Académico de la Universidad de Chile a los 21 años: la historia de cómo Diego López llegó a ser profesor antes de titularse

“Esa es una buena palabra que define mi estilo de vida: Intenso”. Así se describe Diego López Merino, conocido en redes sociales como Chico Maker. Y en efecto, su vida, y en especial sus últimos cuatro años, han sido bastante intensos, una intensidad que lo llevó, entre otras cosas, a convertirse en el profesor más joven de la Universidad de Chile con 21 años.

Gran parte de su corta vida la ha dedicado a la robótica. Desde los 10 años comenzó a interesarse en esta rama, y hoy está cerca de conseguir su título universitario en diseño industrial. “Decidí estudiar diseño industrial porque sentía que era lo más parecido a ser inventor que existe. Y lo es, me gusta mucho”, comenta.

Hoy con 21 años, imparte el ramo BattleBots en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la prestigiosa casa de estudios. Este curso forma parte de una malla de ramos multidisciplinarios que se imparten en la facultad, del plan común, y que convoca a estudiantes de ingeniería de segundo año y diseño industrial. Tal como dice su nombre, se relaciona a peleas de robots, y se basa en la programación y diseño de estos.

Su odisea para llegar a ser profesor de la Universidad de Chile fue larga y corta a la vez. Larga, porque ha incursionado en una serie de cursos, emprendimientos, diplomados, y experiencias extra académicas que le han dado forma a su currículum. Y corta, porque todo ha pasado en los últimos cuatro años.

Pero su contratación en la universidad no ha estado exenta de críticas. En sus redes sociales se ven sus detractores que apuntan a que no realiza clases. “Pero tu eri ayudante papito no profe xd”, comenta uno. “Pero hno si esa ayudantía que haces dura como hora y media lol”, agrega otro.

“Yo estaba súper nervioso porque era un gran desafío. Era un desafío validador. Aunque tuviera muchos años de experiencia haciendo clases, aunque ya fui ayudante de ese curso, estaba nervioso“, confirma.

Ignacio González, coordinador del programa Hélice de la facultad ubicada en el Campus Beauchef, encargado del curso que realiza Diego, comenta que también fue un tema su contratación. “Genera un poco de ruido, sobre todo con la gente que es par a él, que es diseñador. (…) Para mí tiene mucho valor la experiencia de las personas más allá de lo que puede entregar un título profesional. Es un pensamiento un poco distinto a cómo se piensa en Chile”, afirma.

Cómo Diego López llegó a la Universidad de Chile

Diego López pasó de ser alumno del curso BattleBots a profesor en solo un año. En el primer semestre de 2023 cursó este ramo, en el segundo semestre fue ayudante, y este semestre asumió como profesor.

“Es una apuesta igual. Ingresan a la facultad mil estudiantes cada año. (…) Las secciones suelen ser de 35 personas. Yo a Diego le abrí una sección con menos estudiantes, con 15 estudiantes, para que él también pudiese entender cómo era la experiencia, si es que a él le gustaba, si es que acaso podía llevar al curso”, comenta Ignacio González.

Todo pasó porque el antiguo profesor de esta asignatura, que impartió el curso desde sus inicios, se fue del país por fines académicos y necesitaba un reemplazante para que siguiera con vida el curso. En ese proceso recomendó a Diego López. Cuando le preguntó si le interesaba que lo postulara como candidato, no dudo en decir que sí.

Desde 2020 que Diego había emprendido realizando clases. Cuando que llegó a trabajar en Ideo Maker, un proyecto educativo que realiza talleres de creación y robótica, le había toca realizar clases en colegios. Hasta hoy realiza clases de robótica en un colegio en Recoleta, comuna en la que reside, y también realizó clases en el programa Penta UC, de la Universidad Católica.

Tras una serie de reuniones, terminó siendo elegido para dictar la catedra, junto a otro profesor de la Escuela de Ingeniería. Juntos realizaron el curso que concluyó el pasado viernes, con la quinta versión de del Beauchef Robotics Challenge, un evento de competencias de robóticas.

“Lo terminé recién el viernes. Me fue súper bien como la evaluación docente, me fue muy bacán. Me dejaron un comentario súper buenos mi alumnos”, comenta, aunque no desmiente que fue difícil lidiar con los cuestionamientos a que hiciera clases un estudiante, no titulado, y ni siquiera ingeniero.

González afirma sobre esta experiencia que “sé que la experiencia es importante. Tener títulos y haber estudiado afuera es súper importante y aquí en Chile se valora un montón, lo cual encuentro que está bien para la cultura chilena, obviamente. Pero también hay que entender los nuevos códigos. Diego es una persona joven, que tiene una buena llegada con la gente de su generación. A veces también nos choca un poco los nuevos códigos”, comenta.

Y lo más probable es que Diego volverá a hacer clases el próximo año.

La trayectoria de Chico Maker: desde Tiktok hasta las aulas universitarias

Diego López nació en Recoleta, se crió en Puente Alto, egresó del Colegio Altazor de esta comuna, y volvió a Recoleta. Entró a estudiar diseño industrial en la Universidad de Chile en 2021, y este viernes entregó su seminario que le podría dar la licenciatura, y el próximo año presenta su proyecto de título.

Desde que ingresó a la universidad realizó ocho diplomados, algunos relacionados a la robótica, entre los que se encuentran algunos de biomecánica, impresión 3D, manufactura biomédica, animatrónicas, entre otros.

“Me cuesta mucho concentrarme y llevar la atención. Me desconcentro muy fácil. Pero cuando son temas que me gustan, me obsesiono mucho. Busco aprender todo lo que pueda y trato de aprender ese tema en la mayor profundidad que pueda. Como que me obsesiono por aprender el tema”, afirma Diego por su experiencia académica.

Para el futuro busca si o si realizar post grados. Desde ya tiene en la mira algunos relacionados a la robótica, pero también otros en pedagogía. En las múltiples empresas en las que ha colaborado ha dictado cursos y talleres, por eso su pasión, también, por la pedagogía.

Los diplomados que ha realizado los revisó antes de salir del colegio. Su primer acercamiento con la robótica llegó a los 10 años, cuando comenzó a ver cursos en YouTube, y hasta hoy no ha soltado ese rubro.