Ciudad
26 de Noviembre de 2024Botillería con más de 40 años en Santiago podrá volver a funcionar: dueña de la tercera edad le gana la batalla judicial a la Municipalidad
La propietaria - una mujer de tercera edad cuyo único sustento económico es la botillería "Don Julio" - logró doblegar una resolución de la administración de Irací Hassler y el Concejo Municipal.
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Una histórica botillería de la comuna de Santiago ganó una batalla judicial contra la Municipalidad, luego de que la Corte de Apelaciones ordenara a la administración de Irací Hassler renovar su patente de alcoholes. Esto ocurrió tras un recurso de amparo económico presentado en representación de la dueña del local “Don Julio” ubicado en la calle Gorbea altura 2000.
El recurso se centró en la decisión de la alcaldesa y el Concejo Municipal, que el 15 de marzo de 2024 rechazaron la renovación de la patente de alcoholes. Casi diez meses después, la botillería podrá reanudar sus actividades. Según la dueña, la negativa se debió únicamente a que la patente provisoria había vencido, lo que ocurrió porque la Municipalidad no entregó los documentos necesarios a tiempo.
La propietaria, quien lleva más de 40 años operando el negocio, destacó que este forma parte de su patrimonio y que, durante todo ese tiempo, no ha recibido multas, denuncias ni infracciones. Tras la negativa de la Municipalidad, presentó una carta solicitando reconsideración, pero esta fue rechazada.
Entre los argumentos expuestos en el recurso, se señaló que la imposibilidad de continuar trabajando afectaba directamente la actividad económica de una mujer de la tercera edad, quien además está enferma y vive sola. La botillería era su único sustento, y la negativa a renovar la patente vulneraba derechos fundamentales como el trabajo y la propiedad.
Las razones del Tribunal
La Corte de Apelaciones de Santiago acogió el recurso de amparo de la dueña de la botillería y ordenó la renovación de la patente de alcoholes al local, que funciona desde hace más de 40 años en la comuna. Según el fallo, el decreto carecía del debido fundamento racional.
El Tribunal también consideró “el principio de buena fe”, señalando que la dueña de la botillería ha actuado confiando en que no ha infringido la ley ni las normativas, y que no ha tenido intención de violarlas.
Otros casos en la comuna
Estos casos de no renovación de patentes de botillerías han generado un constante “tira y afloja” entre la Municipalidad de Santiago y los comerciantes. En mayo de este año, la Asociación Gremial de Botilleros (Agbotch) alzó la voz frente a la reducción en la renovación de patentes de alcohol en la comuna.
Según el gremio, solo el año pasado se rechazaron 267 permisos, y para el primer semestre de 2024, la cifra alcanzó más de 100 patentes que no han sido autorizadas por la comuna, lo que genera un “grave perjuicio económico para estos pequeños negocios”.
Este no es el primer revés judicial que enfrenta la Municipalidad de Santiago en su lucha contra las botillerías. En otro caso reciente, una vecina con una botillería de más de 30 años de antigüedad en el barrio Yungay también recurrió a la justicia. En esa oportunidad, la Municipalidad se defendió afirmando que “la cancelación de la patente no es por mero capricho, sino una decisión acordada por el concejo municipal en atención al bienestar de la comunidad”.