Marcelo Lagos sobre la alerta de probabilidad de un nuevo terremoto en Japón y que podría afectar a Chile: “Es un hito histórico”

Un sismo de magnitud 7.1 se registró este jueves en Japón, en la isla de Kyushu, con una profundidad de 25 kilómetros. Tras él, se encendió una alarma en el país, emitida por la Agencia Meteorológica de Japón: otro terremoto, aún mayor, podría ocurrir en las próximas horas. Esto jamás había pasado antes, que avisarán de una posible catástrofe.

Esto también afecta a Chile. Si un terremoto ocurre allá, un tsunami puede ocurrir acá. Pese a esto, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) hizo un llamado a la calma.

Alicia Cebrián, directora del organismo, dijo que “de registrarse un eventual terremoto en Japón esto podría generar un tsunami en nuestras costas, dada la distancia entre los países las eventuales olas no llegarían antes de 20 horas“.

La llegada de un maremoto a Chile

“Es alta, es totalmente alta, absolutamente”, afirma el geógrafo Marcelo Lagos a The Clinic sobre la eventualidad de un tsunami en nuestras costas si primero ocurre un terremoto en Japón.

“Chile y Japón tienen un patrón de reciprocidad, digámoslo así, por un tema de directividad, de dirección. Chile y Japón en el Océano Pacífico se miran de frente. Aunque Japón esté en el hemisferio norte y Chile en el sur, si miramos el planeta Tierra como una esfera, te vas a dar cuenta de que Chile y Japón se miran”, explica.

“Por lo tanto, cada vez que hay un terremoto grande en zonas de subducción costeras chilenas, nosotros generamos maremotos o tsunamis que van a Japón. Si revisas las estadísticas, te darás cuenta que el tsunami chileno de 1960 mató a 144 japoneses“, recuerda.

Y es más, dice: “Si revisas las alturas de ola del tsunami chileno de 1730 o del año 2010, estos tsunamis llegaron a Japón y en 1730 marcaron más de dos metros. Y el tsunami chileno del 2010 también fue registrado en Japón y marcó cerca de dos metros“.

¿Predijeron un terremoto?

El académico de la Universidad Católica es tajante en decir que no existe la predicción de terremotos. Pero lo que está pasando, igualmente, “es un hito histórico”.

“Es la primera vez que formalmente un país emite una alerta a toda la comunidad, a todo su país, de que se preparen ante la posibilidad, y eso no es predicción. Cuando te digo posibilidad te estoy diciendo una probabilidad“, señala.

No hay que confundir ambos conceptos. Una predicción es cuando “yo te digo mañana a las 3 de la tarde vamos a tener un 7.4 de magnitud a tal profundidad y en tal localización”. Y eso no ha pasado.

Lo que está sucediendo acá es una lección aprendida después del terremoto del 11 de marzo de 2011 en Tohoku, que fue de 9.1. “Lo que hizo Japón es que se dio cuenta de que previo a ese terremoto ocurrió un otro de magnitud relevante. O sea, magnitud sobre 7. Pero no le dieron atención. Consideraron que era parte de la personalidad sísmica de esa zona y después del gran terremoto del 11 de marzo, el 9.1, reflexionaron y se dieron cuenta de que ese terremoto precursor estaba dando señales, pero en ese minuto, el 2011, nadie las entendió“, dice.  

De este modo, se creó un nuevo protocolo impulsado por investigadores científicos. Este trata de que si llega ocurrir un sismo de determinada intensidad, se activa una alerta temprana.

“La verdad es que hoy día es más probable que antes que el terremoto que tuvieron ayer, ¿por qué? Porque ayer tuvieron un terremoto 7.1 en la parte más sur de un segmento japonés que se llama la zona de Nankai”, asegura.

“Nankai es un gran segmento que tiene un pasado de grandes terremotos que rompe por partes, a veces rompe todo, y tiene un pasado de eventos gigantes con magnitudes sobre nueve y de eventos grandes con magnitudes sobre ocho”, indica.