
Política
21 de Febrero de 2025Alejandro Ferreiro sobre las transferencias de Corfo: “Es cierto es que esto no es un modo sostenible de financiar el déficit fiscal”
El exministro de Economía del primer gobierno de Michelle Bachelet y presidente de Chile Transparente evalúa que la gestión fiscal del Gobierno, si bien dice ha sido responsable, no ha sido "suficiente". Sobre los polémicos traspasos de Corfo al Tesoro Público, en cambio, advierte que son la superficie de un problema más profundo: "Lo que este caso trasluce es la existencia de un déficit fiscal". Y si bien sostiene que la información no estuvo en secreto, reconoce que "probablemente no se difundieron proactivamente" las transferencias.
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En Vitacura, en un departamento con murallas copadas de arte moderno, Alejandro Ferreiro recibe a The Clinic para esta entrevista y abordar una de las polémicas que ha marcado la semana respecto de las transferencias de 3,4 billones que hizo Corfo al Tesoro Público a solicitud del Ministerio de Hacienda en 2023, tal como reveló un reportaje de este medio.
Si bien Ferreiro recalca que la controversia “no está dentro del perímetro de mis preocupaciones actuales”, sí reluce durante la conversación su conocimiento sobre el mundo público y el funcionamiento del Estado.
Y es que el abogado militante de la Democracia Cristiana fue presidente del Consejo para la Transparencia, pero su trayectoria viene desde hace mucho antes.
En 1994 se desempeñó como secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Ética Pública y asesor gubernamental en la materia. Durante la década de los 90 e inicios de los 2000 fue superintendente de Isapres, de AFP, de Valores y Seguros y en 2006 aterrizó en el Gobierno de Michelle Bachelet como ministro de Economía.
Sobre la trama de los traspasos de recursos a Corfo, cree que el hecho mismo no es lo más relevante, sino lo que atrás esconde. “Más allá de la operación de Corfo, creo que lo que este caso trasluce es la existencia de un déficit fiscal y un gobierno que ha tenido que recurrir, legalmente, para cuadrar la caja a cuestiones que no son sostenibles en el tiempo”.
Esto, en medio de un contexto de estrechez económica en donde cree que el Gobierno, si bien ha hecho esfuerzos por ser responsable, no ha sido suficiente.

—¿El país está atravesando una situación fiscal compleja, como han dicho algunos miembros de la oposición?
—Yo creo que sí, eso es evidente. El país termina el año 2024 con un déficit fiscal de 2,9% del producto. Eso significa que nos gastamos 9.400 millones de dólares más de lo que ingresó al Estado. Esta es una cuestión insostenible. No se puede mantener estable la deuda pública si se incrementa el déficit fiscal y, por tanto, efectivamente el país tiene un desafío de cómo cierra esa brecha, ese déficit.
Eso se tiene que lograr por cuestiones que son dolorosas y que tienen que abordarse. Y por tanto, uno quisiera ver que el mismo entusiasmo con que la gente del mundo político participa de las polémicas, lo ponga para abocarse a la búsqueda de soluciones efectivas que resuelvan un problema estructural que no es de un gobierno, sino que es de un país.
Este Gobierno ha sido más bien conservador fiscalmente hablando, pero aún así el esfuerzo no ha sido suficiente y tenemos un déficit que supera con mucho las proyecciones ¿Por qué llegamos a este déficit particularmente el 2024? Porque hubo una estimación muy optimista respecto a los ingresos que se habrían de tener por vías tributarias, pero particularmente por los recursos del litio que metió mucha plata el 2023.
“Bueno, este es el problema de Chile hoy día, el problema fiscal”, añade Ferreiro.
—En este contexto, ¿cómo evalúa al Gobierno en gestión económica, en gestión fiscal?
—El Gobierno ha sido bastante serio en materia fiscal, pero sí hay una mancha en su récord con el déficit fiscal del 2024 y sobre todo con que fue significativamente superior a lo que el propio Ministerio de Hacienda había estimado. Ese es un error de estimación importante y uno esperaría del Ministerio de Hacienda y de la Dirección de Presupuestos que ese tipo de errores no se produzcan.
