Reforma de pensiones: Los factores que atrasaron el inicio de su tramitación en el Congreso

“Todos debemos ceder. Ahora a la oposición le corresponde hacerlo”. Esas palabras dijo la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, a The Clinic cuando hace unas semanas atrás la secretaria de Estado se encontraba de gira por el país promoviendo la reforma de pensiones que plantea el Ejecutivo a la ciudadanía.

Sin embargo, pese a que estuvo autoimpuesta la idea de que la reforma fuese presentada como fecha límite hasta fines de septiembre, ello no fue así. ¿El motivo? simple: el futuro plebiscito constitucional del 17 de diciembre.

De acuerdo a La Tercera, en el Gobierno auguran un mal escenario para la reforma previsional en caso de que llegase a aprobarse la nueva propuesta de Carta Magna que prepara el Consejo Constitucional, el que retoma hoy sus actividades en el pleno para votar las enmiendas de la Comisión Experta.

En el Ejecutivo -asegura el medio citado- temen que los artículos sostenidos en la propuesta constitucional puedan afectar el plan de solidaridad que contempla la reforma previsional, en donde, de los seis puntos de cotización extra que espera añadir el Gobierno, cuatro serían destinados a un instrumento solidario, mientras que los dos puntos restantes serían asignados a cotización individual.

La preocupación nace a partir de la normas aprobadas de seguridad social, relacionado a las pensiones, las que no sufrieron mayores reparos. La misma establece que cada persona “ tendrá propiedad sobre sus cotizaciones previsionales (…) tendrá el derecho a elegir libremente la institución, estatal o privada, que los administre e invierta”. Es el punto que establece la propiedad sobre los fondos lo que genera debate de interpretaciones.

De esa forma, estiman que de rechazarse la propuesta constitucional -de la cual la derecha es mayoría y la han hecho valer en algunas normas del Consejo-, la reforma previsional podría salir a flote. Caso contrario se daría en la eventualidad de aprobarse el texto, del cual ya salieron a respaldarlos dos referentes de la derecha: el expresidente Sebastián Piñera y el excandidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Sichel.

Una discusión que tuvo premura en el Ejecutivo

Es sabido que la reforma previsional es una de las mayores apuestas de la gestión del Presidente Gabriel Boric en su mandato. La medida se suma a la importancia que conserva la reforma tributaria, rechazada en su idea de legislar en el pleno de la Cámara el marzo pasado.

Debido a la apuesta que significa reformar el sistema de pensiones, la ministra Jara había iniciado una gira por Chile, acompañada del ministro de Hacienda, Mario Marcel.

Pese a que existían intenciones de ingresar la reforma al Congreso, desde el Ejecutivo buscaron establecer puntos comunes en diversas reuniones con la oposición. El mayor reparo de estos últimos estaba en la distribución de los seis puntos de cotización adicionales, los cuales no gustaban por completo que cuatro de esos seis se asignasen a un fondo solidario.

La medida incluso tenía asperezas en la “oposición constructiva“, como se calificó la Democracia Cristiana al comienzo del gobierno de Boric.

“Una distribución de 4% y 2% no tiene viabilidad para ser aprobada en el Congreso“, señalaba a The Clinic el expresidente de la comisión de Trabajo en la Cámara y timonel de la DC, Alberto Undurraga.

Así las cosas, el cronograma que se imaginaba el Ejecutivo, con una discusión en el Senado para el actual mes de octubre o noviembre, se desvaneció.