Opinión
9 de Marzo de 2025

Perfil de Carolina Tohá: ¿Ya viene la voz de los noventa?

Kike Mujica escribe hoy sobre Carolina Tohá, quien esta semana renunció al ministerio del Interior para partir su campaña como precandidata presidencial. Luego de una carrera política que partió muy joven y que ha tenido altos y bajos, como parte de una generación que no ha llegado aún a la presidencia.
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“Mi generación, antes de temer que la jubilen los más jóvenes, tuvo temor a construir un poder propio ante la vieja generación. En parte por esta confusión entre lealtad y comodidad, en parte por esa aversión al riesgo aprendida de los mayores. Fue también el costo de estar siempre gobernando. Porque cuando tú eres joven, tu aporte es cuestionar el margen de lo aceptado, mover el límite del realismo. Si no puedes hacer ese ejercicio como generación, te fundes. Pero hacerlo desde el poder es dificilísimo. Entonces, a estas alturas, creo que el papel de nuestra generación es construir puentes entre las generaciones más viejas y las más jóvenes, más que conquistar su propio protagonismo”.
Carolina Tohá. La Tercera. 27/03/ 2021
Así parte la historia
Lunes 25 de abril de 1988. Carolina Tohá está sentada al lado de Ricardo Lagos Escobar en Inés Matte Urrejola 0848. Es de noche. Viste un polerón blanco con hombreras. Tiene el pelo corto, ochentero.
Es el programa De cara al país, de Canal 13. Es el memorable día del dedo de Lagos, la performance mediática más audaz -y recordada- contra la dictadura.
Y también fue la noche en que Tohá debutó en las ligas mayores de la política.
Tenía 22 años. Representaba menos. “Usted que es una niña”, le dijo -al hacerle una pregunta- Raquel Correa, una de las entrevistadoras. “Una joven”, rectificó al instante la periodista.
Esa noche, un enérgico Lagos monopolizó la conversación. También lo acompañaban Jorge Schaulsohn
y Armando Jaramillo. Era el capítulo asignado al novel PPD.
Tohá tuvo tres intervenciones.
“Es determinante si se reconoce el triunfo del No o no se reconoce. Si se reconoce el triunfo del No, nosotros sabemos que todo será mucho más fácil. Si no es así, no seremos nosotros los responsables de lo que venga porque no llamaremos a la violencia ni la provocaremos. Si existe esa violencia y ese caos, que se sepa desde ahora que la oposición no la va a provocar”.
“Las personas que en este país han vivido en forma directa la violación a los derechos humanos, hemos sacado una experiencia que nos enseña algo muy claro. No queremos más violaciones a los derechos humanos para nadie. No queremos que el día de mañana en lugar de gente de izquierda haya militares exiliados. No queremos que desaparezcan militares mañana… No queremos venganza, no nos interesa. Nadie nos va a restablecer los seres que perdimos”.
“No hay ninguna razón para pensar si el plebiscito fuera hoy, que gane el Sí. Pero si ganara, en el terreno hipotético, nosotros somos demócratas. Lo vamos a respetar. Pero partiendo de la base de un plebiscito transparente, de que hasta el día antes del plebiscito se hayan dado las condiciones mínimas, básicas. Si gana el Sí, si la mayoría de los chilenos quiere que esto continúe, lo vamos a respetar”.
Tohá estudiaba Derecho en la U. de Chile y era vicepresidenta de la FECH. Había vuelto en 1979 de su exilio en México. Su padre, José, ministro del Interior y de Defensa de Salvador Allende, fue detenido, torturado y asesinado en 1974.
34 años después
Domingo 4 de septiembre del 2022. Son más de las 10 de la noche. Estoy en el panel del programa Mesa central, de Canal 13. Los resultados del plebiscito constitucional están sobre la mesa: 61.86% rechaza y sólo el 38.14% aprueba.
Nocaut para Boric y su gobierno.
