El activo presente en el cine de Russell Crowe, el actor de Gladiador con más de 60 películas y tres nominaciones consecutivas al Óscar

Diez años antes de la primera entrega de Gladiador, Russell Crowe hizo su debut cinematográfico en Juramento de sangre, un drama australiano dirigido por Stephen Williams y protagonizado por Bryan Brown. La cinta está basada en los juicios que enfrentaron soldados japoneses por crímenes de guerra ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial. En un rol menor, Crowe comenzaba una carrera que, hasta 2024, acumula más de 60 películas, tres nominaciones consecutivas a los premios Óscar como mejor actor y una estatuilla por su rol de Maximus.

Con el lanzamiento de la segunda parte de Gladiador, las fotos de un joven Russell Crowe enfundado en su traje de luchador volvieron a ser protagonistas en redes sociales y publicaciones internacionales. Ya sea por la comparación con la nueva cinta protagonizada por Paul Mescal o simplemente por la nostalgia de una de las películas icónicas de este siglo.

Tal como los recortes de Maximus, también resurgieron viejas historias de la primera entrega de Ridley Scott. Por ejemplo, aquella vez que William Nicholson, guionista de Gladiador, reveló que Russell Crowe expresó su disconformidad con los diálogos. Durante un discurso en el Screenwriters Festival, el 30 de enero de 2006, el guionista dijo: “Creo que todos los que han trabajado en el negocio han tenido la frustración de los actores que se niegan a decir sus líneas. Me pasó esto con Russell Crowe en Gladiador. Recuerdo que decía: ‘Tus líneas son basura, pero yo soy el mejor actor del mundo y puedo hacer que incluso la basura suene bien’”. También la vez que el propio actor contó que un caballo de la película lo reconoció diez años después en otro set de grabación, esta vez el de Robin Hood de 2010.

Antes de su arrollador éxito con Gladiador, Crowe protagonizó otros filmes que son considerados de culto. Es el caso de Los Ángeles al desnudo, una película de suspenso que es considerada como una de las mejores en la categoría neo-noir. Lanzada en 1997, tiene entre sus protagonistas a Guy Pearce, Kevin Spacey y Kim Basinger. En esa misma década, estrenó El informante, dirigida por Michael Mann y que aborda el mercado del tabaco. Por su papel recibió su primera nominación como mejor actor a los premios Óscar.

Un año después de Gladiador, la película que recibió cinco premios de la Academia y con la cual Crowe ganó su único Óscar en la categoría de mejor actor, el neozelandés protagonizó Una mente brillante, con la cual recibió su última nominación a los mencionados premios. Allí interpretó a John Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en 1994.

Durante los primeros diez años del siglo, el actor siguió con el ritmo frenético de tener casi una película por año. En 2005 protagonizó El luchador, de Ron Howard, y se mantuvo cerca de Ridley Scott con películas como Un buen año, Gánster americano y cerró la década con dos estrenos: Robin Hood, de Ridley Scott, que recibió críticas dispares por parte de la prensa especializada, y Sólo tres días, de Paul Haggis.

La próxima década comenzaría con su papel de Javert en la adaptación cinematográfica de Los miserables. Ese mismo año también estuvo en El hombre de los puños de hierro, una película de artes marciales de 2012 dirigida por RZA y escrita por RZA y Eli Roth.

En 2013 tendría un papel en El hombre de acero, la película de Superman protagonizada por Henry Cavill. En esta cinta de DC, Crowe interpretó a Jor-El, un científico kriptoniano que es el padre biológico de Kal-El. Sobre su trabajo con Zack Snyder, dijo: “Tampoco me di cuenta del tipo de organizador que es Zack Snyder, porque esto era realmente una preparación de la vieja escuela. Es una especie de preparación al nivel de David Lean, y lo aprecié mucho. Estuve en la película durante tres meses y medio o cuatro antes de ponerme delante de la cámara”.

En el transcurso de la década, Russell Crowe también exploró papeles más cercanos a la comedia, como el del detective Jackson Healy en Dos Tipos Peligrosos, donde compartió elenco con Ryan Gosling. Fue en 2017, un año después, apareció en La Momia, el reinicio de la franquicia que comenzó con una serie de películas en la década de los 30 y que luego popularizó Brendan Fraser.

En los últimos cinco años, el actor ha participado en películas de franquicia como Thor: Amor y Trueno, dirigida por Taika Waititi, en su papel de Zeus. En 2023, participó en El Exorcista del Papa y, en este 2024, ya ha estrenado tres películas: El Exorcismo, Rescate Imposible y Recuerdos Mortales. Crowe en total, acumula 61 películas, 12 series y un documental. Este año, además, el actor cumplió 60 años.

En una entrevista con GQ, Crowe declaró sobre su edad: “No me lo puedo creer. Ciertamente no estoy ahí con la cabeza. Pero llevo muchas lesiones. Con el tiempo empiezas a notarlo”. El actor reveló una serie de dolencias que lo aquejan como resultado de las películas de acción: no tiene cartílago en los dedos gordos, sufre fascitis en el talón, edemas de médula ósea en ambas rodillas, ha pasado por dos operaciones en el hombro izquierdo, entre otras lesiones.

En la misma publicación, el actor defendió su carrera más allá de Gladiador, distanciándose de la idea de ser un actor de un solo éxito de taquilla.

“LA Confidential es algo de lo que hablo con la gente todo el tiempo. Hay mucha gente que considera que es prácticamente un largometraje perfecto. The Insider es otra que sale a colación. Una Mente Maravillosa, obviamente. Master and Commander tiene una gran audiencia ahora”, afirmó en GQ.