Francisco Vidal (PPD), en tres preguntas: “Los muchachos del Frente Amplio crecieron sobre la base de sacarnos la cresta”

“Soy como un vocero permanente“, bromea consigo mismo el exministro Francisco Vidal. De hecho, ese rol con el que se ríe es el que le ayuda a promover la opción “En contra”, la cual respalda en programas políticos y que han hecho que se le celebre en redes sociales por los partidarios a esa alternativa.

“Yo colaboro, porque estoy convencido de que la propuesta de la derecha consolida el modelo neoliberal y la cosa conservadora de los republicanos“, dice.

En tres preguntas con The Clinic, Vidal aborda la distancia generacional que se marcó alguna vez entre el Frente Amplio y la exConcertación, la campaña del “A favor” y el rol de los voceros de Gobierno.

—En un comienzo, la coalición del Frente Amplio fue bien crítica con la generación de la que usted es parte. Alguna vez, se mencionó, incluso, que había estándares morales diferentes. Pese a eso, ¿usted respalda al Presidente y a sus compañeros de ruta?

—Los muchachos del Frente Amplio crecieron sobre la base de sacarnos la cresta. Al llegar a La Moneda se dieron cuenta que otra cosa es con guitarra, que la realidad es mucho más compleja, y se ha demostrado en los hechos. La ministra Izkia Siches creyó que a las tres semanas de ocupar el Ministerio del Interior bastaba con tomar un auto, prácticamente sin escoltas, e ir a visitar Temucuicui, que la esperaban con un asado. La esperaron con balazos. Y así muchas otras cosas.

Mi apoyo al Presidente Boric es porque es un Presidente Boric que hoy está en La Moneda, que percibe los problemas, y, en consecuencia, su crítica al pasado, hacia nosotros, se ha relativizado, porque desde la experiencia de La Moneda, no desde la asamblea de estudiantes de la escuela de Sociología, se da cuenta de lo difícil que es gobernar, y particularmente lo difícil que es transformar Chile con una derecha que te niega la sal y el agua.

—Hace unos días el senador Lagos Weber dijo que la ministra Tohá asumía las vocerías negativas, mientras que la ministra Vallejo tomaba las positivas. ¿Qué opina al respecto?

—Te lo diré conceptualmente. Cuando uno asume la vocería tiene que olvidarse de  cualquier candidatura a cualquier cosa, porque la vocería implica responder, de cada diez preguntas, nueve problemas y algo positivo. En consecuencia, tienes que dar el pechito, la cara y los ojos para responder los nueve problemas. Es completamente incompatible ser candidato a cualquier cosa y ser vocero, o ministro del Interior, porque el otro frente es donde hay puras malas noticias casi siempre.

Si alguien quiere ser candidato, que se dedique a ser ministro de Vivienda o de Obras Públicas y va cortando cintas y entregando casas, pero en La Moneda, Hacienda siempre con la billetera cerrada; Interior, siempre con los descuartizados; y la vocería con todos los problemas que se les ocurren a tus colegas en el Patio de los Naranjos.

No estoy de acuerdo con lo que dijo Lagos Weber, porque él que también fue vocero, igual que yo, entiende que las vocerías en La Moneda dependen mucho de las decisiones del Comité Político. Tengo dos experiencias, una con Lagos y otra con Bachelet. La vocería con Lagos para mí era muy cómoda porque éramos un coro. (José Miguel) Insulza hablaba, (Nicolás) Eyzaguirre hablaba, yo hablaba, nos cruzábamos, nunca peleamos. Después me tocó hablar solito, porque (Edmundo) Pérez Yoma hablaba poco y (Andrés) Velasco decía puros números nomás.

Creo que tienen que coordinarse mejor más que andar peleando o tratando que otros peleen por uno. La vocería no puede ser exclusiva de la vocera, tiene que ser un coro junto con Hacienda, con la Segpres y con Interior.

—Si gana el “A favor”, ¿qué viene después del 18 de diciembre?

Lo primero, si se aprueba, la democracia respeta la mitad más uno de los votos. Lo segundo, contrario de lo que dice la derecha, se abre un proceso legislativo que te lo regalo, porque 30, 40, 50 leyes derivan de la Constitución de la derecha. En consecuencia, vamos a tener al Parlamento los próximos dos años dedicado a legislar, a interpretar las normas de esta nueva Constitución.

Habrá que interpretar el aborto terapéutico en tres causales; Se va a tener que hacer legislación para interpretar el tema de las contribuciones; vamos a tener que interpretar hasta dónde llega la objeción de conciencia; vamos a tener que interpretar algo que está piolita, pero que es otra cosa aberrante, que es lo que pagamos impuesto a la renta, que somos sólo el 25% de los chilenos podamos descontarle de impuestos los gastos que hacemos en la familia, por ejemplo, educación.

Todo eso te lleva a que los dos años que quedan del Presidente Boric, el Parlamento va a estar dedicado 100% a eso, porque, incluso, hay algunas normas transitorias de la Constitución que le fijan plazos al Parlamento para llegar a una determinada ley. Eso significa que la reforma previsional, que la reforma tributaria, que la reforma a la salud, laboral, pasan a mejor vida, porque nos vamos a tener que dedicar los parlamentarios, no yo, a dirimir la legislación derivada de la propuesta de la derecha.