“Nunca me va a pasar a mí”: Mujeres revelan los tabúes sobre el Papiloma Humano, el examen que se triplicó en tres años en Chile
A pesar de que el 80% de las personas sexualmente activas entran en contacto con el Virus del Papiloma Humano (VPH) en algún momento, la falta de educación sexual y la baja tasa de exámenes preventivos en Chile sigue siendo alarmante. Aunque las cifras de PAP han aumentado en los últimos años, solo entre el 50% y 58% de las mujeres se realizan estos exámenes, muy por debajo del 80% recomendado. Aquí, diferentes voces analizan la difícil realidad del VPH en Chile y de cómo la falta de testeos puede terminar incluso en la muerte de cientos de mujeres.
Por Camila Ossandón SmithCompartir
La primera vez que Trinidad (28) fue al ginecólogo tenía 16 años. Su mamá la pasó a buscar a la hora de almuerzo al colegio. En una clínica privada, le preguntó si podía entrar sola y ella le dijo que no. Había empezado a pololear hace tres meses y su madre, según cuenta, quería estar segura de que entendiera el uso de los anticonceptivos. No mencionó nada sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Una vez adentro de la consulta, el doctor le pidió a la madre que por favor esperara afuera. Ella no aceptó. Esa situación le generó rechazo a Trinidad, según cuenta, no volvió a ir al ginecólogo hasta los 27 años por esa mala experiencia.
Su decisión, la ponía en riesgo, más aún considerando que “El 80-85% de las personas sexualmente activas alguna vez hemos estado en contacto con el virus papiloma humano”, según explica el doctor Roberto Altamirano Assad, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología.
“Hay más de 200 tipos de virus del papiloma humano. Yo puedo tener contacto con el virus y el cuerpo tiene un plazo de dos años para eliminarlo. Cuando infecta de forma persistente, empezamos a tener riesgo de tener lesiones pre-cancerosas o incluso, un cáncer. Pueden pasar incluso 10 años o más para que eso pase. Todo eso, es una ventana de tiempo para un diagnóstico”, agrega el especialista.
El Ministerio de Salud entregó a The Clinic la cantidad de exámenes PAP realizados e informados en mujeres de 25 a 64 años en la atención de salud pública. Si en 2020 se hicieron 432.833 exámenes, la cifra fue subiendo exponencialmente hasta 2023, año en el que se reportaron 1.399.929 PAP.
Pese al aumento de controles en relación al VPH, Trinidad fue parte del grupo de mujeres que no se realizó el PAP. Durante esos 10 años de no asistir al ginecólogo sufrió varias infecciones urinarias; todas las había tratado con antibióticos recetados por un tío que era doctor.
El año pasado, era una de esas semanas y lo comentó entre sus compañeras del trabajo. Era la hora de almuerzo y justo estaban solo con mujeres, así que la conversación ginecológica se distendió. Empezaron a hablar del PAP, de que había que ir a hacérselo, que algunas estaban atrasadas en el examen, que dolía mucho. Trinidad no sabía qué era el virus del papiloma humano.
Sus compañeras la cuestionaron. “Me decían que cómo era posible que no hubiese ido al ginecólogo en 10 años. Una de ellas se paró indignada, fue a buscar su computador a la oficina, volvió a la cocina y me dijo: ‘Yo no voy a ser testigo de tu muerte por VHP. Dime cuál es tu Isapre’”, recuerda hoy Trinidad.
Le pidieron una hora para hacerse el PAP al día siguiente. Fue. Lloró de dolor cuando le metieron espéculo por el cuello uterino. Luego entró al baño para vestirse y rezó.
“Pensé que ya era muy tarde, que era obvio que mis infecciones urinarias significaban que tenía el VPH y pensaba que eso significaba inmediatamente que tenía cáncer. Ni siquiera había googleado algo por miedo a que esa palabra estuviese en las respuestas. Cuando salí, la doctora no fue muy clara y no desmintió que mis miedos fuesen reales o no”, relata.
Solo cuando recibió el resultado negativo del examen, entendió que estaba equivocada en sus especulaciones. Trinidad no tenía el VPH en ese entonces, pero por el susto, empezó a estudiar sobre el tema y a hacerse el examen todos los años. El de este año, sí salió positivo.
