Zesty: la startup chilena que apuesta por “romper barreras” en torno a las inversiones y convertirse en el Robinhood de Latinoamérica

La historia de Zesty inició cuando sus fundadores, Vicente Rotman y David Cosoi, indentificaron una gran oportunidad para transformar la manera en que las personas se relacionan con sus finanzas.

Todo comenzó hace algunos años, cuando Vicente, tras graduarse de Ingeniería en Chile, partió a Estados Unidos para realizar un máster en la Universidad de Cornell. Al tiempo después, fue contratado por Amazon, lo que lo llevó a vivir de cerca la cultura tecnológica e innovadora del país.

“Mientras trabajaba en Amazon, Vicente notó un fenómeno curioso: cada vez que sus colegas abrían sus celulares, junto a las apps de redes sociales como Instagram y TikTok, casi siempre estaba Robinhood, una app de inversiones que había democratizado el acceso a los mercados financieros en Estados Unidos. Robinhood, creada una década antes, ya era utilizada por cerca del 10% de la población estadounidense y había cambiado la percepción de las inversiones para el público retail”, cuenta a The Clinic David Cosoi (36), CEO de Zesty.

Sin embargo, cada vez que Vicente regresaba a Chile de vacaciones, notaba una realidad muy diferente: sus amigos, muchos de ellos profesionales con buenos ingresos, apenas invertían. Así, en lugar de acciones o fondos, la mayoría prefería depósitos a plazo o simplemente dejaban su dinero en cuentas corrientes sin generar interés alguno. Esto, relata Cosoi, lo llevó a preguntarse por qué no existía algo como Robinhood en Chile.

Desconexión con las inversiones

Cosoi señala que su colega, al investigar en profundidad, descubrió que la desconexión con el mundo de las inversiones no era solo una problemática en Chile, sino que un fenómeno extendido en toda Lationamérica. Las cifras así lo indicaban, pues mientras que en Estados Unidos el 60% de la población invertía, en Chile ese porcentaje no llegaba ni al 3%.

La idea de impulsar una especie de”Robinhhod de Latinoamérica” e impulsar una revolución financiera se les ocurrió en 2021, año en que Cosoi, quien llevaba más de una década trabajando en el sector financiero -muchos de ellos como analista senior en Banchile-. La dupla tenía claro que el desafío no era solo técnico, sino que también cultural. “Queríamos romper barreras, simplificar las inversiones y, sobre todo, empoderar a las personas para que tomaran el control de su futuro financiero”, plantea Cosoi.

Fue así como nació Zesty, una herramienta que lanzaron en junio de 2023 que busca cerrar la brecha de acceso a los mercados financieros y construir una nueva mentalidad en la región.

—¿Qué necesidad buscan satisfacer con Zesty?

—Hoy en día, solo un 3% de la población invierte en la bolsa en Chile, lo que contrasta fuertemente con países desarrollados como Estados Unidos, donde cerca del 60% de la población ya lo hace. Esto evidencia una gran brecha en el acceso a las inversiones, que no solo se debe a una falta de interés, sino a una falta de soluciones digitales accesibles. En Zesty, buscamos satisfacer precisamente esa necesidad: ofrecer una plataforma de inversión accesible y fácil de usar, que elimine las barreras tecnológicas y educativas que históricamente han marginado a muchas personas del mundo de las inversiones.

El equipo derás de Zesty, de izquierda a derecha: David Cosoi, Valentina Honig, Ronny Bortnic y Elisa Herrera.

Además, hemos detectado que, en paralelo, hay un hambre creciente de conocimiento financiero en el país. Los chilenos están cada vez más interesados en aprender y tomar decisiones financieras responsables, pero la información disponible suele estar en un lenguaje complejo o inaccesible.

Nosotros llegamos para satisfacer esas dos “hambres”: por un lado, generando contenido educativo en RRSS #EnFácil, y por el otro lado, proporcionando una plataforma de inversión sumamente innovadora tecnológicamente que cualquiera pueda usar, sin importar su nivel de experiencia. Así, abrimos las puertas a quienes quizás antes se sintieron excluidos de este mundo, permitiéndoles tomar el control de sus finanzas.

—¿Qué metodo de inversión, o aplicación de inversión, es su principal competencia? ¿Qué los diferencia y por qué los usuarios debieran optar por Zesty?

—Fintual y Racional. Nuestro foco está puesto en abordar en simultáneo las dos principales trabas que tienen los chilenos al momento de invertir: la accesibilidad y la falta de educación financiera. No queremos solamente entregar una plataforma de inversión activa innovadora y accesible, sino también las herramientas para tomar decisiones de inversión responsables e informadas. 

En cuanto al producto, si bien nuestra plataforma cuenta con un set de funcionalidades únicas (depósitos instantáneos, conversión a dólar las 24 horas de lunes a viernes, poder de compra inmediato, day trading y más) que han sido sumamente bien recibidas por una audiencia avanzada, creamos una app que es tan fácil de usar como WhatsApp, pero para tus inversiones. 

Más que competir, nuestro foco está en empoderar a los chilenos a tomar sus propias decisiones de inversión y a entender qué está pasando con su plata, sin depender necesariamente de terceros para su gestión. 

—¿Cuánto se ha multiplicado la cantidad de usuarios en lo que va de operación de la startup?

—Zesty comenzó a operar en junio de 2023, con un crecimiento constante. Este año, nuestra base de usuarios ha crecido 8 veces, una muestra del interés y la necesidad de una plataforma accesible y eficiente para invertir en Latinoamérica.

—¿Cuánto dinero han logrado transar y qué hitos han logrado hasta ahora?

—Este año, Zesty ha logrado un hito impresionante al superar los US$80 millones en volumen transado. Como nuestro modelo de negocio se basa en el monto transado, este crecimiento refleja tanto el valor que aportamos como el impacto que estamos generando en la región.

Uno de los logros que más nos enorgullece es haber alcanzado el breakeven, una meta que pocas startups B2C consiguen, especialmente en etapas tempranas. Este hito no sólo valida la sostenibilidad del negocio, sino también nuestra capacidad para equilibrar un crecimiento acelerado con una operación eficiente y rentable.