En consecuencia, veo aquí una nota preocupante, pero en general en el contexto global creo que este Gobierno ha intentado ser responsable fiscalmente, pero no alcanza con esa voluntad. Requerimos algunos ajustes más estructurales, que son los que probablemente Chile va a tener que hacer y que no estaba acostumbrado a hacerlo en el pasado.

Ferreiro: “Lo que este caso trasluce es la existencia de un déficit fiscal”
Para el exministro, más allá de la polémica de los traspasos, el punto relevante está en el déficit fiscal y en cómo la política logrará hacer recortes. Uno de los problemas que hicieron crecer la polémica, cree, es el periodo electoral. Con todo, reconoce que los traspasos “probablemente no se difundieron proactivamente”.
—Sobre los traspasos de recursos de Corfo al Tesoro Público, ¿dónde sitúa usted los mayores problemas de esta polémica?
—Creo que la operación de traspaso de recursos de Corfo se realizó conforme el marco legal vigente a través de un acuerdo del Consejo de Corfo con fundamentos en las actas que son públicos. Cuestión distinta que no se hayan visto, conocido, entendido, analizado, pero aquí no había secretismo. No es una cuestión que me parezca descabellada, cuando hay ingresos extraordinarios, no tiene sentido que esos ingresos queden radicados en Corfo que, instrumentalmente es quien maneja el litio para Chile, pero no significa que el litio sea de Corfo, es del Estado de Chile.
Por tanto no me parece en absoluto extraño ni discutible que los ingresos extraordinarios, al menos una fracción importante de eso, derivado del alto precio del litio del 2023, vaya al fisco y no se quede en Corfo.
Lo que sí es cierto es que esto no es un modo sostenible de financiar el déficit fiscal. Estos son ingresos extraordinarios por una sola vez, tanto así como que el año 2024 no ocurrieron y estamos en un problema en parte por eso. No es bueno financiar el gasto corriente o el déficit fiscal vendiendo, por así decirlo, los muebles de la casa. Ese es el problema de fondo.
Ferreiro añade: “Por tanto, más allá de la polémica, más allá de la operación de Corfo, lo que se ha dicho, creo que lo que este caso trasluce es la existencia de un déficit fiscal y un gobierno que ha tenido que recurrir legalmente para cuadrar la caja a cuestiones que no son sostenibles en el tiempo. Ese es el problema de fondo que Chile tiene que enfrentar”.
—Entonces, el hecho de cuadrar la caja fiscal con un traspaso de la Corfo habla de un déficit estructural…
—Habla de un déficit importante que el Gobierno no ha querido resolver por la vía de la deuda y eso es razonable, el Gobierno no puede seguir endeudándose. Estamos llegando a un límite de lo razonable en esta materia. Por tanto recurre a la venta de activos financieros que tenía Corfo.
Eso se puede hacer por un rato, pero no es un modo sostenible de financiar un déficit fiscal. Por tanto, lo que Chile tiene que hacer es sincerar la situación y aumentar los ingresos fiscales y o, en paralelo, disminuir los gastos fiscales para empezar a cuadrar la caja de manera más razonable y sostenible en el largo plazo.
—¿El Gobierno debió haber comunicado este movimiento de una manera más pública?
—Eso ya es un juicio de mérito. Es posible que sí, pero el Gobierno lo hizo como probablemente ha hecho otras operaciones similares en el pasado. Lo que pasa es que ha tenido un revuelo particular, pero que no tiene con la forma concreta en que ocurrió la operación, sino probablemente con polémicas estivales y discusiones políticas que son propias de un periodo preelectoral.
—Pero a propósito del trámite de la ley de presupuestos de este año, ¿no se debería haber transparentado esto a los parlamentarios?
