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No se habla del cuerpo ajeno: por qué el aspecto físico de otro no debería ser motivo de opinión y las consecuencias que deja el “body shaming”

Aspectos físicos que para el otro resultan llamativos. Conversaciones incómodas donde el aludido no sabe cómo responder y que termina afectándolo. Aunque desde hace unos años se dice que "no se habla del cuerpo ajeno" o de otros, la práctica sigue siendo incómodamente habitual. ¿Por qué algunos se sienten con derecho a opinar del cuerpo de otro? Acá, historias de quienes lo han vivido y especialistas que aterrizan esta conducta y cómo sortearla.

Por 8 de Marzo de 2025
Ilustración: Camila Cruz/The Clinic
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“Me pasa todo el tiempo”. Eso es lo que responde Ninoska (33) al preguntarle si alguna vez alguien habló o cuestionó algo de su cuerpo sin su consentimiento o sin siquiera pedir su opinión. Recuerda que el caso más grave le pasó al ir al médico.

“Estaba súper enferma en el colegio que trabajo. Me mandaron al doctor en Estación Central, que era la comuna donde trabajaba. En la consulta me saco la polera y tengo muchas partes del cuerpo tatuadas“, explica.

Dice que el doctor la miró con desaprobación. “Cuando me vestí y me senté, me preguntó en qué trabajaba. Le conté que soy profesora y me dice ‘¡¿profesora?!’ en un tono muy burlesco. ‘Cómo vas a ser profesora si estás entera tatuada’, me dijo. Además, me recalcó que “las únicas personas que consiguen trabajo estando tatuadas son en compañías telefónicas”.

“No me creyó que fuera profesora y empezó a decir que el cuerpo era un templo, que era muy malo que estuviera tatuada. Además, el tipo me negó la licencia. Cuando le di el RUT de la empresa que yo trabajaba y apareció el colegio, me dijo que no me iba a dar la licencia“, prosigue en su relato. Por ese caso tuvo que iniciar una reclamación en el centro médico.

Y no se trata solamente de algo generacional, dice, porque sus alumnos también la han juzgado por vestirse únicamente de negro e incluso le preguntaron si no tenía más ropa que ponerse. También ha recibido opiniones sobre su peso. 

Pero no es algo que le suceda solamente a mujeres. Es transversal al género. Aunque no se puede obviar que muchas veces son a las mujeres es quienes se les pide cumplir con ciertos cánones de belleza. 

Alejandro (35) fue testigo de este tipo de comportamientos en su trabajo, cuando uno de sus compañeros molestaba continuamente a otro por su peso y lanzaba críticas o le preguntaba cuándo iba a bajar esos aparentes kilos de más

“Había un compañero de trabajo, de un cargo superior, que cuestionaba a los hombres por subir de peso. Con comentarios pasivo-agresivos. Decía ‘estamos más gorditos’ mientras los toqueteaba. A esta persona no se le podía decir nada, porque era un jefe, y obviamente mi compañero quedaba sumamente afectado por esos comentarios”, explica.

Dice que él también recibió comentarios por su peso, pero decidió que no iba a reaccionar de alguna forma a eso. Más tarde se enteró que esta persona tenía problemas con el peso y la comida. “Estaba en una familia donde constantemente lo controlaban con el peso ideal y si se movía de ahí era algo negativo y recibía reprimendas. Creo que por ahí venía su tranca con el tema de la gordura, pero no es excusa para hacer sentir mal a los demás con esos comentarios”. 

Esta semana La actriz Millie Bobby Brown salió a responder a varios artículos de prensa donde se la cuestionaba por su apariencia, por supuestamente verse mayor.

“Es algo que afecta a muchas mujeres jóvenes que crecen bajo el escrutinio público”, afirmó la actriz de Stranger things en sus redes sociales. “Me niego a disculparme por crecer. Me niego a hacerme más pequeña para encajar con las expectativas poco realistas de la gente”, agregó.

¿Por qué se habla del cuerpo ajeno?

¿Por qué hay personas que se sienten con el derecho de cuestionar a otros por su físico o por cómo lucen? El psicólogo e investigador de la Universidad Central, Daniel Sánchez, explica que las personas que opinan sobre los otros les cuesta hablar sobre ellos mismos y generan “una suerte de proyección en el otro respecto de todas mis dificultades corporales”. 

“Es como la gente que habla todo el día respecto de otra persona. Cuando hablo de otros, cuando hablo de lo que dicen los actores y no soy siquiera capaz de dar una opinión de lo que yo pienso, es que estoy en un serio problema”, dice. “Si eso lo llevas a otro plano, hablas de la ropa de los otros, hablas del cuerpo de los otros, de la vida de los otros, porque el que yo sea capaz de hablar de mi experiencia o respecto de mis dificultades requiere una madurez cognitiva y emocional súper grande“, agrega.

Junto con eso, repara en lo dañino que pueden resultar esos comentarios, porque “gran parte de lo que nosotros valoramos de nosotros mismos se establece a partir de lo que los otros nos reportan de nosotros mismos”.

Para la académica de la Escuela de Sociología UDP, Angela Boitano, “tenemos una generación más frágil, porque al mismo tiempo es más consciente de los juicios que hacen daño y otra generación muy buena para juzgar a otros”. 

Con respecto al desahogo de la actriz Millie Bobby Brown, afirma que “en su declaración hay una resistencia y crítica a la crítica que le están haciendo y creo que esa postura es muy interesante. No asume la crítica como válida (…) A lo mejor eso habría que hacer, promover estereotipos de belleza más variados”.

Las consecuencias de recibir comentarios negativos

La psicóloga y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Mayor, Dominique Karahanian, explica que “en la etapa de desarrollo es muy importante la mirada de los otros respecto de lo que ven de ti misma. Es muy importante la opinión de los pares. Al estar expuesta constantemente a la mirada del resto, evidentemente es muy probable que se genere inseguridad”. 

“Cuando hablan de tu cuerpo es violento”, recalca. 

A su juicio, hablar de los demás “tiene que ver con una falta de límites y finalmente la cultura chilena tiene esa mirada. Las personas opinan mucho más, creo yo, que en otras culturas”.

Una de las grandes preguntas es: ¿por qué la generación anterior todavía no aprende que no se puede hablar del cuerpo de los demás? “Creo que no saben el alcance que tienen las palabras en los otros y creen que es una cosa más bien cosmética, superficial. Claramente, el no hablar de los cuerpos ajenos no tiene que ver solamente con no hablar, sino que es no dar opinión cuando no te la piden. No opines cuando no te piden opinión. Fin de la discusión”, afirma la académica. 

Por otro lado, Sánchez recalca que nunca se debe hablar de los demás. “No hay ninguna posibilidad de que me refiera al otro respecto de cualquier cosa que a mí me genera incomodidad. Si tenemos una relación cercana, de afecto, de cariño, de años, una relación de mucha intimidad y yo te digo ‘estás súper flaca, ¿te estás alimentando bien?’, porque tenemos un nexo que nos une”. 

Karahanian recalca la importancia de poner límites. “Tiene que ver con las características de personalidad. Pero creo que es bueno, de acuerdo a como tú eres, responder. No quedarse callado. Decir ‘me siento incómodo con esto que me estás diciendo, no me gusta’”, asevera. 

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