En el panel, además, participan María José Naudon, Angélica Bulnes y Carolina Tohá. Nadie, menos ella, esperaba tal paliza. Tohá había jugado un rol protagónico en la campaña del Apruebo: era el primero después de su exilio de lo público en 2016.
Aunque en privado Tohá mostraba varios reparos con el texto propuesto, de todos modos enarboló las banderas de lo que parecía una obligación histórica más que otra cosa: terminar con la Constitución de Pinochet.
Esa noche, Tohá se veían algo frustrada, pero tranquila. Pienso que era parte de los socialdemócratas que pensaban que las mayorías de la Convención habían perdido la oportunidad de generar un texto reformista y sensato, no refundacional y maximalista.
Tohá no escondía su desacuerdo con las opiniones del senador frenteamplista Juan Ignacio Latorre –entrevistado por Iván Valenzuela- que parecía no acusar recibo de la paliza.
Recordé en ese momento las palabras de Ricardo Lagos, luego de pasar, por poquísimos votos, a segunda vuelta frente a Joaquín Lavín en 1998: “Hay que escuchar la voz del pueblo”.
Especulo que Tohá, cuando escuchaba discursear a Latorre, pensaba lo mismo.
Ese día, ya avanzada la noche, el presidente Boric decidió llamar a Tohá y ofrecerle Interior. Iskia Siches se iba; se acababa “le gobierne”.
Tohá le dijo que sí.
La generación del perdón o el permiso
La biografía política de Tohá, entre otros cargos, indica que fue diputada (2002-2009); ministra de Bachelet (2009); alcaldesa de Santiago (2012-2016) y presidenta del PPD (2010-2012).
Luego de perder la reelección en Santiago con Felipe Alessandri, desapareció del mapa político y mediático. Tenía 50 años. Ya se hablaba de la generación que pedía permiso más que pedir perdón: Claudio Orrego, Lagos Weber, Elizalde, entre otros.
Estuve trabajando esa tarde del 2009 en que la Concertación le entregó el poder a Piñera, después de 20 años de gobierno. En el Hotel San Francisco, el vacío de poder era más grande que el edificio entero.
Orrego, Lagos Weber y Tohá deambulaban entre los muertos vivientes por el lobby.
El escenario, vacío. El micrófono, cesante.
Hasta que llegó Lagos Escobar.
Y fue él quien casi obligó a los más jóvenes a subir al estrado y beber de las amargas.
Pensé que la hora del recambio había llegado. Marco Enríquez había sido el primero de los novísimos en revolver el gallinero del binominal de la transición. Habría que imitarlo quizá, pero en modo Concertación 2.0.
La semana siguiente a ese domingo fatal para la centroizquierda, Oscar Landerretche me llamó para proponerme una idea. Yo era director de Qué pasa y él columnista habitual. Él, Lagos Weber, Tohá y Orrego tenían preparado un documento –“manifiesto” lo llamamos- que daba cuenta de la derrota y proponía lineamientos.
“La Concertación ha muerto: ¡qué viva la Concertación”, fue la portada. Con el arcoíris.
El texto encendió poco y nada. No remecía. No era un aullido rotundo por el relevo ni el anuncio de la toma del poder.
Por ello, en 2013, Bachelet era nuevamente la candidata -adiós renovación- y sepultaba a la Concertación e inauguraba la Nueva Mayoría.
Gatopardismo a la vena.
Cruzar el charco
Después de que Tohá le dijo que sí al presidente, esa noche brutal para La Moneda, los lúcidos del oficialismo tenían claro que el programa del Frente Amplio iba directo a la incineración y que había que salvar la estantería como fuere, sobre todo porque el gobierno decidió comunicar, antes del plebiscito, que su mandato comenzaba realmente con su nueva Constitución.
Y no. No había nueva Carta Magna.