—Yo creo que ese dato estaba. Cuando uno quiere mirar la situación financiera de Corfo, que es una partida importante en el Ministerio de Economía, la más importante, los antecedentes están ahí. Ahora, es información compleja, es información difícil de digerir y no todos tienen el tiempo ni quizás la preparación técnica para poder entender bien estas cuestiones, pero aquí no es que se hayan escondido estos traspasos. Probablemente no se difundieron proactivamente, que es distinto…
—A muchos les sorprende también el monto, 3.4 billones…
—Son montos altos producto de la extraordinaria situación de precio del litio en ese tiempo. Aquí lo que se hizo es que, básicamente, transferir al Estado buena parte del excedente extraordinario producto del precio del litio en 2023. Entonces, la cuantía de los recursos tiene que ver también con lo extraordinario de los ingresos fiscales por una sola vez que recibió el país en ese tiempo.
¿Son recursos importantes? Sí, estamos hablando de, si son 4.000 millones de dólares, estamos hablando de 1.3% del producto, es plata importante y los analistas lo tienen que haber advertido. Me imagino que el Consejo Autónomo Fiscal tenía esta información a la vista y esto no los debe haber sorprendido.

“Quien gobierne en los próximos años va a enfrentarse a una situación fiscal que lo va a obligar a ser mucho más eficiente en el gasto público”
—¿No es un problema que se utilicen ingresos extraordinarios para cubrir gastos en salud, seguridad que responden a gastos permanentes?
—Absolutamente, ese es el problema de fondo. Si algún beneficio tiene esta polémica es que nos conduce, nos lleva a identificar el verdadero problema que Chile tiene en esta materia. Chile tiene el problema de que se gastó 9.500 millones de dólares más el año 24 que los recursos que Chile tenía y que esa diferencia se traduce en deuda. Y eso está empezando a condicionar la forma de hacer política. Tiene que condicionar la manera en que se hacen propuestas y ofertas sociales en los programas de gobierno. Tiene que poner a los candidatos, si son responsables con el Chile del largo plazo, en modo más de ver cómo se controla el déficit que cómo se aumenta el gasto.
Siempre ha sido más fácil hacer campaña aumentando el gasto y proponiendo y prometiendo. Lamentablemente quien gobierne en los próximos años va a enfrentarse a una situación fiscal que lo va a obligar a ser mucho más eficiente en el gasto público, a reducir probablemente el gasto público y a ser más creativo en la búsqueda de aumento de los ingresos fiscales.
Los ingresos fiscales no necesariamente se van a poder aumentar a través de aumento de la carga tributaria. Estamos en un nivel de carga tributaria bastante alta en términos de lo que el país puede sostener y en términos comparados probablemente con los países de la OCDE, al menos en lo que a tributación de las empresas se refiere.
—Sebastián Sichel ha apuntado a que los recursos de Corfo, o el acuerdo del litio principalmente, tenía como principio que los recursos iban a estar destinados a emprendimiento, al fomento, al apoyo empresarial, y que de alguna manera ahora se ocupó para tapar hoyos. ¿Coincide con eso?
—En parte sí, uno puede cambiar la forma de frasear el argumento, pero Chile obtuvo un recurso extraordinario por el litio en el año 2023, a precios desorbitantes. Tampoco parece razonable desde la perspectiva de la asignación del gasto público que la totalidad de ese excedente hubiese sido destinado al emprendimiento o a la capitalización de Corfo. Corfo es parte del Estado de Chile. Es, en algún sentido, circunstancial, que la minería del litio esté conectada con el Estado de Chile a través de la Corfo.
—¿Sería correcto decir que no se disminuyó el patrimonio de Corfo?
—Es que esto es discutible, según el periodo que lo miramos. Lo ha explicado el vicepresidente ejecutivo de Corfo: tiene activos financieros superiores a los que tenían al comienzo este Gobierno, en parte, porque algunos de los recursos del litio se han ido capitalizando, se han ido engrosando en los activos financieros de la Corfo. Pero también es cierto que cuando Corfo le transfiere el fisco, pierde Corfo esos activos. En consecuencia, depende de cómo se analice esto.
Pero creo que podemos discutir, por así decirlo, en el estrecho metro cuadrado de la operación del Consejo de Corfo, que transfiere recursos al fisco, pero eso nos distrae la mirada de lo que es esencial. Aquí Chile tiene un problema fiscal, tiene un déficit fiscal, no lo ha podido resolver bien, y este es un problema mayor. No hay espacio para mayor endeudamiento.
