La historia de Bata, la tradicional fabricante de zapatos que creció en la Primera Guerra Mundial y que se instaló en Chile en 1939

A fines de junio de 2023, el youtuber Dylan Silva subió a su cuenta de TikTok (dylantero) un video caminando por las calles de Venecia cuando, de repente, se encuentra con una tienda de Bata. “Importante, hay un Bata señores, hay un Bata en todos los lugares del mundo, me siento como en casa”, decía.

El usuario creía que se trataba de una empresa chilena, por lo que se llenó de orgullo. En los comentarios, varios tiktokers lo secundaron. Sin embargo, algunos hicieron notar un detalle importante: Bata no fue fundada en Chile, sino que su origen es europeo y se remonta a fines del siglo XIX.

La fabricante de calzados surgió el 21 de septiembre de 1894 en Zlín, en la actual República Checa, que formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Su creador fue el descendiente de zapateros Tomáš Baťa, junto a sus hermanos Antonín y Anna. En el verano siguiente, mientras pasaba por dificultades económicas, Bata comenzó a coser zapatos de lona, en vez de usar cuero. Ese tipo de zapatos comenzó a ser popular rápidamente y permitió que Bata creciera hasta contratar 50 empleados.

Más tarde, comenzó a implementar máquinas impulsadas por vapor, lo que permitió modernizar la empresa rápidamente. El primer producto masivo de la compañía fue el “Baťovky”, el que fue un zapato de cuero y tela para trabajadores. El “Baťovky” destacó por sus simplicidad, estilo, peso ligero y su precio económico. Fue un éxito en ventas, lo que ayudó a impulsar más el crecimiento de la firma.

Tras la muerte de Antonín en 1908, el fundador de Bata incorporó a dos de sus hermanos menores, Jan y Bohuš. Un año más tarde, comenzaron las primeras ventas de exportación y las primeras agencias de ventas comenzaron en Alemania, en 1909. Después, el negocio se extendió hacia los Balcanes y Medio Oriente. Debido al crecimiento de la compañía, Bata ya tenía más de 500 trabajadores en 1910.

Bata y su consolidación en la Primera Guerra Mundial

En la Primera Guerra Mundial, Bata tuvo un importante crecimiento debido a los pedidos militares. Así las cosas, la marca se convirtió en uno de los principales fabricantes de calzados del extinto Imperio Austrohúngaro.

Producto de lo anterior, Bata abrió tiendas en Zlín, Praga, Liberec, Viena y Plzeň, entre otras ciudades. Sin embargo, en la Gran Depresión (1929), la recién creada Checoslovaquia se vio afectada, con una moneda devaluada en un 75% y un aumento del desempleo. ¿Qué hizo Tomáš Baťa? Redujo el precio de sus productos a la mitad. Le bajó el sueldo a sus empleadores en un 40%, de forma temporal, pero a cambio la empresa les proporcionó alimentos, ropa y otros artículos.

La internacionalización de la marca

Con el paso de los años, después de la Gran Depresión, Bata comenzó a expandirse a medida que la demanda de zapatos crecía rápidamente. Debido a esto, se aumentó aún más la producción y se contrató a más trabajadores.

Y así fue como llegaron a los países de África del Norte, Singapur y a Chile, en agosto de 1939.

Por otro lado, Bata también combinó la eficiencia laboral con el bienestar social de sus trabajadores. “Solo he descubierto que una planta grande se puede construir mejor cuando un empresario tiene como objetivo servir a los clientes y empleados, porque esa es la única forma de garantizar que los clientes y empleados le sirvan a él y a sus ideas”, reconoció el mismo Tomáš Baťa, en el libro “Reflexiones y discursos”.

Debido a la permanencia larga de la empresa en nuestro país, muchos todavía piensan que es chilena. De hecho, un usuario en X comentó que “nuestro mayor brote psicótico nacional es pensar que Bata es chilena”.