Tohá se sumaban a Marcel y Elizalde. Los últimos anillos concéntricos según la intrincada teoría de Giorgio Jackson sobre la distribución del poder en el gobierno – lo más parecido a las distintas cubiertas del Titanic- pasaban a ser los primeros.
Cercanos al FA reconocen que todo lo que oliera al PPD les causaba tirria. La arqueología tuitera -resaca moral para el frenteamplismo- daba cuenta del bullying. El propio Boric había criticado duramente por esa red social a su actual ministra cuando fue alcaldesa.
“El partido SQM”, le decían algunos en el FA. Tohá era timonel del PPD cuando la empresa de Ponce Lerou financió a diversas colectividades. Ella asumió su responsabilidad política, pero no la soltaron: “Si Carolina Tohá va a la reelección puede significar que Chile Vamos vuelva al municipio“, dijo en una entrevista en 2016 el entonces diputado Giorgio Jackson.
Fresca estaba, además, la bochornosa negociación por primarias entre el FA y el PC con el Socialismo Democrático. Esa noche de mayo del 2021, en la última hora de la inscripción, Convergencia Social -el partido de Boric- vetó la participación del PPD -el partido de Tohá- en el evento. No estaban dispuestos a mezclarse con “los de SQM”.
El PS, entonces, bajó a su candidata Paula Narváez. Sólo se inscribieron Boric y Daniel Jadué.
“Diría que la relación entre Boric y Tohá fue de menos a más”, me dice un frenteamplista. Ellos se conocían muy poco personalmente. Tohá estaba alejada de la política y por un tema generacional e ideológico sus mundos eran distantes.
Una fuente me dice que Bachelet los acercó. Otra me dice que Patricio Fernández, que los conoce a ambos, los cruzó. A estas alturas importa poco.
Tohá tiene mucho carácter y, además, es de las políticas que evita los problemas más que solucionarlos. “Al principio, quizá hubo resquemores, sobre todo de Antonia Orellana y Camila Vallejo”, es una versión de alguien que conoce los mentideros de La Moneda. Si no hay roces, no hay política, por cierto.
“Tohá no se enreda en tonterías. Y eso lo entendieron los habitantes originales de La Moneda”, me dicen.
“La cosa fluyó por tres razones: la habilidad del presidente para hacerlas convivir, la madurez de Tohá y la inteligencia de la Camila”, es la tesis de un frenteamplista sobre la relación de Tohá con Vallejo.
Un periodista de La Moneda me cuenta que el presidente modificó los protocolos para que en los consejos de gabinete al lado de él estuvieran Vallejo -y no el canciller como mandataba- y Tohá. Una a cada lado. Flanqueándolo. Nadie más, nadie menos.
La candidata ferpecta
-Las encuestas definirán el estado de ánimo sobre la candidatura. Eso lo dicen todos. “Si no prende luego, será difícil sostenerla”, me dice un partidario de la ex ministra. “Debería subir por lo menos 3% en los próximos sondeos. Si el acto en La Moneda y el abrazo de Boric, no la hacen subir, está en problemas. A fin de mes debería estar en dos dígitos”, dice un experto en encuestas.
Por lo pronto, el primer sondeo pos-renuncia lo publicó este sábado El Mercurio: Panel Ciudadano-UDD. En preferencia presidencial, Tohá sube de 3% en febrero a 12% en marzo. La anteceden Matthei (27%), Kayser (15%) y Kast (13%). El sondeo también midió el traspaso de votos de Bachelet que marcó 13 puntos en febrero. 6% se irían a Tohá, 3% a Vodanovic, 2% no sabe, 1% a Daniel Jadué y 1% a Matthei.
-En el PS hay opiniones encontradas sobre si apoyarla o no. “Pero primero tienen que subir en las encuestas”, me dice una socialista. En la dos últimas elecciones presidenciales el PS no ha tenido militantes en la papeleta final. Todas las decisiones públicas de los socialistas están supeditadas al 16 de marzo, cuando se elige la nueva directiva. Este plazo es una buena excusa para estar mirando qué pasa con Tohá.
