí está disponible a participar de este espíritu de diálogo y de acuerdo que quiere promover el gobierno, eso es una buena noticia. Y sí hemos tenido resultados en esa materia, logrando efectivamente acuerdo, a nuestro juicio lo que hay que hacer es perseverar y seguir logrando los acuerdos con todos los que estén disponibles a avanzar en mejoras.

–¿Pero eso implica, por ejemplo, no poner esfuerzos en intentar lograr un acuerdo con el Partido Republicano?

-Uno tiene que hacer los esfuerzos con todas las fuerzas que estén disponibles, pero hasta ahora ellos no han estado disponibles. E insisto, en vez de centrarnos en quienes no han estado disponibles, creo que hay que centrarse en quienes han estado disponibles, y la buena noticia es que una parte de la oposición, una parte muy relevante, sí lo ha estado.