Secciones

The Clinic
Buscar
Entender es todo
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad
Fotos: Felipe Figueroa

Tiempo Libre

2 de Marzo de 2025

Lo bueno, lo malo y lo feo del Festival de Viña 2025: desde los altos y bajos del humor hasta el aplaudido debut de Karen Doggenweiler

El Festival de Viña del Mar 2025, que marcó el regreso de Mega -en compañía de Bizarro- a la organización de la cita tuvo altos y bajos. Entre polémicas habituales hasta un día de suspensión por el apagón, el certamen destacó por los shows de Myriam Hernández e Incubus, pero también por la mediocre actuación de George Harris. Uno de los puntos más altos fue el debut de Karen Doggenweiler en la conducción, mientras que la crítica recae sobre la escasa representación de artistas nacionales.

Por
Compartir

La 64ª edición del Festival de Viña del Mar llegó a su fin. El certamen se extendió un día más debido al apagón a nivel nacional, por lo que Sebastián Yatra fue el encargado de cerrar el telón de una semana marcada por varios hitos y que comenzó el viernes 21 de febrero con la gala en el Valparaíso Sporting, no sin polémicas.

El primer evento de la semana festivalera tuvo que superar las protestas de pobladores que reclamaban la lenta reconstrucción tras el mega incendio. Ya en la noche, asistentes a la gala denunciaron que tuvieron que esperar horas para pasar por la gala e incluso apuntaron al equipo de Tonka Tomicic, como responsables de que generan empujones al interior, marcando el primer impasse para la organización.

El momento emotivo, vino de la mano de Miguel “Negro” Piñera, quien selló su última aparición en televisión abierta cantando su clásico “Luna llena” y con un reencuentro con su expareja Carla Ochoa. Siete días después, el artista fallecería en la Clinica Alemana de Temuco.

Con el cierre, llega el momento de los balances. En este caso, destaca el regreso del certamen a las pantallas de Mega, en una inédita alianza entre la estación privada y la productora Bizarro, las únicas ofertantes en la licitación para organizar el evento internacional, que este año fue transmitido a nivel global por Disney+.

Meses antes de que comenzara el Festival, este ya se anotaba su primera polémica. Canal 13 alzó la voz por el proceso de licitación del período 2025-2028 y, a través de un comunicado, explicó por qué desistió de seguir en el proceso.

“Nos preocupa que, si se mantiene en el tiempo el criterio que hasta ahora ha primado —donde los canales de TV son los únicos de los involucrados que sufren millonarias pérdidas—, termine afectando el interés de los concesionarios en participar y, en definitiva, dañe el valor de la marca del festival latino más grande del mundo, que es un patrimonio de Viña del Mar, de la TV chilena y de todo el país”, comentaron tras desistir del proceso.

Superado el cruce entre canales, llegó el momento de anunciar a los invitados. Los números anglos fueron los que más se hicieron esperar y aguardaron hasta el final para su confirmación. Finalmente, los elegidos fueron Incubus y The Cult. La banda californiana brindó un show ampliamente alabado por su calidad, alcanzando un peak de 25,5 puntos la noche del jueves. Algo que contrastó con la presentación de la banda británica, que actuó en una Quinta Vergara con poco público y vivió un incómodo momento en la entrega de la Gaviota de Plata.

Incubus fue uno de los puntos altos en lo musical del Festival de Viña. En términos de rating, el peak de los artistas lo marcó la segunda noche Miryam Hernández, quien cumplió uno de sus grandes anhelos: volver a pisar el escenario de la Quinta Vergara tras 23 años. El público la acompañó a través de sus televisores, con un promedio de 39,4 puntos, y también en el anfiteatro. Fueron más de 30 canciones y un momento un tanto incómodo: la entrega de la Gaviota de Platino.

El proceso se extendió por 17 minutos, un exceso en un show televisivo y que contrasta con las dos últimas entregas: la de Los Jaivas en 2023, que no superó los siete minutos, y la de Isabel Pantoja en 2017, que tuvo una duración similar. La propuesta de este año fue forzada y sobreactuada burocracia festivalera que incluyó a la alcaldesa Macarena Ripamonti firmando documentos y la aparición del director ejecutivo Daniel Merino en pantalla.

