Santiago, La Florida y Ñuñoa: las tres comunas que concentran viviendas nuevas y que no se logran vender

Durante el segundo trimestre de este año, en la Región Metropolitana se registraron 53.860 viviendas nuevas en oferta. Esto, según un informe desarrollado por la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseñoa (FIAD) de la Universidad San Sebastián (USS) y la empresa de consultoría inmobiliaria Tinsa.

Según consignó El Mercurio, 40% del inventario de viviendas se concentra en tres comunas: Santiago, La Florida y Ñuñoa. Y cerca de un tercio de ellas, en junio, se encontraba para entrega inmediata. Paras las inmobiliarias, esto significa un mayor costo, pues tienen que realizar el pago de las contribuciones, hacerse cargo de la mantención y, sin la venta, no generan ingresos para pagar los créditos de la construcción del proyecto.

De las tres comunas mencionadas, la más afectada por la inflación y las restricciones en los créditos hipotecarios es Ñuñoa, dijo el director general de Tinsa, Fabián García. Lo anterior ha afectado el inventario inmobiliario. En La Florida, en donde existe gran oferta es en las cercanías del paradero 14 de Vicuña Mackenna, por su cercanía al Metro y comercio. En tanto, en Santiago, quienes compran departamentos lo hacen, principalmente, para después ponerlos en arriendo.

Si bien la cifra de casi 54 mil unidades disponibles durante el segundo trimestre es similar a la que se registraba antes del inicio de la pandemia, es decir, en 2020, ahora se están vendiendo menos propiedades. Trimestralmente, se están comprando 4.900 viviendas, mientras que antes del Covid-19 eran cerca de 10 mil. Para agostar un stock, actualmente se demora alrededor de 24 meses. Antes de la pandemia, era en 12 meses, señaló García.

La lentitud en la enajenación de departamentos y casas nuevas está provocando que las inmobiliarias concreten menos proyectos. Por ejemplo, en el segundo trimestre de este año, solo 16 proyectos entraron al mercado en la Región Metropolitana. Esta cifra, destaca la publicación, es menor a la que hubo en la crisis subprime, que fue de 32 planes en su peor momento.