Qué pasa que los jóvenes no se hacen el examen
El virus del papiloma humano se diagnostica en Chile con examen PAP desde la década de los ’90, pero a 2023 Trinidad no tenía idea de que se trataba. Cuenta que durante esos 10 años en los que no fue a una consulta ginecológica, nunca se habló sobre el tema.
“He pololeado tres veces, pero he andado con más gente. Nunca nadie me dijo ‘mira, aquí están mis papeles que prueban que no tengo ninguna infección que pueda traspasarte’. En los carretes, el condón era para no quedar embarazada. Ahí si que mi mamá me mataba”, cuenta.
El doctor Alejandro Afani es director del Centro de VIH del Hospital Clínico Universidad de Chile. Desde ese lugar cuenta que hicieron una encuesta a más de 7.000 personas que fueron a hacerse el test rápido y gratuito de VIH en el hospital. Los resultados revelaron que más del 65% de las personas jamás se había hecho el test antes.
“El origen de todos los males: VIH, papiloma humano, sífilis, y contando, es la falta de una educación sexual estructurada en edades precoces de la enseñanza. Ni los padres ni los profesores han tenido buena formación, entonces los jóvenes no saben de que se tratan las enfermedades de transmisión sexual y no toman medidas. No tienen una sexualidad responsable ni un auto-cuidado”, explica.
“Piensan que siempre le va a pasar al de al lado y no a ellos”, agrega el doctor Afani.
¿Más virus del papiloma humano en Chile?
Los especialistas consultados para este reportaje indican que no es que hoy haya mayor prevalencia del VPH en Chile que antes. Aseguran que en general, se están haciendo más testeos y por lo tanto, más mujeres están al tanto de su presencia. Pese a los avances dicen que aún queda mucho por mejorar en cuanto a los testeos.
“El tema, es que con el PAP y el PCR, se lo hace entre el 50-58%. El nivel óptimo de cobertura es de 80%”, explica Roberto Altamirano Assad.
Los exámenes son dos. El primero y más conocido, es el PAP, que consiste en tomar una muestra del cuello del útero para evaluar la presencia del virus VPH. Pero este, solo alerta cuando el virus ya se ha manifestado en el cuerpo. Luego, entró al país el PCR para detectar la presencia del virus antes de la existencia de las células pre-cancerosas y de manera más precisa. El procedimiento es similar: se toma una muestra del cuello del útero en la consulta con el ginecólogo o en una unidad de toma de muestras.
Este aumento de exámenes, también se relaciona con un estigma que se ha arrastrado desde la década de los ’80, cuando los primeros casos de VIH llegaron a Chile.
“Es imprescindible no estigmatizar la presencia de este virus. Venimos arrastrando desde hace un par de décadas que tenerlo es de ‘gente promiscua’. Pero las personas que han tenido una sola pareja sexual o incluso, que no han tenido ninguna, pueden tenerlo”, dice Roberto Altamirano Assad.
Carola Corrales (43) fue una de las mujeres a las que el PAP le salió alterado en 2020. Ella iba constantemente al ginecólogo por irregularidad en sus menstruaciones. Su doctor en ese entonces, le dijo que no se preocupara, que no era nada grave. En 2022 se volvió a hacer el examen y agregó el PCR, una forma más exacta de encontrar células cancerígenas. Ahí, le salió que el VPH había desarrollado un cáncer cérvico uterino cepa 18.
“Nunca pensé que yo podía haberme contagiado. Tuve una sola pareja al principio, que fue el papá de mi hijo. Estuve mucho tiempo con él, me separé y ahora llevo 16 años con otra pareja. Fue demasiado chocante, nunca imaginé que me iba a pasar a mí”, enfatiza Corrales.
Altamirano Assad ha impulsado la desestigmatización del VPH como una estrategia de prevención. “No es que haya mayor presencia del virus del papiloma humano en Chile. Es que como hoy 2 mujeres mueren al día por cáncer de cuello cérvico uterino, el tamizaje o examen para detectar ese cáncer, ha aumentado”, dice.
Esto se debe a que según la evidencia, el 98% de los cánceres del cuello del útero son causados por el virus papiloma. “Pero el 50% que tienen un cáncer de cuello del útero macroscópico, es porque no se ha hecho un examen de prevención en los últimos 5 años”, agrega el doctor.
