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Christopher White

Política

2 de Diciembre de 2024

Christopher White (PS), alcalde de San Bernardo: “Claudio Orrego se ve como la única opción para derrotar a la derecha en las presidenciales”

El alcalde recientemente reelecto ve en el gobernador metropolitano la chance de que la izquierda pueda imponerse a la oposición en la futura contienda presidencial, la cual los estudios de opinión auguran que, de momento, está en manos de la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI).

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“Ella, por más que diga ser un liderazgo de centroderecha, sigue siendo un liderazgo de derecha”. Eso dice el alcalde reelecto de San Bernardo, Christopher White (PS), sobre la alcaldesa saliente de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien se avizora como la carta presidencial de la UDI, y que, además figura como la mejor aspectada en encuestas.

Pese a ello, White ve que Claudio Orrego, gobernador reelecto de la Región Metropolitana, cuenta con lo suficiente para erigirse sobre la militante de la UDI. Lo que más destaca: el apoyo que concitó su candidatura, que abarcó desde el PC hasta algunos integrantes de Demócratas.

De hecho, afirma que como sector oficialista están vivos de cara a la presidencial.

—¿Qué lectura hace de los resultados generales de la segunda vuelta de gobernadores?

—Lo primero que se ve claramente es que Claudio Orrego ha conseguido un triunfo importante. Hoy desde el mundo nuestro, centroizquierda, se ve como la única opción para derrotar a la derecha en las presidenciales, a propósito de la capacidad que tuvo para construir puentes desde el PC hasta la DC, algo que en los últimos meses uno veía bien difícil, porque hubo y existe una pugna entre el PC y el Frente Amplio, entre sociales democráticos y el Frente Amplio. Entonces, generar puentes en estos tiempos no es sencillo y él hizo algo que hace mucho tiempo no ocurría. Eso lo deja instalado como una opción importante a la hora de construir mayorías, que es lo que la gente nos exige.

—¿El oficialismo sigue vivo en la contienda presidencial? Los resultados en encuestas no son muy favorables hacia el sector. 

—Este fenómeno también ha demostrado un par de cosas. Evelyn Matthei trató de verse como la figura destacable de la oposición tratando de apoyar a varios candidatos. La verdad es que los resultados hablan por sí solos. Claramente su figura parece que no es capaz de consensuar a todo el mundo de la derecha. Y si bien es cierto que tiene una buena evaluación en su desempeño, ella, por más que diga ser un liderazgo de centroderecha, sigue siendo un liderazgo de derecha.

Cuando aparecen temas sensibles, como el golpe militar, ella aún sigue defendiéndolo, a pesar de la implicancia en las vidas perdidas, en las personas desaparecidas y torturadas. En eso creo que no ha tenido definición y lo más lamentable fue la actitud que ella tuvo ese día cuando ella reconoció su derrota públicamente. Y ella pareciera ser que entre más pasó el tiempo se fue desentiendo de ese apoyo que parecía más para la fotografía que de un proyecto político. Eso genera dudas a la hora de construir un proyecto país. Esa oportunidad, que se contrarresta con los resultados que tuvo Claudio Orrego, hacen pensar que sí, estamos vivos. Él es una opción que podría derrotar a la derecha.

Alcalde White y Orrego: “En una segunda vuelta es capaz de construir la mayoría necesaria para poder generar la victoria”

—¿Lo que menciona respecto a Matthei, sobre el golpe militar, es algo que el oficialismo le ha sacado provecho?

—Me ha tocado escuchar y conversar a Claudio Orrego hablando de que las dictaduras, sean de izquierda o de derecha, le hacen mal a los países. Él en eso no ha tenido medias tintas. Eso es lo que marca una diferencia en esta materia. Es lo que la gente está esperando en temas como seguridad, reforma de pensiones. Mayor a la diferencias legítimas que podamos tener unos y otros, la gente espera que esté esa capacidad de encontrar los consensos de acuerdo. Hoy Chile lo que necesita en esa materia es reconocer aquellas cosas que le hacen bien al país. El fortalecimiento de la República es fundamental en aquello.

—Sobre el alcalde Tomás Vodanovic, ¿los partidos debiesen jugársela para que sea candidato presidencial? Al fin y al cabo es una de las figuras mejor evaluadas.

—Tomás por sí solo es una tremenda carta de la izquierda. Pero, también presionarlo en este momento en el que lo está haciendo muy bien en su comuna, sería un error. Sin desmerecer a Tomás, él es una carta de futuro, es un tremendo gestor y líder territorial y nadie tiene dudas en aquello. Solamente mi posición hoy día es que apurarlo tanto pudiera ser perjudicial para él y para el proyecto que representa la izquierda en el país.