La resaca que dejó George Harris

La primera noche del festival marcó la pauta de toda la semana. La fallida rutina de George Harris provocó una reacción en cadena que hasta el día viernes seguía dando qué hablar. Lo último: el comediante tomó sus redes sociales para hacer un live de Instagram donde terminó acusando xenofobía del pueblo chileno.

“Los americanos sentirían repelús (desagrado, repulsión) de lo chilenos”, sostuvo el artista en la transmisión, que se vio repentinamente silenciada cuando llevaba cerca de media hora.

Alex Hernández, director del Festival de Viña del Mar, intentó ser cauto en cuanto a las reacciones tras la rutina. sin embargo, el viernes Hernández arremetió contra el humorista. “Lo único que voy a decir es que intenté tener códigos con él. Me pareció que era una persona que merecía una pequeña defensa, y lo que él hizo es de muy mal gusto. Me parece que lo que hizo no se hace, y yo no lo haría”, dijo en conferencia de prensa.

León Murillocomediante que tuvo un paso por la Quinta Vergara en 2015, comenta a The Clinic la actuación de Harris y señala que el veneolano no entendió el contexto del anfiteatro viñamarino. “La realidad es que es un escenario muy particular a nivel mundial, él mismo lo dijo sobre el escenario, dijo: no puedo entender que alguien pague una entrada para venir a pifiar, bueno, esa es la condición de ese escenario”.

Los humoristas chilenos tuvieron mejor suerte. El show más visto fue el de Edo Caroe, que tuvo un raiting promedio de 39,9 puntos, luego de eso vino el show de Chiqui Aguayo con 38,9 de raiting promedio, ambos se llevaron gaviotas de plata y oro, al igual que Juan Pablo López.

El punto más bajo de los comediantes chilenos fue Pam Pam con una rutina que no tuvo grandes momentos, la gente en la Quinta tuvo largos silencios y algunas muestras de apoyo. El público juvenil de esa noche derrochó respeto por una artista que en otra noche perfectamente pudo haber sido pifiada por un público impaciente. De todas maneras se llevó una forzada gaviota que provocó otro incómodo momento sobre le escenario.

Pese a no ser la rutina más vista, la rutina de Pedro Ruminot -en su tercera actuación en Viña del MAr- fue la que más risas provocó, convirtiéndose en la mejor presentación de humor de la última edición del Festival de Viña del Mar

Lo bueno, el cambio de horario de la competencia, lo malo los problemas en las coanimaciones

La organización del Festival de Viña del Mar anunció un cambio para este año: las competencias, internacional y folclórica, cambiarían de bloque, y el festival comenzaría a las 21:15 horas para responder a un reclamo recurrente: que el certamen terminaba demasiado tarde.

Este ajuste fue aplaudido por Metalengua, el dúo chileno que ganó la Gaviota de Plata gracias a La baba del sol, luego de que Claudio Narea tuviera que dirimir el empate con Bolivia.

“Si la competencia seguía en el mismo horario, corría el riesgo de desaparecer y quedar en el olvido, y no era la idea, porque es uno de los elementos que distingue a este festival de muchos otros que pueden traer músicos del mainstream internacional. Eso es maravilloso, pero creemos que la competencia aporta valor musical, diversidad e internacionalidad al evento”, reflexionaron.

Un cambio al formato que resultó de manera positiva, a diferencia de la idea de la organización para potenciar los rostros de Mega. El intento de coanimadores terminó siendo un problema más que un lugar donde dar visibilidad a periodistas y actores. La primera noche, el encargado fue José Antonio Neme; su actitud histriónica y su complicidad con Karen Doggenweiler fueron suficientes para superar el bloque sin complicaciones.

A partir de la segunda noche, empezaron los problemas. El nerviosismo de la actriz del área dramática, Paola Volpato, quedó reflejado durante la presentación de la competencia; se le vio perdida, improvisando y sin generar conexión con Rafael Araneda, esto a pesar de que las duplas habían ensayado previamente.