El ginecólogo de Carola Corrales le advirtió que era probable que su contacto con el virus del papiloma humano hubiese sido hace tiempo, cuando estaba con su primera pareja. “Yo me acuerdo que él era súper mujeriego así que ahí me debo haber contagiado. Fue horrible enterarme, estuve años sin chequearme por pensar que tener una pareja me mantenía segura y no fue así”, dice.
Josefina Peñafiel Lancellotti, psicóloga y máster en sexología y género de la Fundación Sexpo en Madrid, España, cuenta desde su experiencia con pacientes que asisten a terapia de pareja y hablan sobre el contagio. “Los contagios más altos son en mujeres de parejas heterosexuales monógamas. Todo lo contrario de lo que se piensa en general que tiene que ver con personas sexuales más variables. Esto nos habla también de que no está bien que se crea que estando en una relación estable no se necesitan los cuidados”.
Corrales, recuerda que fue doloroso y vergonzoso contar que tenía cáncer debido al virus del papiloma humano. Sentía que la gente la apuntaba con el dedo por tener un virus de transmisión sexual.
El mito de que la vacuna para el VPH no funciona si se aplica después de haber iniciado la vida sexual
Desde el Ministerio de Salud relatan que desde marzo del 2024, se adhirieron a la iniciativa global para acelerar la eliminación del cáncer cervicouterino como un problema de salud pública.
La campaña lleva años siendo difundida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hay tres metas propuestas que según la institución, deberían ser cumplidas antes del año 2030. La primera, habla de que el “90% de las niñas deberían estar vacunadas con una vacuna contra el VPH antes de los 15 años”.
En Chile se incorporó a la vacunación escolar, la vacuna contra el VPH tetravalente de dos dosis para niñas de 4to-5to básico en 2014. En el año 2019, la estrategia se amplió a los niños de 4to y 5to básico. La vacuna, tiene carácter de obligatoriedad para ambos sexos.
“La edad de administración de este esquema se encuentra acorde a la recomendación internacional de otorgar protección antes del primer contacto con el virus, lo anterior porque se ha demostrado que la vacuna produce mejor respuesta inmune a edades más tempranas”, explican desde el Minsal.
A Florencia (31) detectaron que tenía las cepa 16 del cáncer cérvico uterino y un par de otras cepas de bajo riesgo. La ginecóloga, mientras le hacía el examen, le preguntó si se había vacunado. Florencia respondió que no, porque los médicos que había visitado antes, le habían dicho en la adolescencia que ya no se podía hacer el esquema de vacunación contra el papiloma.
“Me dijeron que si ya había iniciado mi vida sexual no tenía sentido que me vacunara y no se podía. Por eso nunca más averigüé y decidí que me iba a controlas del VPH todos los años nomás”, cuenta hoy.
Ese es otro mito recurrente en el espectro del virus del papiloma humano. En la década del 2010, se decía que vacunarse para el VPH después de haber iniciado la vida sexual era inútil. El doctor Alejandro Afadi lo desmiente inmediatamente. “Los estudios de vacunación se hicieron en los grupos etarios antes de los 26 años, para poder identificar el virus de la manera más precoz posible. Pero si uno vacuna después, eso no quiere decir que no vaya a funcionar”, explica.
“Tengo pacientes de 40 años a quienes he recomendado vacunarse. Es un mito que si no se hace antes de una edad determinada no vaya a funcionar. Solo hay menos evidencia”, agrega Afadi.
Florencia se vacunó este año con el esquema de vacunación actualizado. Desde el segundo semestre de 2024, se cambió de una vacuna tetravalente a novalente y de dosis única.
Las últimas cifras de cobertura de la vacunación que entrega el Ministerio de Salud son del año 2023. 89% de niñas y niños tienen su primera dosis y 79% la segunda. Mientras que el El 82% de las niñas con 15 años poseen su esquema de vacunación completo de dos dosis.
Otro de los avances que informa el Minsal es en torno al examen para detectar cáncer de cuello cérvico uterino. La cantidad de muertes por cáncer de cuello cérvico uterino solo está registrada por el Informe DEIS del Ministerio de Salud hasta el 2021. Fueron 303 mujeres. La menor, tenía 25 años.