—Antes del 27 de octubre en la izquierda señalaban que si Claudio Orrego ganaba en primera vuelta era candidato presidencial al día siguiente. Ese escenario no se dio. ¿Ello determina las posibilidades reales de ganar a Evelyn Matthei?

—La derecha una vez que ocurrió esa oportunidad apostó a llevar el proceso electoral a una especie de plebiscito de izquierdas y derechas. Claramente eso falló, porque Claudio tuvo la habilidad en esa segunda vuelta de recibir el apoyo que no eran de la misma línea nuestra. Pero también se articuló con otros candidatos para tratar de incorporar ideas positivas adentro del programa. El resultado final de superar por más de 10 puntos demuestra que este trabajo mayoritario marca una diferencia que importa resaltarla. Eso le da una cualidad distinta: que en una segunda vuelta es capaz de construir la mayoría necesaria para poder generar la victoria al final del día.

—No ha mencionado a la expresidenta Michelle Bachelet, que es actualmente la figura que más marca en encuestas proveniente del partido en el que milita usted. ¿La deja fuera de la discusión presidencial?

—Creo que la expresidenta es una gran referente y es parte importante del pasado de los frutos de la Concertación, que en ese tiempo esa disciplina y esa mayoría de partidos era capaz de construir grandes transformaciones de Chile. Eso se ha demostrado por los años. En algún momento hubo críticas a la Concertación, pero al ver los resultados con el tiempo, hoy existe una sensación de que las cosas se hicieron bien a la hora de construir acuerdos de mayoría, algo que hoy cuesta ver con tanto partido político y tanta figura individualista que lo único que hace es llamar a la pyme particular a o familiar. Creo que eso le hace daño a la política y creo que Michelle Bachelet mostró en su momento lo importante de crear mayorías, pero eso es parte del pasado. Ella tocó techo. Es un liderazgo que no está para un tema local, sino internacional, como ya lo hizo con ONU Mujeres. Tratar de buscar un liderazgo en ella no es acorde con un proyecto que está mirando a futuro. 

—¿Considera que lo que ha ocurrido en el Gobierno con el Caso Monsalve generó desafección hacia la izquierda, afectando a los alcaldes que competían?

—El Caso Monsalve no solamente me hizo daño a mí y a otros colegas, sino también al Gobierno y a toda la política, porque situaciones como esa afectan la credibilidad de la política, y genera aún más desconfianza con las autoridades. En esto, que probablemente en un inicio dejó a todo el mundo sorprendido, hace falta una autocrítica en el manejo de esta situación. No es un pecado reconocer que se debió actuar con mayor celeridad y pedirle la renuncia a Manuel Monsalve antes de lo que se hizo, además de tener un trato distinto de la víctima por parte de La Moneda. Ahí creo que hay lecciones que sacar a futuro. Por supuesto que nos hizo daño y a la político en general.

—¿El daño proviene del caso en sí mismo o de cómo se manejó?

—De cómo se manejó. El Gobierno hoy tiene un problema. Ese problema está en el Segundo Piso de La Moneda. Los asesores que están allí para presentarte propuestas para enfrentar crisis políticas no han estado a la altura, porque son ellos los que debieron crear un muro de contención para todo este proceso. Lo que uno ve son errores reiterados del punto de vista comunicacional. No es justo que sea el Presidente que tiene que absorber toda esta problemática a propósito de un mal manejo comunicacional de ciertos actores.

—¿Deberían salir personas del Segundo Piso?

—Por cierto, si uno debe tener un equipo que debe asesorarte en lo comunicacional. Eso, a simple vista, no está ocurriendo. Aquí hay un manejo totalmente cuestionable a un hecho tan claro en donde se generó con la primera autoridad de seguridad, un hecho desdeñable que ha generado tanta conmoción. Faltó un manejo comunicacional claro en esto. Pero en el Segundo Piso no han habido cambios ni tampoco autocrítica, sino otro tipo de actitud que empeoran las cosas. 

—¿Esperaría que salga Miguel Crispi?

—Es el que está liderando ese espacio. Cuando los liderazgos no tienen resultados, es momento de buscar otros que puedan ayudar y complementar las tareas que son necesarias. Es decisión del Gobierno, pero lo que uno ve desde afuera es eso, que ha habido un mal manejo por parte de los asesores, y que el Presidente ha asumido una cosa que hubiese sido distinta de haber existido un mejor manejo del punto de vista cómo ocurrieron los hechos. 

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