“Turismo de emergencia”: El controvertido fenómeno en las zonas arrasadas por los incendios en la región de Valparaíso

El concepto de “turismo de emergencia” ha resonado en los medios durante los últimos días, debido a lamentables situaciones que han denunciado vecinos y autoridades. Se trata de transeúntes que se detienen a observar los lugares que fueron arrasados por los incendios en la región de Valparaíso. Producto a esta situación, el contralmirante Daniel Muñoz, jefe de defensa en las zonas afectadas, ordenó restringir el paso de vehículos menores en los lugares más devastados.

Este fenómeno, también conocido como “turismo de catástrofe”, ha sido atestiguado por los mismos damnificados de Viña del Mar. “Pasan sus vehículos, sacan fotos, graban videos para sus redes sociales. Como que vienen a ayudar aquí a la gente y en verdad lo que quieren hacer es morbo“, comentó uno de ellos a radio Cooperativa, el pasado 4 de febrero.

“Se agradece a aquellas personas que, además de venir a turistear, vienen a ayudar. Pero deben hacerlo de forma ordenada. Esa es la recomendación, porque finalmente pueden llegar a ser más una molestia que una ayuda”, comenta a The Clinic el secretario de la Asociación Gremial de Barrio Puerto, Felipe Narbona.

El también operador turístico en la ciudad de Valparaíso, afirma que el impacto de los incendios ha rebotado en su propia ciudad. Esto, a pesar de que no fue tan afectada por la catástrofe como en Viña del Mar. Además, opina que ya es momento de una reactivación en el área hotelera de la región, la cual ha tenido una caída cercana 80%.

El análisis antropológico de este fenómeno

El turismo que se asocia a los lugares azotados por la tragedia, también se conoce como Tanatoturismo. Este fenómeno ha sido estudiado desde distintas áreas del conocimiento, incluyendo la antropología.

Erika Reyes, antropóloga especializada en el área forense, comenta que el “turismo de emergencia” es un concepto bastante nuevo, pero que puede tener varias explicaciones: la principal siendo la intrínseca curiosidad humana.

“Es algo muy similar a lo que ocurrió en el terremoto del 2010. La muerte de los seres humanos genera mucha intriga, dudas y sobreidentificación. Eso puede ser un factor en que incide en que las personas quieran acudir”, comenta Erika Reyes.

Estos visitantes, explica la antropóloga, se dividen entre los que genuinamente desean ayudar y los que solo quieren saciar su curiosidad. Este impulso tiene una incidencia negativa cuando estas acciones de los turistas revictimizan a los damnificados: “por ejemplo, cuando se fotografían cadáveres, o son expuestos a redes sociales”.

Otro factor de origen al que apunta la antropóloga, es la sobreexposición generada por los medios de comunicación y las redes sociales, irrumpiendo en la intimidad de las familias sin tomar los resguardos suficientes. “Esto puede repercutir directamente con el aumento de la curiosidad por asistir a estos espacios”, opina.

¿Es el momento para un “turismo solidario”?

Javier Torrejón, el presidente de la Cámara de Comercio de Valparaíso, opinó en CNN que el turismo de emergencia debía pasar a ser un “turismo solidario. Lo que significa que vengan a reactivarnos, a los hoteles, a consumir en restaurantes”. Es decir, dejar de lado el morbo que obstruye la ayuda en las zonas arrasadas, pero dar paso al turismo en las zonas habilitadas.

Felipe Narbona comparte esta opinión: “Las condiciones ya están en ambas ciudades, tanto en Viña como en Valparaíso, dentro de las áreas turísticas”. Añade que, dentro del rubro, se han acercado a los medios para informar que el turismo necesita volver a funcionar con normalidad. En específico, dentro de Valparaíso, Viña del Mar y Concón.

Debido al gran impacto en la industria hotelera, han mantenido reuniones con la subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, para solventar esta situación. Como medida, el Gobierno difundió un comunicado en varios idiomas para enviárselos a las embajadas. “Esto, con el fin de informar que la situación turística en la ciudad de Valparaíso, y también en parte de Viña del Mar, ya está normalizada. Es una herramienta importante, porque no teníamos un respaldo oficial”, comenta.

Aún así, recalca la distinción con el “turismo de emergencia”, motivado por el morbo, en las zonas que aún se están recuperando. Pero, además, se da el caso de voluntarios que deciden ir a ayudar, pero de paso aprovechan los atractivos turísticos que tienen ambas ciudades. Eso, afirma, es “una estrategia que hemos estado aprovechando desde el área”.

“En ese caso, deben hacerlo de forma organizada: canalizado a través de las organizaciones sociales presentes en Viña. O a través de la misma municipalidad”, comenta.