Política
24 de Noviembre de 2024Llegadas inesperadas y sin foto en La Moneda: la trastienda del triunfo de Claudio Orrego que le dio un respiro al oficialismo
En la calle Nueva York, en el centro de Santiago, el reelecto gobernador de la Región Metropolitana esperó los resultados de la elección. En su comando reinó la tranquilidad a los pocos minutos de iniciado el conteo de votos, lo que permitió bromear sobre visitas inesperadas y celebrar el triunfo de manera temprana. Aunque varios presidentes de partidos oficialistas asistieron para compartir la victoria, tanto el equipo de Orrego como La Moneda optaron por mantener cierta distancia en términos comunicacionales. Aunque tras las elecciones no hubo un llamado directo del Presidente Boric a Claudio Orrego ni una invitación inmediata, el Jefe de Estado lo recibirá en La Moneda mañana lunes a las 8:30 horas.
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“No puedo contar nada”, dijo Claudio Orrego al llegar a su comando en el Paseo Nueva York, en el centro de Santiago cuando recién se empezaba a contar los votos de la segunda vuelta de elecciones para la Gobernación de la Región Metropolitana . A pesar de la opacidad de su mensaje hacia los simpatizantes, que lo esperaban en la Alameda para acompañarlo hasta las puertas del comando, el ambiente entre los edificios de estilo europeo era de victoria.
No pasó más de una hora desde ese momento y los resultados ya indicaban que la distancia entre Claudio Orrego y Francisco Orrego era insuperable. Cerca de las 19 horas, con casi el 30% de las mesas escrutadas, el candidato opositor llamó al actual gobernador para reconocer su derrota.
“Palo, palo, palo, palo palito, palo, eh. Eh, eh, eh, ¡vamos con Claudio otra vez!”. Con ese cántico, bajaron los alcaldes y diputados que acompañaron a Orrego en su campaña, desde el quinto piso de un edificio ubicado en la calle Nueva York 27, Santiago.
Abajo, en la calle de adoquines, mientras el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic; la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro; el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz; el alcalde de Renca, Claudio Castro; el diputado socialista Leonardo Soto; el secretario general del PPD, José Toro, entre otros, bajaban, los simpatizantes de Orrego coreaban: “¡Claudio sí, el otro no!” y “¡Olé, olé, olé, oléee, Claudio, Claudio!”.
“Esta batalla la ganamos. Esta fue una elección de la región, no un plebiscito ni del gobierno ni de otra primaria presidencial. Fue una elección para los santiaguinos”, dijo Orrego sobre el escenario que se había montado horas antes.
Sobre eso, agregó unas palabras que rememoran la icónica frase del ex Presidente Pedro Aguirre Cerda “gobernar es educar”. Orrego, en cambio, dijo: “Gobernar es hacer”.
Uno de los futuros posibles que se barajaban tras esas palabras, era que el candidato electo por segunda vez como Gobernador de la Región Metropolitana fuese caminando al Palacio de La Moneda que queda a unos 300 metros de distancia. Sin embargo, eso no ocurrió.
Esa idea empezó a cobrar revuelo durante el día, pero desde La Moneda y el equipo del Gobernador descartaron que haya habido algún tipo de gestión o conversación al respecto. A pesar de esa aparente distancia, desde el Ejecutivo respira troquilos. Fuentes al interior del Palacio advierten “alegría” y “satisfacción” tras los resultados
Oxígeno para La Moneda
“La ciudadanía y los votantes hoy han apoyado liderazgos capaces de ofrecer respuestas concretas a sus problemas, fundadas en la experiencia y en el trabajo en terreno”, afirmó el Presidente Gabriel Boric desde La Moneda tras las votaciones.
En lo que podría interpretarse como una alusión a la gestión de Claudio Orrego o Rodrigo Mundaca, quienes fueron reelectos, agregó: “Hoy ganó la unidad, ganaron los acuerdos, ganó el diálogo como forma de hacer avanzar las regiones y perdió la política de la agresividad, de la polarización y de los discursos de odio”.
Para el Gobierno, los triunfos de Orrego, Mundaca, Pablo Silva en O’Higgins y René Saffirio en La Araucanía son una muestra de que el discurso de unidad progresista, promovido por el Presidente Boric, ha dado resultados.
Desde La Moneda analizan que, si se mide por la cantidad de población gobernada por el progresismo tras esta elección, se trataría de cerca de 15 millones de habitantes. Este éxito electoral, sumado a dicho cálculo, permitirá —según fuentes del Ejecutivo— ordenar a los partidos y coaliciones bajo la bandera de la unidad.