—Hay otros que, por ejemplo, critican este movimiento a propósito de que el expresidente Piñera le pidió recursos a Corfo para emergencias, para el COVID-19…
—Efectivamente, es así, Corfo es un bicho raro dentro del organigrama estatal, tiene una flexibilidad operativa que el resto de la administración del Estado no tiene. Tiene activos financieros, es una especie de holding empresarial del Estado que se beneficia a veces de manera extraordinaria de ingresos también extraordinarios de esas actividades, como por ejemplo el litio.
Entonces está comunicado con el Estado de Chile de una manera que probablemente justificaría una revisión de su gobierno corporativo. Probablemente esto debería ser un poco más colectivo, más transversal, hay que pensar eso, en la importancia de la estrategia que tiene Corfo, pero es una resolución para adelante y un cambio para adelante.
—Desde el oficialismo, por otra parte, han señalado que esto ha sido una falsa polémica…
—Estoy más cerca de coincidir que de discrepar respecto a este punto. Pero más que decir que esto no importa como polémica, lo que quiero decir es que esto, lo que hace es revelar un problema de fondo que Chile tiene que enfrentar. No nos podemos seguir haciendo los lesos, no podemos seguir escondiendo la cabeza respecto de un tema que es muy importante para Chile. ¿Cómo volvemos a equilibrar las cuentas fiscales?

Ferreiro sobre el error de proyección de crecimiento y Javiera Martínez: “Es un error importante y hay explicaciones que dar”
—¿Cómo evalúa la solicitud de destitución del ministro Marcel y la Jefa de la Dipres por parte de la oposición?
—Si no me parece que esta polémica tenga mayor fundamento, menos puedo favorecer solicitudes de renuncias a partir del caso. Más que polarizar, la misión ahora es buscar un acuerdo constructivo y eficaz para abordar la riesgosa situación fiscal de Chile. Eso no es políticamente rentable, menos en tiempos electorales, pero es lo que Chile necesita.
—La candidata presidencial de Chile Vamos dijo que esperaba más del ministro Marcel. ¿Usted cómo ve su desempeño?
—Yo tengo una buena opinión de Mario. Me ha tocado trabajar con él cuando estuve en cargo de gobierno, cuando estuvimos en la Comisión Marcel de Reforma Previsional del año 2006. Él ha logrado contener el gasto público mucho más allá de lo que habría sido esperable por parte de muchos analistas para un gobierno más bien de izquierda. Eso hay que reconocérselo. Ahora, ¿es ese esfuerzo suficiente a la luz de las cifras del déficit fiscal del año 2024? Aparentemente no.
—¿Y cómo califica el error de la Dipres a propósito de la proyección del déficit fiscal?
—Es un error importante y hay explicaciones que dar. Uno puede equivocarse en décimas respecto del PIB, pero en un punto entero… El déficit son 9.400 millones, se había estimado uno de 6.000. Hay más de 3.000 millones de dólares que están fuera del pronóstico de la Dipres.
Una de las ventajas que tiene nuestra institucionalidad fiscal es que le creemos a la gestión responsable de la Dirección de Presupuestos y le creemos también a las proyecciones que hace la Dirección de Presupuestos.
Ahora, es cierto que porque no es bueno creerle tanto, es que existe en paralelo un Consejo Autónomo Fiscal. Probablemente, una de las conclusiones de este episodio es que tiene mucho sentido reforzarlo, darle más recursos para permitirle hacer su propio análisis de modo de que tengamos una contraparte más poderosa para el efecto de los cálculos y las estimaciones de ingresos y gastos fiscales.
—¿Cómo evalúa entonces el desempeño de Javiera Martínez?
—No creo que haya que hacer juicio personal. No la conozco en particular. Sí creo que ella tenía menos experiencia en asuntos presupuestarios que anteriores directores. Le ha tocado aprender en periodos difíciles de estrechez fiscal y claro, en este último episodio de las proyecciones y el resultado del déficit fiscal, probablemente tiene ahí un punto de dar explicaciones.
—Entonces no es la mejor directora de presupuestos que hemos tenido…
—El ministro Marcel la conoce más que yo, quizás está mejor en condiciones de dar una opinión.