-Al PC no le gusta Tohá. La tiene cruzada desde que fue vehemente a la hora de defender la acción policial en un operativo en Villa Francia, el que el PC criticó duramente. También ha habido fuertes pechazos por Venezuela.
La izquierda ultrona tampoco la traga. Este viernes, mientras caminaba por el barrio Lastarria, fue funada por un grupo radical. En X la cuenta de “Megafono Popular” publicó un posteo con el video del hostigamiento y el siguiente texto: “Esta noche fue funada la paquita @carolinatoha”.
-El caso Monsalve le hizo daño, sobre todo porque fue protagonista de las erráticas primeras horas del episodio. Hubo versiones encontradas, contradicciones y la conferencia inverosímil del presidente. “Se podrían haber hecho las cosas mejor”, han dicho en La Moneda. Hasta ahora sigue siendo inentendible que la dupla Boric-Tohá no haya defenestrado ipso facto a Monsalve.
-“La tiene muy difícil. Está muy identificada con un gobierno que tiene 30% de apoyo. No tendrá tiempo ni relato para desligarse de La Moneda: no puede salir a pegar palos por la mala gestión, si ella fue ministra del Interior”, me comenta un socialista, que critica la dilación de la renuncia al gabinete. “Debería haber sido mucho antes”, agrega. En el sondeo Criteria de marzo, el 61% de los encuestados dijo que “nunca votaría” por Tohá.
-Todos los puntos anteriores confluyen en una sensación: que la candidatura es feble. “Iba a estar de ministra hoy día, finalmente estoy de ciudadana, aspirante a candidata, pero eso tiene la gracia que me permite bajarme del podio, por decirlo así, y hablarles a ustedes como mujer y compartir desde allí mi experiencia”, dijo la “aspirante”.
¿Cambio de equipo?
Sus equipos y propuestas están por verse. La Segunda y El Mercurio publicaron notas sobre sus supuestos cercanos. Figuraban, entre otros, Enrique Correa, Eugenio Tironi, Guido Girardi y Sergio Bitar.
Ella respondió en su cuenta de X:
“Ayer salió una nota en @LaSegunda más perdida que el teniente Bello. Todavía no hay ningún grupo a cargo de mi campaña, y mis conversaciones son con personas mucho más variadas que las mencionadas allí, con varias de las cuales ni me he juntado”.
El alcalde de Renca, Claudio Castro, fue el primero de los ediles en hacer público su apoyo. El debut de Tohá fue con él en Renca, repitiendo el libreto de la segunda candidatura de Bachelet. Ella volvió a Chile el 27 de marzo del 2013, luego de renunciar a la ONU. Fue Carolina Tohá quien la recibió en el aeropuerto. Esa noche Bachelet decidió lanzar su campaña en la comuna de El Bosque. Sin partidos, igual que Tohá.
Final
Esto dijo Tohá, en 2017, en una entrevista en La Tercera:
“Siento que hay sintonía en muchos aspectos. La vida ha puesto a Boric y a otros actores en posiciones que han llevado a que en este tiempo predomine la confrontación, porque quizás se requería un poco esa fricción. Pero en lo sustantivo, hay varios elementos profundos que llevarían a una convergencia. Y para eso, insisto, el sector del que soy parte tiene que dar un paso adelante y pararse en esa conversación teniendo claro de qué está orgulloso, de qué crítica se hace cargo y qué quiere aportar en adelante. Creo que ahí va a fluir esa conversación con el FA, cuando nosotros definamos quiénes somos”.
Si Tohá sobrepasa todas la tormentas electorales -difícil, muy difícil- y logra llegar a puerto, no sólo conminará a su mundo socialdemócrata a definir quiénes son. También al Frente Amplio y al PC.
Tohá convivió con y entre ellos.
Veremos si hay vuelta de mano.