Paz Ciudadana: “No hay correlación entre la llegada del Presidente Boric y los problemas de seguridad ciudadana”

La crisis de seguridad —asumida con ese nombre por el propio Gobierno— ha sido uno de los tópicos más complejos para la agenda del Presidente Gabriel Boric. Ante el aumento de los delitos de alta connotación social, como secuestros u homicidios con cadáveres encontrados en la vía pública, la gestión del Ejecutivo ha recibido un reproche generalizado de la oposición desde su llegada.

Sin embargo, Daniel Johnson, director de la fundación Paz Ciudadana, encargada de brindar análisis periódicos relativos a la seguridad, tiene otra opinión. “Lo hemos estudiado, y no hay correlación entre la llegada del Presidente Boric y los problemas de seguridad ciudadana“. Esta frase ocupó el ingeniero civil en entrevista con el Diario Financiero.

“Afecta mucho más al temor de las personas cuando se comunican recurrentemente las campañas de seguridad pública por parte de la autoridad“, continuó señalando Johnson, asegurando, a su vez, que son las nuevas vías de comunicación y de evidencia de delitos las que auguran la sensación de inseguridad en la población.

“El mayor temor antes se producía al ser víctima de un delito. En segundo lugar, si yo había sido testigo de un delito. En tercer lugar, si alguien conocido, en el que yo confiaba, me decía que había sido víctima de un delito. Y, en cuarto lugar, venía la influencia de los medios de comunicación“.

“Había solo cuatro canales, prensa escrita y radio. No existía la cantidad de cámaras que hay hoy en la ciudad, sumadas a las cámaras de los celulares“, concluyó.

Nueva fenómeno delictual y de seguridad

Asimismo, el líder de Paz Ciudadana remarcó una diferencia notable en la comisión de los homicidios. “Hace 10 años eran muy distintos“, postuló, dando como ejemplo que antes éstos ocurrían en espacios domésticos, donde el victimario “era conocido de la víctima“, en donde, además, para cometer el delito, “generalmente se usaba arma blanca y no arma de fuego“, marcó la diferencia.

“Normalmente se sabía quién era el autor del homicidio. Las causa comunes eran peleas, rivalidades en un bar, o violencia intrafamiliar. No existía premeditación ni una estrategia de escape del autor del homicidio. El homicidio no tenía más fin que el homicidio mismo“, comentó, haciendo el contraste con la situación actual.

“Hoy lo realiza gente desconocida o que actúa por encargo. Se usan armas de fuego. Es un homicidio premeditado y, cuando se ubica al culpable, es alguien vinculado a una organización que se enfrenta a otra banda en un ajuste de cuentas (…). Tenemos un nuevo fenómeno delictual“, cerró.