“No tenía claro que era lobbista”: El enredo en el que entraron los ministros Maisa Rojas y Nicolás Grau tras las quejas por su reunión con Zalaquett

Las reuniones sostenidas por personeros de La Moneda con el lobbista y exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett (UDI), abrieron un flanco en el Gobierno. Lo anterior vino luego de que Ciper revelase que los ministros de Medio Ambiente y Economía, Maisa Rojas y Nicolás Grau, participaron en encuentros en el departamento de la exautoridad comunal.

Tras el retiro de Zalaquett de la primera línea de la política, el ingeniero comercial continuó sus actividades profesionales gestionando reuniones de lobby —incluso, su nombre aparece registrado en la plataforma Infolobby, sitio que registra los encuentros, personas naturales y jurídicas—. Pese a ello, Rojas señaló, en Tele13 Radio, que desconocía la condición de él, pese a que tiene audiencias en Infolobby desde 2016.

“Yo, la verdad, no lo tenía claro (que Zalaquett era lobbista). A ver, obviamente que conocía a Zalaquett. Yo recibí una invitación en un contexto para tender puentes, conversar, para que uno se conociera con gente con la que yo normalmente tengo poca relación con el mundo privado”, señaló la ministra. A eso sumó que fue el propio lobbista quien la invitó a la reunión.

Grau dice que se dieron “opiniones”

Las declaraciones de Rojas se suman al antecedente que brindó Grau en la comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados. El líder de Economía asistió este miércoles a la instancia, acompañado de Rojas, para explicar el porqué no notificó la reunión en la plataforma de lobby.

Uno de los argumentos que han prevalecido desde La Moneda para no informarla se basó en que los ministros sólo expusieron su posición a los presentes. Con ello, argumentaban, no existía una gestión de intereses por parte de los privados.

Sin embargo, Grau señaló en la comisión algo distinto, alejado del argumento central. Allí dijo que algunos representantes de la salmonicultura plantearon su perspectiva. “La industria también dio su opinión de cómo debe ser la industria a futuro“, postuló.

Ello no podría afectar la defensa del propio ministerio de Grau tras el oficio que hizo Contraloría a las seis carteras involucradas. Lo anterior porque podría interpretarse la opinión de los empresarios como una vía de influencia —que es lo que busca hacer el lobby— en las decisiones del Gobierno.

Desde el Ejecutivo han sido enfáticos en sostener el punto de que “no todo diálogo es lobby”. La ministra del Interior, Carolina Tohá, incluso ha postulado de que no ocultaban nada porque era evidente que se sabría de estos encuentros. “Uno asume que se van a conocer (las reuniones)”, argumentó días atrás.