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30 de Mayo de 2024Bloqueadores de pubertad en menores de edad: el debate que abre el complejo tratamiento hormonal a niños y niñas trans
Un debate mundial se ha dado por los tratamientos de cambio de sexo en niños y adolescentes, quienes son diagnosticados con disforia de género. El informe "Cass Review" del Reino Unido critica el "enfoque afirmativo" y apunta a una mayor intervención psicosocial, antes que adelantarse a una transición. En Chile este año se habrán atendido a más de 4.000 niños con incongruencia de género en el programa de apoyo a la identidad de género "Crece con orgullo", una cifra elevada para una materia donde no existe consenso en la comunidad médico-científica.
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Andrés a los 15 años le dijo a sus padres que era mujer. A ellos no les calzó. La psicóloga del menor lo estaba tratando por una depresión severa y luego se descubrió que también tenía síntomas ansiosos y riesgo suicida. Tras un par de evaluaciones, los especialistas sugirieron avanzar en la transición.
Tras esto, según reveló un reportaje de Biobío, el menor insistió que los llevara a un “experto en género”. “La experiencia fue durísima”, dijo la madre. “Después de dos sesiones nos dijo que el problema era nuestro porque nos resistíamos al duelo por la pérdida de nuestro hijo”.
Luego, lo vio otro profesional. Este les dijo que Andrés presentaba una disforia de género, que es cuando existe malestar síquico que afecta a las personas cuyo sexo biológico no coincide con el género con que se identifican.
Cuando lo derivaron a un endocrinólogo de la red UC Christus, este le recetó triptorelina, un bloqueador de pubertad inyectable que fue indicado “a permanencia” para congelar su desarrollo. Así podría pensar más tiempo si feminizar su cuerpo con estrógenos.
De acuerdo al reportaje, la FDA de Estados Unidos y el ISP de Chile, dijeron que éste procedimiento no está aprobado para su uso como bloqueadores de pubertad para niños en tránsito.
Además, de la consulta le dijeron iba a quedar estéril, a los 15 años. Sin embargo, el adolescente estaba disponible a todo, o eso creía.
Desde la red UC Christus, emitieron una declaración en la que detalla que “en cumplimiento de nuestra misión de entregar una atención de salud segura y de calidad hemos acogido a personas transgénero siguiendo las mejores prácticas médicas, fundadas en la evidencia disponible”. Además, agregan que “desde el 12 de abril del presente año hemos estado revisando, evaluando y actualizando nuestras prácticas y protocolos de atención a personas transgénero para continuar brindándoles el acompañamiento adecuado, seguro y acogedor que merecen”.

El cambio al cambio
Pese a lo anterior, la madre cuenta que “a medida que empezó a crecer, terminó la pandemia, salía con los amigos, le empezaron a gustar las niñas, y él a ser de gusto de niñas. Vivió la vida de una adolescente común y corriente. A medida que el tratamiento para la depresión comenzó a funcionar, la disforia se disipó“. Hoy tiene 18 años y una polola.
Con este ejemplo, el reportaje destaca la prohibición de uso de bloqueadores de pubertad en el sistema público de salud inglés, salvo en pruebas clínicas. Eso sucedió luego de que Keira Bell, expaciente de la clínica Travistock, “destransitara”.
Muchos empezaron alzar la voz, denunciando que se estaban utilizando bloqueadores de pubertad en niños de forma acelerada y tras apenas una consulta y sin indagar trastornos psiquiátricos.
En Chile el Ministerio de Educación garantiza “el derecho a la identidad de género de niñas, niños y adolescentes en el ámbito educacional”, obligando a respetar el nombre social de 14 años que soliciten su cambio de identidad. Incluso sin el apoyo de sus padres.
El Ministerio de Desarrollo Social señala en sus “Recomendaciones para la implementación de los programas de acompañamiento para niños, niñas y adolescentes trans y género no conforme” que a los adolescentes mayores de 14 años se les debe “proveer acceso a información sobre métodos seguros para modificaciones reversibles: como entrenamiento vocal, fajamiento de busto, depilación láser, prótesis de pene y derivarlos para tratamiento hormonal o cirugía de modificación corporal”.
De acuerdo el reportaje, los padres que se oponen a estas medidas se les califica como “resistentes”. Los funcionarios tienen dos opciones: sensibilizarlos o denunciarlos a la justicia, indica el documento.
La atención a 4.000 niños con incongruencia de género
En Inglaterra salió el “Cass Review”, un informe de la pediatra Hillary Class, que señala que los tratamientos en niños con incongruencia de género “se han sustentado en evidencia poco sólida, estudios de mala calidad, con efectos secundarios que superan los beneficios. Afecta a un grupo vulnerable con infancias traumáticas y problemas de salud mental, que van más allá del género, y que deben ser tratados por especialistas”, dice el texto.
“A diferencia del enfoque afirmativo, apunta a una intervención psicosocial, no con el fin de intentar cambiar cómo el niño se percibe, sino que para explorar sus inquietudes y aliviar su angustia, independiente de si luego opta por la vía médica, que no siempre será el mejor camino, ya que un diagnóstico de disforia en la infancia no es predictivo de que la incongruencia permanezca en el tiempo”, agrega.
En este sentido, se determina que los bloqueadores de pubertad son riesgosos para el desarrollo neurocognitivo, la vida sexual y la salud de los huesos. Y que están lejos de “ganar tiempo”, “ya que la mayoría pasa a hormonas cruzadas. Éstas, sugiere, se deben prescribir a mayores de 18 años”.
En el caso de Chile, el reportaje de Biobío, establece que aún no se toman medidas y los procesos de tránsito en menores siguen con una “velocidad insospechada”.
En la última cuenta pública, el Ministerio de Salud informó que en 2023 entraron 1.202 niños a su programa de apoyo a la identidad de género “Crece con orgullo” (asesora el proceso de tránsito). Y en 2024 entrarán otros 2.940 niños.
“Es decir, en dos años, habrán atendido a más de 4.000 niños con incongruencia de género. Una cifra elevada para una materia donde no existe consenso en la comunidad médico-científica y en que varios países europeos empiezan a retroceder“, indica.
La ley 21.120 de Identidad de Género, promulgada en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, permite que niños entre 14 y 17 años puedan cambiar su nombre y sexo, con autorización del Tribunal de Familia. En el gobierno de Gabriel Boric, esto se cambió y redujeron la edad para recibir asesoría de acompañamiento desde los 3 años, obligando a usar el enfoque afirmativo.