El momento más comentado llegaría de la mano del periodista de Mega, Rodrigo Sepúlveda, quién debía coanimar el “día anglo”. Sin embargo, una inesperada pifiadera al inicio de la jornada provocó un cambio de último minuto para salvaguardar al próximo conductor de Mucho Gusto de una situación similar durante la competencia. Desde la organización indicaron ese mismo día que el cambio se debió a un ajuste tras el apagón del día anterior. Sepúlveda coanimó la última noche del Festival de Viña sin contratiempos.

La gran ganadora entre los coanimadores fue Tita Ureta, la periodista de Mega, quien en la “noche juvenil” abrió el festival con la competencia, mostrando seguridad y confianza sobre el escenario, pese a haber tenido fiebre esa noche. Sobre su participación, sostuvo: “Hicimos ensayos con (el director televisivo del Festival de Viña del Mar 2025) Alex Hernández, donde uno se prepara para posibles pifias, porque, claro, el público de la Quinta Vergara se manifiesta, y uno está al servicio de ellos”.

Karen Doggenweiler, en el lugar que se preparó para toda la vida

Otro punto alto del Festival fue el debut de Karen Doggenweiler en el Festival de Viña 2025. La conductora de “Mucho Gusto” logró, a los 55 años, un espacio que para muchos hacía tiempo merecía.

“Lo ha hecho muy bien, ha cumplido su labor al 100%. Se ve, como ella lo dijo en alguna entrevista, que se había estado, comillas, preparando toda la vida para esto”, opinó Soledad Onetto, exanimadora del festival, sobre el debut de Doggenweiler.

Otro que tuvo buenas palabras para Karen fue Francisco Saavedra. “Soltura maravillosa, dominando el escenario, un premio a su trayectoria, un premio también a su oficio”, definió sobre el paso de Doggenweiler en la Quinta Vergara.

La animadora tuvo su revancha en este festival. Tras años en TVN sin la oportunidad de conducir el evento, Mega le dio la confianza para formar dupla con Rafael Araneda, quien ya acumulaba siete años en esta instancia cuando el festival fue organizado por Chilevisión y quien demostró sus años de circo en distintas situaciones, sobretodo en el oficio que demostró en su apoyo en la co animación de Volpato.

Pendiente: más artistas chilenos

En el cartel del Festival de Viña 2025 solo hay dos artistas nacionales: Miriam Hernández y el joven Kidd Voodoo, quien cerró la noche juvenil. Es decir, solo un 15 % de los que se presentaron en Viña son chilenos. Si comparamos con hace 10 años, en la versión 2015, hubo tres artistas nacionales, lo que representaba un 20 % de la parrilla. Veinte años atrás, en 2005, aún existía la denominada “noche chilena”, y en total fueron seis los artistas nacionales.

Denise Malebran, vocalista de Saiko, banda que nunca ha podido presentarse en Viña del Mar, asegura que esta es materia pendiente. “Un festival que se hace en Chile perfectamente podría tener un número nacional por día. Con eso, creo que la meta está cumplida, porque hay todo tipo de artistas a los que les va muy bien en el país, como tener un día a un baladista, otro día a un rockero, al tercer día a un trapero, no sé, digamos. Hay de todo. Alguien que toque cumbia. Y creo que eso es quizás lo que le falta al Festival de Viña“, dijo la también consejera de la SCD.

El presidente de la SCD, Rodrigo Osorio, respaldó este punto y aseguró que “teniendo un artista por día y ojalá abriendo, pondríamos a la música chilena en el lugar que merece. Lo que mostró Myriam es que el artista chileno tiene una presencia sumamente relevante tanto en el circuito nacional como internacional. Y yo pienso en nombres como Santa Feria, La Combo Tortuga, Zumba Le Primo, Los Vásquez, por mencionar algunos, que han estado llenando multitudinarios escenarios durante todo el verano y que perfectamente podrían ocupar esa plaza en Viña del Mar, abriendo un show”.

Comentarios

Notas relacionadas