Además, destacan que el éxito de Orrego se debió tanto a la transversalidad de su discurso como a evitar asociar esta elección con un plebiscito sobre la gestión del Gobierno. En ese sentido, en La Moneda consideran que la oposición deberá reflexionar sobre el enfoque político utilizado en esta contienda.
En el Gobierno califican esta segunda vuelta como un caso inusual donde todo lo planificado funcionó según lo esperado y arrojó buenos resultados. Incluso, la distancia entre un candidato y otro correspondió a sus mejores expectativas.
Aunque tras las elecciones no hubo un llamado directo del Presidente a Orrego ni una invitación inmediata, el Jefe de Estado lo recibirá en La Moneda mañana lunes a las 8:30 horas.
Un escenario modesto
Pasadas las 4 de la tarde, en el Paseo Nueva York, entre los imponentes edificios de estilo europeo construidos a comienzos del siglo pasado, se armaba un modesto escenario para que Claudio Orrego pudiera entregar su mensaje tras los comicios.
La instalación no fue rápida. Antes de que llegara el equipo de Orrego, ya había camiones estacionados a las afueras del Club de la Unión, cargados con cajas llenas de equipos de producción audiovisual. Y es que, justo durante esas horas, la productora Fábula estaba grabando un capítulo de la próxima serie que publicará Netflix, Bio Bio, que narrará los últimos días, la muerte y la desaparición del estudiante Jorge Matute Johns en 1999, en Concepción.
Cerca de las 18:00 horas comenzaron a llegar figuras políticas como Paulina Vodanovic, Pizarro, Muñoz y Castro. También se pudo ver al alcalde electo de Recoleta, Fares Jadue; al alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo; al alcalde de Pudahuel, Ítalo Bravo; e incluso a una representante del actual Gobierno, la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, quien es amiga de Orrego y asistió en esa calidad al evento.
Todos subían directamente al quinto piso del edificio en el centro de Santiago sin hablar con la prensa. Allí, había una televisión, sillas y mesas para que los invitados esperaran los resultados junto a Claudio Orrego.
“Galletas, jugo y maní para los nervios”, comentó uno de los presentes. Sin embargo, el ambiente estaba marcado por una sensación de tranquilidad, especialmente cuando comenzaron a llegar los primeros resultados que daban a Orrego una ventaja temprana en comunas como Puente Alto y La Florida.
De hecho, al interior del recinto bromeaban con la presencia del diputado Rubén Oyarzo, ex PDG y ahora independiente. “¿Qué hace acá?”, le preguntaban entre risas, en parte porque había llegado a ver los resultados luciendo una guayabera, una prenda que se asocia con el candidato opositor Francisco Orrego.
Una vez confirmado el triunfo del candidato oficialista, comenzaron a llegar los líderes de los partidos de gobierno, como Paulina Vodanovic (PS), Leonardo Cubillos (PR) y Constanza Martínez (FA). También se sumaron ex militantes democratacristianos para celebrar la victoria, entre ellos el presidente de la DC, Alberto Undurraga, y la secretaria nacional del partido, Alejandra Krauss.
Ánimos de fiesta
Mientras las figuras políticas mencionadas celebraban el triunfo en el escenario, flanqueado por los elegantes edificios del Paseo Nueva York, Claudio Orrego hacía el gesto del “corazón coreano” con sus manos, el símbolo característico de su campaña. Sus asistentes, entre vítores y aplausos, comenzaron a destapar botellas de espumante.
Orrego regresó a su oficina mientras, en la calle, sus simpatizantes bailaban al ritmo de “Las Avispas” de Juan Luis Guerra, una mezcla improvisada con “Magalenha” de Sérgio Mendes, e incluso el éxito de Axé Bahía de 2008, “Mueve la pompa”.
Desde la ventana del quinto piso, Orrego saludaba levantando el puño, y sus votantes, emocionados, lo celebraban sin intención de irse. Todos esperaban una oportunidad para sacarse una foto con él.
Pasadas las 21:00 horas, el reelecto gobernador de la Región Metropolitana se retiró de la calle Nueva York. Entre las cámaras de la prensa y sus simpatizantes, que dificultaban su paso mientras buscaban abrazos y fotografías, se escuchaban gritos de “¡Claudio, Claudio, Claudio!”. Atrás quedaba lo que durante esta campaña fue objeto de debate: su apellido, “Orrego”.