“Es necesario algo más esperanzador que triste”: Maitén Montenegro aborda lo bueno y lo malo de la ceremonia de obertura del Festival de Viña

Maitén Montenegro participó del Festival de Viña del Mar en los años 1975 y 1985, pero ha estado en el detrás de escena en otras ocasiones. Incluso, ha estado presente en los últimos años. Es así que el año pasado colaboró con Paloma Mami en su show.

“Fue para mi fantástico porque era la oportunidad de ir con una figura nueva, de ir a aprender todo lo que hoy día una artista pop tiene que enfrentar como desafío escénico”, comenta Montenegro respecto a su última experiencia en el certamen, en conversación con The Clinic. 

Con su paso reciente por el certamen, la bailarina, cantante y actriz aborda el desarrollo de la nueva edición del festival. En primer lugar, se refiere a lo ocurrido con la comediante Javiera Contador, quien se presentó el pasado lunes en la Quinta Vergara y fue pifiada por parte de los espectadores.

Festival de Viña: “La Quinta es un lugar para tener experiencia”

Respecto a lo ocurrido con su colega en el escenario del Festival de Viña, Montenegro opina que “Javiera es una actriz de monólogo aprendido, de continuidad de relato y cualquier cosa que desarme eso te pone frente a la situación de tener que improvisar en presión. Eso es un don que lo tienen unos más que otros. Es muy difícil reaccionar. El actor, a veces no tiene esa misma velocidad”.

“La Quinta es un lugar para tener experiencia. Imagínate, la experiencia de Javiera se ve atacada por el oficio que tenía de igual forma. Entonces, es un escenario muy delicado, donde te cuesta reaccionar”, agrega. 

Maitén opina que la reacción de los animadores, Francisco Saavedra y María Luisa Godoy, es algo que va muy de la mano con los cambios que ha ido teniendo el Festival a lo largo de los años. “Ya no es como el Festival de hace muchos años. Donde el cariño, la reacción, la espontaneidad, la franqueza surgían. Ahora es un espectáculo profesional que está entero pauteado. Que no tiene un minuto de descanso”, recalca. 

En ese mismo sentido, asegura que “los animadores tienen una camisa de fuerza, no hay mucho que puedan hacer. Las gaviotas están entrando en un momento pauteado en que van a ir”.  

Ceremonia de obertura y su propuesta coreográfica 

Respecto a cómo se llevó a cabo la ceremonia de , Maitén cree que podría haber sido diferente. “Lo que sucede es que una obertura en estas circunstancias es un desafío para todos. Creo que estuvo logrado, en parte solamente, porque siento que cuando tu tratas de calar en el sentimiento, de tocar las fibras profundas, lo logras o no lo logras. No hay términos medios. Creo que fue un buen intento, pero hay cosas técnicas que me quedan haciendo ruido”, dice. 

“Es tan doloroso el momento que está viviendo la zona y yo diría que es necesario algo esperanzador más que triste, ellos ya tienen la dosis de tristeza propia”, agrega. 

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