Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

1 de Septiembre de 2023

Desde restos humanos hasta puntas de proyectil: los vestigios de más de 11 mil años hallados en la futura Línea 7 del Metro de Santiago

Restos arqueológicos en excavaciones del Metro de Santiago Fotografía: Joaquín Alvujar de The Clinic.

Se trata de partes humanas, semillas, vellones de animales y otros objetos encontrados en excelente estado de conservación en Renca, un sector que habría sido el preferido de cazadores nómades por sus características geográficas.

Por

Actualmente se están llevando a cabo los trabajos para construir la Línea 7 del Metro de Santiago, cuya apertura está planificada para el 2028 para transportar a millones de pasajeros por las comunas de Renca, Cerro Navia, Quinta Normal, Recoleta, Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura.

En este sentido, mientras se estaban realizando excavaciones en la intersección de las avenidas El Montijo con Salvador Allende, donde estarán los talleres y cocheras para los 37 trenes, se llegó al impresionante hallazgo de un enorme conjunto de restos que datarían de 11 mil años de antigüedad.

La arqueóloga Consuelo Carracedo mencionó que estas piezas corresponden a “las primeras evidencias arqueológicas de la presencia de bandas de cazadores recolectores arcaicos en el valle del río Maipo-Mapocho, en un depósito estratigráfico bien preservado, que nos ha permitido recuperar centenares de piezas arqueológicas y elementos para posteriormente generar dataciones absolutas”.

Antes de este hallazgo, solo se contaba con restos de esa época gracias a investigaciones científicas en los sectores cordilleranos, como la caverna de Piuquenes en el valle del Aconcagua y en el estero de El Manzano, en el Cajón del Maipo. Por lo que estas piezas marcan un hito que contribuirá ampliamente a la historia de Chile.

En detalle, las piezas encontradas corresponden a restos humanos, semillas, vellones de animales y partes de huesos de guanacos con huellas de corte, además de otros materiales como puntas de proyectil y fragmentos de vasijas correspondientes a culturas posteriores.

Todas ellas se encontraban en excelente estado de conservación debido a las condiciones geográficas de Renca, cercana al cerro Colorado, a la Cordillera de Los Andes y la Cordillera de la Costa hacia el poniente, que habría sido un sector privilegiado para cazadores recolectores. Producto de las dinámicas aluviales del río Mapocho en la antiguedad, en esta zona se generó una llanura de inundación que formó un depósito de sedimentos finos desde el Holoceno, que fue sellando estos objetos con el paso del tiempo.

Además, en el lugar también se ha encontrado un número importante de fogones, lo que permite estudiar cómo se utilizó el espacio y las dinámicas sociales al interior de cazadores nómades de la antigüedad, de los cuales aún se conoce muy poco.

Por sus atributos, se estima que podrían pertenecer al Período Arcaico (11.000 a 300 a. C.), Período Alfarero Temprano (300 a. C. al 1.000 d. C.) y Período Histórico Colonial (de 1.536 a 1.810 d. C.).

Las excavaciones arqueológicas se hacen por pequeñas secciones cuadradas, tal como si fuera un tablero de ajedrez. Fotografía: Joaquín Alvujar de The Clinic.

La subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, mencionó que “este proyecto es un gran ejemplo de que el desarrollo y la protección del patrimonio pueden ir de la mano. El sitio arqueológico que visitamos hoy corresponde al sitio de mayor antigüedad del valle del Maipo-Mapocho y el trabajo realizado por los profesionales de Metro, gracias al apoyo del Consejo de Monumentos Nacionales nos permitirá comprender el modo de vida de los primeros habitantes de nuestra ciudad“.

El futuro de los restos encontrados en el Metro

Cabe destacar que las excavaciones arqueológicas son muy lentas y cuidadosas, ya que se hacen de manera ordenada a través de cuadrantes acotados y cada diez centímetros, colando el sedimento y recuperando cada pieza encontrada.

Posteriormente estas evidencias llegan a manos de especialistas en cada materia, por ejemplo en cerámica, herramientas líticas, secciones de hueso animal, entre otros. De esta manera, se permitirá su adscripción cultural, tiempo de antigüedad tentativo y técnicas involucradas, junto a informes y análisis en profundidad.

Más tarde los elementos son sometidos a conservación y embalados, para luego ingresar al Museo Nacional de Historia Natural.

Notas relacionadas

Deja tu comentario