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30 de Septiembre de 2024

“Seguimos rezagados”: Un 61% de los nuevos trabajos son informales y expertos analizan alza sostenida del empleo sin contrato

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló que la tasa de desempleo se ubicó en 8,9% entre junio y agosto, y también que de los 229.621 nuevos trabajos creados durante el trimestre 140.921 son informales.

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La tasa de desempleo nacional se ubicó en 8,9% entre junio y agosto, anotando su sexta disminución consecutiva tras dieciséis meses de aumento, conforme a los datos entregados por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

En doce meses, la cifra significó un descenso de 0,1 puntos porcentuales (pp.), explicado por el alza de la fuerza de trabajo (2,4%), menor a la presentada por las personas ocupadas (2,5%), señaló el INE.

Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 1,4%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (2,3%). 

Respecto al mismo período del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,8% y 56,3%, creciendo 0,9 pp., en ambos casos. Por su parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 1,4%, influida por las personas inactivas habituales (-1,3%) e iniciadoras (-41,2%). 

Sobre esto, el subdirector técnico del INE, Leonardo González, sostuvo que las tasas de participación y ocupación “tuvieron aumentos estadísticamente significativos de 0,9 puntos porcentuales en ambos casos”.

Frente a los datos de desempleo, Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), comentó a The Clinic que “las cifras muestran un mercado laboral evidentemente debilitado, lo que se manifiesta fundamentalmente en la composición de la creación de empleo, en donde lideran empleos precarios, visto tanto desde el punto de vista de la informalidad laboral como del subempleo”.

A juicio del economista, “el factor crucial detrás de estos resultados es el mediocre crecimiento económico de la economía chilena. En la medida que el país no logre crecer a tasas más altas seguiremos viendo un bajo dinamismo en la creación de empleo de buena calidad”.

El director del Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, David Bravo, también se refirió al desempleo y aseveró que “el empleo crece en doce meses, pero lo que es bastante claro es que todavía estamos en una situación de recuperación de los empleos perdidos en pandemia”. Desde su perspectiva, “seguimos rezagados, no recuperamos todavía la situación que teníamos pre pandemia”.

El economista experto en temas laborales dijo que “la tasa de desocupación es no solamente más alta de la que tuvimos en pandemia (7,8%), sino que tenemos que irnos hasta el año 2010 para encontrar una tasa tan alta como 8,9%. Entonces, la tasa que tenemos de 8,9% no se puede ver como una gran cosa, aún cuando haya tenido una baja de una décima. Lo mismo la tasa de ocupación, no solo es inferior al 58,2% que teníamos antes de la pandemia, sino que tenemos que irnos hacia el 2010 para encontrar una tasa tan baja como 56,3%”.

Otra cara del desempleo: Al alza los informales

Como ha sido la tónica en trimestres previos, nuevamente el aumento de la población ocupada (2,5%) se debió al aporte de los sectores: comercio (4,1%), enseñanza (3,8%), administración pública (3,6%) y otras actividades de servicio (5,6%).

En el detalle, en el trimestre previo se crearon 229.621 nuevos empleos en comparación con el año pasado, de los cuales 140.921 son informales. Es decir, del total de empleos generados, el 61% se debe a la informalidad.

De hecho, la tasa de informalidad se ubicó en 27,6%, subiendo 0,9 puntos porcentuales respecto al año pasado. Con esto, encadenó 10 trimestres consecutivos de aumentos. Según señaló el ente estadístico, hay 2.547.138 trabajadores informales en el país, de un total de 9.235.064 de ocupados.

La expansión anual de la ocupación (2,5%) fue incidida, en primer lugar, por la ocupación informal
(5,9%*, correspondiente a 140.921 personas), seguida de la ocupación formal (1,3%, equivalente a
88.700 personas).

Sobre esto, Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Los Andes, señaló que el mercado laboral chileno “ha mostrado una escasa capacidad de generar empleo formal, entonces encontramos mayor trabajo informal por necesidad de las personas”.

En esa línea, Mella mencionó que “los riesgos están relacionados al costo para el Estado en pensiones y salud, montos que probablemente van a seguir aumentando, así como por la menor recaudación de recursos a través de impuestos. También para las personas por la falta de seguridad social, por ejemplo, ante una enfermedad o accidente del trabajo. Por último, la informalidad genera problemas de acceso al mercado financiero formal”.

Para Juan Bravo, el aumento de la tasa de ocupación informal “se debe a una combinación de bajo dinamismo en la creación de empleo asalariado formal en el sector privado, un importante aumento del emprendimiento informal -independientes que no registran su actividad ante el Servicio de Impuestos Internos (SII)-, y una fuerte destrucción de emprendimiento formal”.

El académico de la UDP explicó que “el bajo crecimiento económico implica un bajo dinamismo en la generación de empleo asalariado formal en el sector privado, y también puede llevar a un alza del emprendimiento informal ante la falta de oportunidades laborales de mejor calidad. El surgimiento de mecanismos que facilitan realizar emprendimientos sin formalizarse puede también estar detrás del cambio de composición hacia una mayor informalidad en el emprendimiento”.

Respecto a las consecuencias, advierte que “una mayor prevalencia de informalidad laboral tiene una serie de consecuencias negativas: esto se asocia estrechamente a ausencia de seguridad social, la informalidad dificulta el acceso a oportunidades de crecimiento para las personas, efecto negativo sobre la situación fiscal, entre otras”.

David Bravo, en tanto, apuntó que “un 27,6% es una tasa de informalidad que todavía está por debajo de la que teníamos en pandemia, cuando era de 29%, entonces para mí no es llamativo que se esté recuperando empleo informal, porque es el empleo que estaba más rezagado, y todavía no estamos en una situación de informalidad que sea superior a la pandemia”.

Sin embargo, enfatizó en que hace alrededor de quince meses los datos de los cotizantes al sistema de pensiones ha caído, y que “eso difiere de lo que ha estado mostrando el INE”, por lo que “pareciera ser que los datos del INE no están reflejando el deterioro que sí está mostrando el empleo formal, y entonces también es un elemento a tomar en cuenta”.

Bravo fue más allá, e incluso cuestionó la gestión del Gobierno en materia laboral, alertando sobre los riesgos de no tomar medidas para enfrentar el desempleo

“Un bajo crecimiento implica también un bajo crecimiento en el empleo. Por otra parte, también está lo que he mencionado hace un tiempo, y es que tampoco el Gobierno ha tomado medidas adicionales específicas que estén acordes con la urgencia de la situación del mercado laboral que es la que apreciamos, y en parte se ha preferido mirar la parte del vaso lleno, que es comparar en doce meses”, declaró el economista de la UC.

“A mí juicio, detrás de este tipo de medidas, o conversaciones que está teniendo la autoridad, en la práctica, lo que hay detrás es un no foco en el problema clave del mercado laboral hoy día, que es el empleo. La primera medida que habría que tomar es dejar de hacer cosas que son anti empleo, y reconocer que hay un problema, y después ver si se pueden tomar otras medidas que no se están considerando hoy día”, acotó Bravo.

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